En Directo Bogotá nos dimos a la tarea de buscar en la capital esos nichos donde se rinde culto a géneros musicales específicos, generalmente arropados bajo el nombre de la música popular. Además puedes escuchar la canción que mejor define a cada lugar.
FOTO: Fachada de El Viejo Almacén de Marielita en el centro. Hugo Caro @Faisanizate.
Porque la música popular también evoca el viejo arrabal del que salió el tango, en el tramo entre la Junta y Patillal aún resuenan los versos de Diomedes Díaz y los guateques que organizaban los cocacolos al son de un bugalú. A continuación, encontrará cinco sitios para evocar otras épocas escuchando a Carlos Gardel o azotar baldosa al ritmo de Alfredito Linares y su Mambo Rock.
El viejo almacén de Marielita
Cra. 4 #20-26
FOTO: Más de 17 fotos rinden homenaje al Zorzal Criollo, Carlos Gardel. Hugo Caro.
Como salido de un relato, el Almacén de Marielita reposa entre pescaderías y restaurantes de mar que guían al visitante por su peculiar olor. En la entrada hay un reconocimiento hecho por sus clientes del 2004 por sus cuarenta y tantos años que permite apreciar la antigüedad de este sitio, que con una mata de sábila detrás de la puerta, se deja ver tan agüerero y resabiado como el Cambalache de Enrique Santos Discépolo.
La magia de este lugar está en que podría ubicarse en Medellín o en el mismísimo Buenos Aires. Verdaderamente es un sitio de culto donde gracias a su devota más grande, Mariela Cruz Marín, quién tiene su nombre escrito en la bohemia de Bogotá y que sin importar que las nieves del tiempo platearon su sien y menguaron su paso al ritmo de un bastón, es el artífice de que el foco de adoración en su almacén sea el más grande, Carlos Gardel. Su música, su fotogénica figura y hasta una imagen de tamaño real adornan este lugar que con bombillos a media luz, contagia bohemia. Las mesas de madera, su único sofá de un rojo carmesí, sus sillas de finas patas de acero, más que comodidad propician el ambiente adecuado para escuchar las melodías melancólicas de bandoneones y violines.
Canción: Lejana tierra mía – Carlos Gardel:
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La Trampa Vallenata
Cll.53 #27A-31
FOTO: Interior de la Trampa. Hugo Caro.
Recibe su nombre de una composición del juglar Alejo Durán que grabaron los Hermanos Zuleta en 1998. El vallenato es uno de los géneros musicales que más ha evolucionado y así lo han comprendido en la autodenominada “discoteca más influyente del folclor vallenato en Colombia” (así reza en uno de sus murales). En la primera planta hay una tarima dispuesta para un conjunto vallenato y, en cuanto la programación musical, la curaduría permite que en un lugar donde se observan las imágenes de un indio arhuaco, Diomedes Díaz y Alejo Durán confluyan los versos de Jorge Oñate y Poncho Zuleta con las nuevas propuestas de Martín Elías o el Silvestre Dangond y su silvestrismo.
Una triada al ritmo del titicó: tres sitios salseros.
** El titicó corresponde al sonido producido por la campana.
Canción: La Trampa – Los Hermanos Zuleta
Quiebra Canto
Cra. 5 #17-76
FOTOS: La Agrupación Leña Caribe presentándose en vivo en Quiebra Canto. Amalin Martínez .
En pleno corazón de la ciudad se encuentra uno de los lugares que más ha aportado a la gestación de la salsa bogotana. Surgido de un grupo de estudiantes, entre ellos Álvaro Manoslava, su actual propietario. En sus paredes se respira un aire latino; en el primer piso la vista se carga de imágenes que rememoran desde la mítica Celia Cruz hasta una de las orquestas neoyorquinas más influyente de los años setenta, La Narváez. También se pueden observar uno que otro afiche de películas icónicas como Taxi Driver o la Naranja Mecánica. En la programación es común encontrar desde la salsa más gorda hasta sonidos latinos como los de Juan Luis Guerra y tan pacífico como la vamo´ a tumbar del Grupo Saboreo. Más allá de programar, en Quiebra Canto tienen lugar los nuevos sonidos del ambiente salsero. Prueba de ello es que es uno de los lugares donde la Orquesta la 33 ha tenido cabida desde su fundación por allá en 2001. Hace poco recibió a la orquesta canadiense Lengaia Salsa Brava y constantemente recibe a nuevas propuestas bogotanas, como la Merken Van y la Charanga Nueva York.
Canción: Soledad – La 33
Galería Café Libro
Tv. 15b # 46-38 y Cra. 11A 93 – 42
Canción: Los reyes del mundo – Alfredo de la Fe
Es tan reconocida que ya cuenta con dos sedes en Bogotá. La programación de este sitio va desde Sandra Mora, de Naty y su Charanga, donde además de poder echar un pie, se puede hacer uso del servicio de restaurante. Su primera sede se encuentra en el barrio Palermo, donde su actual propietario, Alberto Littfack comenzó haciendo de todo. Según el libro Salsa y Cultura popular en Bogotá, su primer dueño, Fred Caín Torres, huyó del país tiempo después de la fundación de Galería por acusaciones en su contra. Por su tarima han pasado exponentes fuertes de la salsa. Desde lo más bravo como Alfredo de la Fe y Naty y su Charanga, hasta los sonidos más de culto, como la Timba de los ex vocalistas de los Van Van de Cuba Pedro Calvo, Mario (Mayito) Rivera y Yeni Valdés.
Salszburgo
Cra. 9 #No. 70 - 23
FOTO: Fuente: Facebook de Salszburgo.
La apuesta de Salszburgo es por la cultura. Su dueño, Fernando España, es un personaje curtido en la rumba salsera de Bogotá. Antes de que el bar se inaugurara, Fernando fue el propietario de Sonfonía, mítico bar del circuito salsero. Primero estuvo en la calle séptima con carrera 40, en un local pequeño por donde también pasó otro reconocido bar como Son Salomé. A pesar de que hace poco trasladaron su sede a Quinta Camacho, allí la salsa siempre ha sido vista como un movimiento cultural que trasciende la música. En Salszburgo es común asistir a eventos que promuevan la cultura salsera como en lanzamientos de libros, tertulias y hasta proyecciones de documentales. En ocasiones también fue sede del encuentro pre-Salsa al Parque normalmente organiza el colectivo Azúcar, Salsa y Cultura.
Su programación musical se rige por especiales de aniversarios y cumpleaños de artistas. Pero cuando no es así, en Salszburgo se puede escuchar una buena timba cubana seguida por lo mejor de los ritmos afroantillanos. La particularidad de Salszburgo es el nivel de baile de sus asistentes. Se pueden observar desde pasos propios de la rueda de casino cubana (estilo que ocasionalmente también enseñan a bailar aquí) hasta el típico bailarín de zapato de charol blanco.
Canción: Qué pasa loco – Isaac Delgado
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