“Salgan a votar”, “la consulta no sirve”, “es para darle votos a la izquierda”, “es una pre-campaña a la alcaldía”. ¿Qué tan ciertos son los rumores? Consultamos al “pueblo ilustrado” y a un experto para conocer qué tanta certeza hay sobre los alcances, dificultades y mentiras de la consulta anticorrupción que se realizará este domingo 26 de agosto.
¿Qué tanta claridad hay sobre la consulta anticorrupción? Según las respuestas de algunos javerianos, aún hay cierta confusión sobre las elecciones del domingo. Con el fin de aclarar esto se realizó una entrevista al coordinador nacional de comunicaciones de la Misión de Observación Electoral y se revisaron documentos destinados a esclarecer la confusión preelectoral.
Si bien el primer punto de la consulta versa principalmente sobre los salarios de congresistas, otros altos funcionarios del Estado también verían reducido su sueldo en caso de ser aprobado este punto de la consulta. Se incluirían en este grupo funcionarios como Magistrados de Altas Cortes, Contralor General, Defensor del Pueblo, Registrador General, Fiscal General, Comandantes de Fuerzas Militares, gobernadores, alcaldes, entre otros.
A pesar de la frecuencia con que se enuncia esta crítica, la consulta no favorece (directamente) a ningún sector político en especial. Es probable que sus promotores ganen una mayor visibilidad con esta, pero hay que recordar que es un proyecto democrático apoyado por congresistas de todos los partidos. Tuvo 84 votos a favor y cero en contra. Nadie está obteniendo una ventaja significativa con la realización de esta consulta, salvo los ciudadanos.
Evidentemente, la obtención de resultados favorables no derivará en una persecución de la derecha como algunos piensan. La persecución irá enfocada exclusivamente hacia los corruptos, sean estos de derecha o izquierda
En cuanto a la remuneración económica, de ningún modo los promotores de esta iniciativa popular obtendrán beneficios monetarios de esta consulta. De hecho, la ley impide que se reciba cualquier suma de dinero por voto obtenido.
A su vez, en la discusión sobre la constitucionalidad de bajar los salarios, no hay un consenso al respecto. Según sostiene Fabián Hernández de la MOE, esta decisión le compete a la Corte Constitucional y no se puede afirmar algo definitivo. Por otro lado, una alta votación en ese punto sería un argumento de gran fuerza a favor, incluso, de la modificación de la norma, pues es una pronunciación del pueblo, el constituyente primario.
Fabián Hernández. Coordinador Nacional de Comunicaciones MOE. Fotografía tomada por Juan Solís
Por último, hay quienes sostienen que el dinero de la consulta se pudo haber invertido en otras iniciativas o proyectos más “necesarios”. La cuestión con este planteamiento es que el dinero para realizar la consulta ya estaba destinado a financiar procesos democráticos y, por lo tanto, no hubiera sido posible destinarlos a otro fin.
Este mecanismo electoral ofrece una posibilidad para que el pueblo se pronuncie y haga valer su ciudadanía a través de las urnas. Es claro que -al igual que sucedió con los Acuerdos de la Habana- esta consulta no dará solución inmediata a todos los problemas del país. Pero una fuerte movilización ciudadana comunica mensajes con mayores probabilidades de ser escuchados y, por ende, acatados. Es nuestra responsabilidad salir este 26 de agosto y votar la consulta. No importa si se vota 7 veces sí o 7 veces no (o combinado), la cuestión es cumplir nuestro deber ciudadano.