¿Cómo hemos vivido los días de encierro? Estudiantes de la clase de ‘periodismo digital’ narran un día de sus vidas tras la llegada del nuevo coronavirus a Colombia.
ILUSTRACIÓN: Tomada de Pixabay.com
En la semana del 13 de marzo, el gobierno de los Estados Unidos comenzó a depositar en las cuentas bancarias de los ciudadanos estadounidenses un auxilio de 1200 dólares con el objetivo de ayudar a las personas para que pudieran comprar comida, medicamentos y demás bienes necesarios durante la pandemia. Esta acción se realizó a través del Servicio de Impuestos Internos, también conocido como IRS.
Fue una gran sorpresa para miles de estudiantes que estuvimos trabajando el verano pasado en el país, al darnos cuenta de que ese beneficio nos respaldaba. Universitarios alrededor del mundo habíamos realizado una declaración de impuestos a inicios de este año para consignar ante las autoridades estadounidenses nuestros ingresos y ganancias por la temporada en la que estuvimos allí, razón por la cual terminamos recibiendo el dinero.
En el momento en que abrí la cuenta bancaria y observé ese dinero tuve una sensación similar a la de cuando uno se imagina qué haría si se gana el Baloto. Sí, es cierto que son 1200 dólares y no los cientos de millones que se acumulan como premio mayor de una lotería, pero en medio del confinamiento, periodo en el que los gastos se ven reducidos y teniendo en cuenta que no cuento con mayores ingresos por ser estudiante universitario, era básicamente como si me hubiese hecho rico de la noche a la mañana. Ya se imaginarán mi cara cuando veía el dólar subir en medio de la crisis.
Pero no todo podía ser felicidad. Estuve hablando con otros estudiantes que también estuvieron trabajando y llegaron las dudas sobre lo que deberíamos hacer. Pensamos que el auxilio estaba destinado a los ciudadanos estadounidenses y nosotros no lo éramos.
A pesar de buscar la información nadie nos respondió si los estudiantes de Work and Travel (programa de trabajo) éramos realmente elegibles para recibir dicha ayuda o no. Ante este panorama, muchos de nosotros decidimos no tocar el dinero hasta dentro de unos meses.
En estos días de cuarentena he pensado en eso, pero he decidido no hacer uso del mismo hasta tener la certeza de que no se trató de un error, o que alguien me explique qué puedo hacer con él en caso de que deba regresarlo. Pero en tiempos de crisis, las respuestas tardan en llegar.
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