Aura Rojas, o como todos la llaman, Aurita, lleva 33 años trabajando en la Facultad de Comunicación y Lenguaje. Sus recuerdos y ahora su trabajo en el Archivo de la Facultad la han convertido oficialmente en la guardiana de la memoria.
FOTO: La carrera de Comunicación Social cumple 70 años.
La carrera de Comunicación Social está cumpliendo 70 años desde su creación en 1949. Estas siete décadas han sido construidas con el trabajo arduo de importantes académicos que han desempeñado el rol de decanos, directores y profesores. Aunque los nombres retumbantes de dichos personajes son los que usualmente se guardan en las memorias, al lado de ellos han trabajado decenas de personas indispensables que han procurado que los engranajes de la carrera estén sincronizados. Aura Rojas es una de ellas.
De estas siete décadas, Aura ha trabajado en el detrás de escena 33 años. Lo ha hecho desde el 26 de julio 1986 con su posición como secretaria del decano de la Facultad de Comunicación Social y Lenguaje, Joaquín Sánchez, o como le dice ella ‘el padre Joaco’, y desde la secretaría del decano Gabriel Jaime. También ha hecho parte del equipo de posgrados y más tarde de la carrera de Comunicación Social. Los saltos de aquí a allá que ha realizado por los diferentes puestos de trabajo la han convertido en la memoria viva de la facultad y de la carrera.
Su rol como guardiana de la memoria se hizo oficial cuando en el 2014 a petición de ella le otorgaron la responsabilidad del Archivo de la Facultad “yo pedía a gritos que me dejaran el Archivo porque ellos pensaban en una niña del Sena, pero les dije que se iban a quemar”. Ahora entre pilas de papeles de actas, reuniones, planes de estudio, hojas de vida de estudiantes y profesores, ella conserva los hechos y transformaciones de la carrera más antigua de comunicación en el país.
FOTO: ‘Aurita’ en el archivo de la facultad.
Antes de ser encargada del Archivo, ‘Aurita’ quiso estudiar bibliotecología pero al no poder conciliar sus horarios de trabajo con los de la carrera abandonó la idea. El Archivo, entonces, se convirtió en la manera de redimir sus aspiraciones y ella dice ahora “me siento muy realizada”.
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Como 33 años es por lo menos un tercio de una vida, le pregunté por qué había decido pasar todo ese tiempo en la universidad y en la facultad. Para ella, los principios morales y éticos de las personas que se ha encontrado allí, el respeto, la estabilidad y la responsabilidad con su trabajo la han mantenido; Creería que la universidad tiene en mí un buen trabajador y yo tengo una súper empresa en donde Dios me dio la oportunidad de trabajar”.
En sus muchos años de servicio de todo ha pasado. Sufrió cuando en los ochenta solo eran tres secretarias que trabajaban en máquinas de escribir, y también más tarde cuando los computadores llegaron y todo se volvió más confuso y complicado. Se sobrepuso a los cambios por su salida de la secretaría de decanatura y hasta a las historias de fantasmas cuando fueron trasladados al edificio José Rafael Arboleda S.J en el 2000.
Su guardia está pronta a acabar. El próximo año podrá pasar papeles para pensionarse y hacer otras cosas que tiene pendientes. Su siguiente tarea no será viajar en el tiempo, sino en un avión cruzando fronteras. Visitará a su hermana en Canadá y a una amiga en Nueva York, después volverá a Colombia a ver qué hacer.
FOTO: La carrera de Comunicación Social cumple 70 años.
Mientras tanto no pierde sus costumbres. Llega en las mañanas y saluda a quien se cruce en su camino: al conserje, al guardia de seguridad, al profesor, al decano y hasta el rector. Porque con 33 años de trabajo y servicio ha conseguido que no la llamen Aura sino Aurita. Y sabemos que, aunque pronto se marche, seguirá siendo parte de la memoria viva de la carrera.
Si quieres conocer más historias como esta, celebremos juntos los 70 años de la carrera de Comunicación Social. El evento se llevará a cabo el 26 de septiembre de 5:00 a 9:00 pm en el Centro de Formación Deportiva.