Cuando se habla de Ciudad Bolívar se piensa en crimen, violencia, terror, masacre, vandalismo, tiros, puñaladas, secuestros y todo lo peor que se pueda imaginar, pero cuando se vive en Ciudad Bolívar, también se sueña, se es paciente, se lucha doble por las oportunidades, porque cuando uno dice que viene de allí, inmediatamente, se cierran muchas puertas. Se crece oculto, con miedo a los prejuicios y con los sueños reprimidos. En Ciudad Bolívar se encuentra de todo, gente mala y buena, vi homicidios en la calle y a la gente caminar como si nada pasara. Pero también vi corazones grandes y gente emprendedora, profesionales, gente que viviendo en Ciudad Bolívar trabaja por ser diferente y dejar huella.
Mi nombre es Leyhbert Millán Sharp, soy un artista autodidacta colombo-americano nacido en el corazón de la ciudad de Bogotá. Hace 8 años, en el 2009, me despedí de todo lo que tenía y tomé el riesgo de irme a vivir a los Estados Unidos; inicialmente, decidí estudiar Radio, Televisión y Radiodifusión.
Mi madre murió cuando yo tenía 13 años y eso me enseñó a dejar la niñez a un lado y a trabajar aún más fuerte por mis proyectos de vida; antes de morir, esa noche, le prometí que estudiaría sin límite alguno, que no dejaría mis sueños a un lado por nada, ni por nadie. Fue difícil, mi padre cayó en una depresión terrible y la situación económica iba en declive, pero aun así logré cumplir la promesa a mi madre; entre apoyo familiar, préstamos educativos, y hasta rifas de barrio logré pagar mi dos carreras universitarias, Relaciones Industriales y Producción de Cine y Televisión. Pero no me sentía completo, siempre quise más, suelo ser exigente con mis cosas, es una de las herencias y enseñanzas más valiosas que me dejó mi madre.
La decisión
Luego de empezar a hacer apariciones en televisión y teatro en Bogotá, teniendo familia norteamericana y viendo cómo varios estudiantes visitaban los EEUU para intercambios y demás, investigué todo el proceso y luego de un viaje a Cuba y con mi pobre inglés, decidí presentarme a la Embajada Americana sin decirle a nadie que había pasado casi 6 meses entre agua de panela y arroz para ahorrar dinero y que me dieran la visa, y así fue. La primera vez que apliqué me otorgaron una visa de intercambio, regresando así a Colombia dos meses después con más y más sueños, así que vendí todo lo que tenía y dejé mi vida en Bogotá; tuve la oportunidad de recibir visa de estudiante y poco a poco fui haciendo todos los cambios migratorios necesarios para finalmente poder radicarme aquí.
No puedo negar que muchas veces sentí que no podía más, hacía trabajos varios para poder pagar la educación y con el apoyo de mi familia norteamericana seguí con mis proyectos de vida. Muchas veces me sentía derrotado y pensaba en volver a Colombia a empezar de nuevo, pero siempre entendí que si nací prematuro y con escasas probabilidades de vida era porque Dios tenía algo preparado para mí. Aquí me esforcé más y, sin conocer a nadie, poco a poco me he ido abriendo puertas para hacer lo que me nace hacer adentrándome cada vez más en el mundo de las artes. He trabajado fuerte, pero he visto cada uno de los resultados y, para mí esto es solo el principio, el idioma inglés no fue un impedimento, al contrario me siento orgulloso de llegar a producciones y mostrarles lo que puedo hacer en su lengua, viniendo de las lomas de Bogotá.
Trabajos
He trabajado extensamente como artista, diseñador gráfico y audiovisual, así como actor y director de cine en Bogotá. Mis mayores influencias han sido artistas como Joan Miró y Wassily Kandinsky, ahora me considero un artista de experimentación pos moderna, prefiero utilizar la noche como ambiente perfecto para inspirar mi trabajo, mis obras, las cuales incluyen variedad de elementos, colores y técnicas. Lo que defino como mi sensibilidad espiritual es lo que me ha llevado a pintar con los ojos cerrados, es como si alguien me despertara en medio de la noche para pintar dormido sin saber que va a resultar.
Mis creaciones artísticas reflejan fuertemente la influencia de mi madre Herlinda, que era una artista de los textiles. Originalmente firmaba mis obras de arte como "Herlinda", pero desde un tiempo para acá, comencé a firmarlas como "Millán" - en honor a ella. Gran parte de mi trabajo se centra en temas de emociones, resistencia femenina, empoderamiento personal y política social.
He hecho trabajo voluntario enseñando artes a niños y adolescentes en Texas, también he logrado exponer mis obras en comunidades cristianas. Actualmente, en Texas me encuentro enseñando audición y actuación a jóvenes y adultos en una agencia de actores y modelos para televisión.Varios de mis trabajos han sido exhibidos a nivel internacional y promovidos por organizaciones privadas; por mi pintura original "Freedom" gané un premio en Bogotá. En San Antonio, Texas, ciudad en la que vivo actualmente, he donado una de mis obras a UTSA -Universidad de Texas en San Antonio. Así mismo, creé una obra “Orlando-49” en conmemoración a las 49 víctimas que murieron en el atentado del bar Pulse en Orlando, Florida en el verano del 2016. Como artista, busco plasmar mis emociones dejándome llevar por texturas y colores vivos.
También he trabajado en varias ocasiones como actor principal en diferentes lugares en Texas, incluyendo producciones teatrales, cortometrajes independientes, parques temáticos y shows privados. Gané un personaje figurativo en la película cristiana Who Am I?, la cual se estrenará próximamente en Estados Unidos. En 2006, uno de mis proyectos cinematográficos fue presentado en un festival nacional de cine en La Habana, Cuba.
Cumpliendo sueños
Soñé, lloré, pataleé en Ciudad Bolívar por el hambre de ser alguien en la vida, pero eso me dio suficientes fuerzas para luchar en los Estados Unidos. Visité Ciudad Bolívar en diciembre de 2016 y aún veo ese bello pesebre de casitas y luces que muchas veces y de manera dura me enseñó que soñar es de guerreros y que no hay tiempo para rendirnos.