Este es el programa número uno de la televisión humorística: El AMLO [Andrés Manuel López Obrador]. Interpretado por el siempre súper optimista candidato a la presidencia de la junta de la vecindad: Andresito. Con José Antonio Meade, como ‘don Chingón’; Margarita Zavala, como ‘La Caquis’; Enrique Peña Nieto, como Kike (aunque es más parecido a Godines) y Donald Trump, como don Peluca, ‘el brujo de 71 años’ .
Recreación de la vecindad del ‘Chavo del 8’ / Fotografía tomada de: sipse.com
Era un día tranquilo del mes de mayo en la vecindad. Pasaba lo de siempre: entre los carteles, los zetas y demás grupos armados organizados, todos los vecinos vivían con miedo de lo que pudiera pasar. Los estudiantes eran tan llamativos que los confundían con narcos y los metían en ácido… cosa de todos los días, ¿no?
Mientras tanto, al borde de las escaleras en la entrada al patio principal, El AMLO y Kike hablaban con nostalgia del pasado:
— Oye Kike, como presidente, ¿cuál es la mejor cosa que puedo hacer para que los vecinos no se burlen de mí como lo hicieron de ti? – preguntó el AMLO.
—Pues no dejar que gente como el pinche Chapo del 8 se te vuele más de una vez sin pagar las deudas– respondió Kike.
—¿Nada más? – contra preguntó el AMLO.
—También debes ganar, mi güero. Llevas más de 12 años queriendo ser el presidente de la vecindad y no has hecho más que fracasar. Hasta un pedazo de PAN te ganó en 2006– concluyó Kike.
—¡Acúsalo con tu Consejo Nacional Electoral, AMLO! – lo exhorta la Caquis, interrumpiéndolos.
AMLO le da un coscorrón a Kike mientras le dice: ¡Toma! Y no te doy otra nomás porque si sigo hablando contigo, Don Chingón me alcanza en las encuestas.
Al mismo tiempo, en el otro patio de la vecindad, don Chingón se encuentra jugando con una pelota. A veces deseaba que AMLO fuera también fácil de patear para ganarle en primera vuelta, pero se acordó que la gente desconfía de él por haber pasado por el PAN y por el PRI, y se le pasó.
Acto seguido llegan la Caquis y AMLO para unirse al juego.
—¿Dónde está Anaya? – preguntó la Caquis.
—Ganando voticos como lo hizo Fox e intentando, por qué no, algo como lo que Calderón te hizo en 2006. ¿Te acuerdas mi AMLO? –dijo don Chingón.
—¡ARRGHHH! ¡¡Cállate pinche cabrón!! –contesta AMLO.
—Bueno ya hablando enserio, hoy no se puede dos contra dos. Tocará dos contra uno. ¿Tu y yo contra AMLO? –propone don Chingón.
—Sale y vale –contesta la Caquis.
El juego fue apasionante. La Caquis y don Chingón se tiraban la pelota. Éste último hablaba de sus propuestas asociadas a la seguridad en las calles dentro y en la frontera norte de la vecindad; de la disminución en la pobreza, es decir, dar más tortas de jamón, y esas cosas. Lanzaba la bola, la capturaba la Caquis y esta hablaba de sus estrategias para fomentar la cultura de la legalidad. Es decir, ser implacable con todos aquellos que hurten lo que sus vecinos dejen en el tendedero del patio común.
Pero al momento de lanzarle la pelota a AMLO, ellos fueron hostiles. La lanzaban fuerte y estaban siempre en desacuerdo con sus propuestas (similares a las de las campañas pasadas). Se enojaban cuando AMLO tenía por mucho tiempo la pelota y hablaba de cosas como: protección de altos funcionarios, como Juanito el cartero, por ejemplo; tener una política de austeridad, como la que manejaba la esposa de Kike con sus mansiones en el centro de la vecindad; y más temas de las tortas de jamón para disminuir la pobreza, pero de manera más focalizada.
Tras 20 minutos de juego, un megáfono a las afueras de la vecindad comenzó a alterar a todos los vecinos con mensajes que no se entendían. Unos decían que, tal vez, eran dichos en inglés.
“These killers come back in from Salvador, and through Mexico, like water. El Salvador just takes our money, and Mexico must help MORE with this problem. We need the Wall!”, era el mensaje que se podía escuchar.
Kike, como el hombre valiente que es, salió a ver quien era y se llevó una grata sorpresa:
—¡Chanfle! Pero si es don Peluca ¿No gustaría pasar a tomar una tacita de café?
—No way…
—¡Sí, güey! Venga nomás, o si quiere hablamos acá afuerita.
—Stay away from me, you moron.
—Uy pero, ¿qué pasó, que pasó, vamos ayyy? Pos bueno, me voy.
Estando en la vecindad, Kike se dirigió a AMLO, don Chingón y la Caquis para decirles:
—¿Saben qué? Mi mandato en esta linda comunidad pudo ser un desastre, pero el que gane tiene que ponerle un alto a este viejo Cleotildo – afirmó Kike.
—¿Cleotildo? – preguntó AMLO.
—Ah no, el pelucas gringo ese –respondió Kike.
—¡Brujo con 71! Chusma, chusma pfff –argumentó don Chingón.
—¡Por fin estamos de acuerdo en algo! –dijo emocionada la Caquis.
—¿Con que Kike fue un desastre? Pos obvio –sugirió AMLO.
—No, no, no. Bueno también. Sino en que debemos estar unidos, gane quien gane para no dejar que este viejo pisotee la vecindad y así nos deje vivir en paz –contestó la Caquis.
Esta historia continuará… después del 1 de julio, en donde veremos si por fin Andrés Manuel López Obrador (AMLO) gana algo más que burlas y memes.