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Juan David Niño Castaño -

La cucuteña que burló la seguridad para entregar una rosa al papa


Pilar Niño se gastó un millón de pesos para venirse desde Cúcuta a conocer al papa Francisco. Para este viaje compró llaveros, manillas y unos “huevitos artesanales” con la imagen del papa, pero el objeto más importante fue la rosa que quería entregarle.

Francisco recibiendo la rosa // Foto Pilar Niño.

“Yo compré la flor y decía ojalá le pudiera entregar la rosa, pero eso es una cosa que usted sueña y otra cosa es que se haga realidad (…) pero jugó el destino, porque todo mundo estaba organizado, y justo donde yo estaba, la gente tumbó la valla (…) él veía que la gente me empujaba y les decía: déjala, déjala”, cuenta emocionada a Directo Bogotá.

Pilar cuenta cómo fue el momento en el que estuvo cara a cara con el papa por unos breves segundos en los que quedó más que pagado el millón de pesos que se gastó. “Como él no alcanzaba la flor y yo de los nervios no la solté, él me dijo ‘entonces tirála’ y eso hice”, afirmó.

Después se enteró que el pontífice pide que todo lo que le hayan dado se lo pongan en la cama para hacer una oración en nombre de las personas, lo que la llenó de emoción.

Pero no todo fue felicidad para esta cucuteña, pues para emprender su travesía tuvo que dejar por unos días a su papá, quien está enfermo. “Desde que dijeron que venía el papa a Colombia yo organicé mi horario de trabajo, pero el problema fue la salud de mi papá”.

Sin embargo, el sacrifico valió la pena para Pilar para quien el papa es la viva imagen de Dios en la tierra, una imagen “dulce y cariñosa”.

Pilar Niño, de amarillo, acompañada en la Misa campal del papa Francisco // Foto Juan David Niño

“No podría decir todo lo que inspira verlo, él despierta unas emociones en los católicos, fue una bendición haberlo visto”, señaló a Directo Bogotá.

A pesar de su emoción, Pilar sentía algo de tristeza, porque el papa, al igual que su papá, es una persona mayor que debe sentirse agotado por la cantidad de actividades que ha tenido en Colombia. “Se veía cansado y agitado, la cara la tenía roja, solamente soñaba con que se acabara rápido, se lo llevaran y se acostara a dormir”.

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