El emblemático sitio turístico, en el centro de la ciudad, será entregado el 15 de mayo, después de cuatro meses de reestructuraciones.
Después de 50 años sin intervenciones, las adecuaciones para personas con discapacidad son la prioridad en la remodelación de la Plaza del Chorro de Quevedo, considerada por el Instituto Distrital de Turismo (IDT) como el segundo lugar turístico más importante de la capital después del Museo del Oro y epicentro para la fundación de Bogotá en 1538.
Los trabajos, que tuvieron una prórroga de un mes dentro de los plazos establecidos para su entrega y que incluyen rampas y la adecuación del piso, serán entregados el próximo 15 de mayo.
Los cambios son esperados por los transeúntes, pues las filtraciones y desniveles en el suelo generaban problemas de accesibilidad, dificultando a las personas con algún tipo de discapacidad un cómodo acceso al sitio. Con estas obras, se busca que el Chorro de Quevedo sea incluyente y que una enorme cantidad de personas, turistas y capitalinos lleguen al lugar.
El proyecto hace parte de un convenio entre el Instituto Distrital de Turismo y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC). El IDT fue el encargado de aportar los $525.354.037 millones necesarios para el mantenimiento, correspondiente a la contratación pública, y el IDPC asumió la parte administrativa, con un seguimiento a los contratos y el aporte de profesionales expertos en el tema.
Entre los arreglos contemplados en las obras también están la instalación de mobiliario acorde a las necesidades; arborización; puesta en funcionamiento de la pila; el mantenimiento del muro de arcada y de la figura del malabarista; y el mejoramiento de la iluminación.
Las obras de mantenimiento de la plazoleta del Chorro de Quevedo se desarrollan conforme a las socializaciones que se hicieron con los habitantes y comerciantes del sector, donde se establecieron la accesibilidad, seguridad e iluminación del lugar como temas de relevancia.
La obra hace parte del llamado 'Proyecto Nodo de la Concordia', que tiene como objetivo, mediante la inversión de la Alcaldía Local de La Candelaria, la restauración de la plaza de mercado, la construcción de la Galería Santa Fe y el Colegio de la Concordia respaldado por la Secretaria de Educación, culminando con los arreglos de la Plaza.
Frente a los problemas que ha generado la remodelación en las actividades comerciales y económicas de la zona, la obra se efectuó dividiendo el lugar en dos, un espacio para la ejecución de las obras y otro donde la actividad económica se sigue realizando con normalidad en establecimientos como El Gato gris, Café color café y el Café Santa María.
Miguel Villamizar, director de la obra y funcionario del IDPC, afirma en cuanto a este tema que "prima lo público sobre lo particular" y que "a futuro se incrementarán las ventas de los establecimientos privados y se valorizaran los inmuebles que se encuentran alrededor de la plazoleta".
El Chorro de Quevedo será un sito digno, que permitirá la circulación de personas en condición de discapacidad. Se trata de “un mantenimiento en general que pone en valor este lugar turístico tan importante de la ciudad”, afirmó el IDPC.