Estas zonas naturales, ubicadas muy cerca del área metropolitana de Bogotá por la localidad de Usaquén, presentan descuido por parte de la ciudadanía y el distrito.
Fotografía tomada de Publimetro
El salto del hippie es una caída de agua que se desprende de la quebrada puente piedra, y muy cerca de ella, aparece Santa Ana, ambas a unos escasos metros de la ciudad de Bogotá.
Debido a su ubicación tan próxima con la ciudad, estas dos zonas naturales se ven normalmente afectadas por el deshecho de basuras por parte de los pobladores y comerciantes que viven entre el sur de Usaquén y la vía a La Calera. Este hecho ha afectado el atractivo de las cascadas y ha provocado problemas de salud pública.
La Secretaría de Ambiente de Bogotá, expresó que aún no puede dar conocimiento sobre algún plan de intervención en el lugar, porque es un caso que se reportó hace relativamente poco. Aun así, como se puede constatar en el centro de documentación de este organismo distrital, no es la primera vez que se reportan casos de contaminación en la quebrada Puente Piedra y estas dos cascadas.
En el año 2014, como se puede leer en el reporte de restauración ecológica de la Secretaría de Ambiente, esta zona ya había sido intervenida con planes de revegetación, eliminación de vertimientos de desagüe, limpieza y adecuación del cauce, y establecimiento de conectividad ecológica, entre otros planes. Todo con el fin de restaurar este sitio para comodidad de personas que acuden como turistas, ya que las cascadas que actualmente presentan este problema, aparecen contempladas en el plan de ecoturismo diseñado para la localidad de Usaquén.
De hecho, en varios de los diagnósticos ambientales realizados para el distrito sobre quebradas y cauces de Usaquén, se observa que la mayoría presentan graves casos de contaminación en sus aguas, siendo las de Morací y Puente Piedra las que tienen mayor índice. La quebrada Santa Bárbara es de las más limpias, aunque también presenta condiciones regulares.
Por otro lado, el Distrito tiene planeado la construcción de un sendero por ese lugar de los cerros, bautizado como Sendero de las Mariposas. Con este se busca generar nuevos espacios sociales como así lo anuncia el alcalde de la ciudad Enrique Peñalosa en su cuenta Twitter: “El Sendero de las Mariposas alto en los cerros y el parque-malecón del río Bogotá serán espacios de integración social en la Bogotá futura”.
Al respecto, Mauricio González, Ingeniero civil experto en gestión ambiental y profesor del departamento de Ecología de la Universidad Javeriana, opina que es indispensable “identificar la fuente de contaminación de donde proviene, porque si es por turismo, debe haber un plan de cómo trabajar eso, haciendo un seguimiento acompañado de educación”.
Sin embargo, también advierte que si la contaminación no tiene relación directa con el turismo, puede ser positivo en cuanto “se genera una apropiación de ese espacio, y en la medida en que más gente se interese en asistir allí, mejor. A mayor preocupación social va a haber más interés de la alcaldía.” El ingeniero también dice que la contaminación de la zona se debe mucho a la presión que existe en la ciudad de expandirse, como ocurre con la localidad de Usaquén. A eso se le suma la falta de educación ambiental que afecta también la percepción y el uso que haga la ciudadanía de los cauces.
Por su lado, la dueña de un local de comidas de Morací 1, vía a la Calera, dice que muchas veces la rentabilidad de los negocios de la zona se debe al turismo que presentan las quebradas y lugares naturales que se encuentra en Monserrate, por la vía, siendo las más populares las de Patios. También dijo que en los últimos días ha sentido disminución en las ventas y que los residuos por lo general son recogidos por los carros de la basura del distrito, por lo que ella no ha tenido la necesidad de desecharlos al río Morací, el más cercano.