Todos los días durante la FILBO 2018, el diario El Espectador estuvo organizando al menos dos foros en su stand, con periodistas de su casa, con invitados de distintas disciplinas y demás colegas, para hablar acerca de la actualidad y el futuro del oficio periodístico.
De izquierda a derecha: Mayra Báez, Juan Pablo Vergara, Angélica Cuevas y Sergio Silva // Fotografía tomada por: Camilo Pardo Q
Este año se le dio bastante importancia al periodismo científico y, en especial a una de sus áreas, el ambiental, el cual sin lugar a dudas ha generado más incertidumbre que logros dentro del periodismo colombiano contemporáneo. Tantas son las dudas que genera la unión del periodismo con las ciencias naturales, que incluso el mismo nombre del conversatorio era confuso: “Periodismo del fin del mundo”.
A lo largo de este conversatorio, moderado por el periodista Sergio Silva Numa, me llamó mucho la atención la postura marcadamente radical que tenía el botánico e investigador Juan Pablo Vergara en cuanto a la importancia que el periodismo le ha dado a los temas ambientales. Más de una vez afirmó que “a los periodistas les da miedo sacar los libros de los anaqueles para evaluar mejor los temas de medio ambiente”. Esto no me molestó, pero sí dejó vagando en mi cabeza una pregunta basada en esta afirmación. En temas de interdisciplinariedad, ¿quiénes son los que verdaderamente tienen miedo?
El pan de cada día de un periodista consiste en hablar con personas que dedican su vida a oficios muy distintos al suyo. Para entender temas económicos, hay que hablar con un economista y posteriormente divulgar esta información de la manera más digerible para el público. La misma dinámica con temas judiciales a través de abogados; con temas de salud a través de médicos y, por supuesto, temas medioambientales con biólogos, botánicos, geólogos, en fin. El punto es que, si al periodista le diera miedo la interacción interdisciplinar, su trabajo cojearía constantemente y este oficio estaría en jaque.
No es un secreto para nadie que por errores de unos cuantos periodistas, la academia es prevenida con su trato hacia sectores del periodismo y por esto, la unión entre ambos sectores no siempre es la mejor. Existe el miedo de que su información se tergiverse, o que el conocimiento del periodista no sea suficiente para “tan altos saberes”, pero ¿por qué no nos damos una segunda o tercera oportunidad para trabajar juntos?
Juan Pablo Vergara también dijo una frase contundente que esta vez sí comparto: “Nadie ama lo que no conoce”. Si el periodista quiere transmitir y divulgar información acerca de la importancia del medio ambiente y del cuidado que le debemos dar, le toca no solo acercarse a los anaqueles, sino hacer un trabajo de campo juicioso en donde de primera mano pueda conocer, por ejemplo, los impactos negativos que ha causado el hombre a la naturaleza y así poder sensibilizar a las audiencias. Cosa que los científicos por su propia cuenta difícilmente logran.
Ahora bien, en la coyuntura nacional vemos intentos de acercarse a temas de medio ambiente. El Espectador tiene su sección de esta fuente que, si bien está nutrida por periodistas bien preparados, como lector me queda la sensación de que me cuesta conectarme con el tema ya sea por el lenguaje empleado o simplemente porque no me siento cómodo con el estilo de todos los redactores de esta sección. Con El Tiempo me pasa lo mismo, al igual que con algunos canales regionales, como Tele Café y Tele Pacífico, que le prestan atención a estos temas.
Lo esperanzador es que hay una solución a corto plazo para que el periodismo se apropie de los temas de medio ambiente y, consecuentemente, con la academia que aborda estos temas a diario. En el mismo conversatorio estaban Mayra Báez, editora digital de Univisión, y Angélica Cuevas, miembro de DeJusticia, quienes hablaron de la información que divulgan sobre temas medioambientales en sus respectivos trabajos y que fácilmente se pueden aterrizar en el panorama nacional. Las dos contaban que Univisión y DeJusticia se han unido para crear contenidos que vuelvan lo ambiental un tema mucho más familiar. La concordancia que hay entre este medio y la ONG en cuanto a la ‘Justicia Ambiental’ ha permitido que compartan contenidos y que se le abran a las audiencias más espacios de divulgación. Asimismo, DeJusticia tiene un convenio con El Espectador para producir los contenidos de Infoamazonia, que tiene sitio web y espacio en el impreso.
Seguramente con más colaboración entre los distintos sectores divulgativos en temas medioambientales a nivel nacional, se puede adaptar un modelo colaborativo (e interestatal) como el que se vio en el foro para sacar adelante este tema, para que lo podamos conocer mejor y, por lo tanto, como dice Vergara, estemos en capacidad de amarlo más.