Marcela Pulido, de Noticias Caracol recibió el premio nacional de periodismo Simón Bolívar por su reportaje ‘Tumaco, la herida que no cierra’. El jurado resaltó su valentía para contactar a las milicias disidentes de las FARC –cuando el secretariado negaba la existencia de tales grupos–, así como su osadía y la de su camarógrafo al adentrarse en la zona. La periodista, además, hizo pública información que hasta ese momento solo había llegado a medios de comunicación a través de filtraciones.
Patricia Nieto recibiendo el premio de la mesa del jurado // Fotografía de Camila Martínez
Pulido compartió con Directo Bogotá lo que significa este reconocimiento a su trabajo y la tarea del periodismo en el posconflicto.
¿Qué tan importante es la lectura que hace la televisión del posconflicto?
Nosotros lo que tenemos que hacer fundamentalmente es ir a territorio. Ir a zonas donde está dándose el proceso de cambio y decir la verdad. Darle la voz a la gente que está en ese momento de transición. Donde todo está en crisis. Y cuando las cosas están en crisis es cuando la gente más necesita hablar de sus angustias, de sus temores, de sus necesidades. Esas personas son el radar para saber si vamos bien o si hay que cambiar la dirección del proceso, que está en ciernes, que está incipiente. Habría que corregirlo, ver a dónde se apuntala. Los periodistas servimos para eso, para hacer la lectura de las comunidades.
Pulido en entrevista con Directo Bogotá // Fotografía de Camila Martínez
¿Cómo fue el encuentro con estos ‘excombatientes’ que seguían en armas?
No fue fácil, pero ellos también necesitaban esa oportunidad de vencer el miedo y ganar confianza. Yo siempre he dicho que cuando me veo fuera, veo que esa es otra persona que está metiéndose en el problema. Sin embargo, cuando estoy allá, estoy concentrada y ya el temor está amansado porque tengo que concentrarme en lo que voy a hacer.
¿Cómo debe un periodista cubrir el posconflicto?
No existe nada más, sino focalizar el trabajo del periodista. Lo que debemos hacer siempre es romper los temores.