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Además, busca aumentar a 23 mil millones sus ventas, y se proyecta a largo plazo con nuevos espacios que fortalezcan el gremio editorial y promuevan la lectura
Imagen tomada de Feria del Libro
Treinta años atrás, en 1987, cuando Jorge Valencia Jaramillo, el entonces ministro de cultura, decidió abrir un espacio de promoción a la lectura, no imaginó el crecimiento que iba a tener este evento en el país. Cifras de la Cámara Colombiana del Libro (CCL) indican que inicialmente se disponían de 6.000 metros cuadrados, lo que en su momento sería un espacio adecuado para las apuestas iniciales: traer invitados internacionales, entre ellos premios Nobel; abrir espacios para la literatura infantil y juvenil, e incentivar a las universidades a realizar publicaciones, según explica Enrique Patiño, autor del libro que se está realizando en conmemoración a los 30 años.
Hoy con 51.000 metros cuadrados, el evento más importante de Corferias busca superar las cifras de años anteriores. En el 2016, medio millón de personas asistieron a la Feria del Libro dejando como resultado 22 mil millones de pesos en ventas; este año se espera que sean 530.000 las personas que disfruten de la alta oferta cultural y que además las ventas asciendan a 23 mil millones de pesos.
Aunque las cifras son un claro indicativo del notable crecimiento en asistencia y ventas que ha tenido la Feria, el espacio físico se está quedando corto para recibir a los asistentes e invitados nacionales e internacionales con los que anualmente se pretende innovar. Enrique González Villa, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, considera que “esta feria se creció más de la cuenta y el pueblo espera un lugar que aguante”. Esto resulta positivo ya que indica que efectivamente hay un interés por la lectura pero hace evidente la necesidad de abrir espacios complementarios a Corferias.
Por lo anterior, el próximo año se espera que allí se inaugure Ágora, un espacio que busca principalmente abarcar el continuo crecimiento de Filbo. “Se espera que en Ágora se duplique la capacidad para salones; hoy se cuentan con 10”, añade González Villa. Adicional a esto, Sandra Pulido, gerente de Ferias de la Cámara Colombiana del Libro, comenta que para esta ocasión se abrió la carpa de las Américas y a su vez se espera la remodelación del 10% de los espacios físicos.
Las proyecciones no sólo están relacionadas con ampliar la infraestructura del evento que este año tiene como invitado especial a Francia, también se busca que en conjunto con las políticas públicas del gobierno, los índices de lectura aumenten y Colombia sea un país de lectores. Desde Filbo se busca que el libro haga parte de la cotidianidad de las personas y “se ponga en contacto la cadena del libro: desde el escritor hasta el lector”, complementa González Villa.
Finalmente, se tiene como objetivo continuar con el fortalecimiento del gremio editorial teniendo en cuenta que ha sido La Feria del Libro quien ha visibilizado este sector. Según Pulido, Filbo “le apunta a ser un centro de negocios de la industria editorial teniendo como referente Guadalajara, ciudad reconocida por su feria del libro”; esto con el fin de fortalecer las dinámicas comerciales con otros países y continuar trayendo una alta oferta cultural cada año.