Artículo publicado en El Espectador
Ochocientas horas puede durar la confección de un vestido de este tipo y se requerirá de por lo menos 20 artesanos de tiempo completo.
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París. Taller. Bocetos en la mesa. Colores. Vestieres. Mediciones. Cortes de tijeras sobre telas. Alfileres e hilos atravesando cada diseño. Accesorios hechos a mano. Diseñadores. Modistas. Costureros. Artesanos. Clientes. Ochocientas horas. Élite. Pasarela.
Cuando se habla de alta costura, o haute couture, en Colombia, se suele cometer el error de pensar que nuestro país es parte de esa élite. Si usted es de los que piensan que la modista o diseñadora de su barrio hace haute couture, por el vestido o traje que le hizo para una fiesta elegantísima hace un tiempo, tal vez le convenga leer lo siguiente para entender qué es realmente la alta costura.
Sin demeritar el trabajo de su diseñadora o modista, permítame informarle que para llegar a eso se necesitan ciertos requisitos. Para empezar, su modista tendrá que diseñar bajo pedido y a la medida, eso sí con clientes privados. Usted dirá: “pero mi diseñadora me atiende en privado y me hace todo a la medida”. Seguro que sí. Sin embargo, más allá de eso, las costuras, bordados, accesorios y detalles de cada prenda deberían ser hechas e incrustadas a mano. Para eso los 20 artesanos.
Además de ese rollo, su diseñadora debe tener un taller en París con esos 20 artesanos o más, con disponibilidad de tiempo completo. Podrá vender un solo diseño de cada colección por continente y cada temporada presentar ante la prensa de París un conjunto de por lo menos 35 prendas. ¡Imagínese eso! Y eso si la élite francesa la acepta.
Charles Federick Worth fue el creador del término haute couture. A pesar de su origen británico, el diseñador dio vida a esta élite en Francia en el siglo XIX. Todo comenzó cuando Worth hacía desfiles privados para clientela adinerada y exclusiva. De allí que no todos puedan comprar ni tener diseños de alta costura. Es precisamente todo lo contrario de la prenda común “lista para llevar”. Por eso mismo requiere de casi 800 horas de trabajo y dos desfiles oficiales en París para las temporadas de primavera-verano y otoño-invierno.
Muchos otros dicen que la alta costura nació mucho antes: en la segunda mitad del siglo XVIII. Para ese momento María Antonieta (1755-1793), la reina francesa, lucía unos vestidos espectaculares que eran diseñados por Rosa Bertine, la responsable entonces de introducir este arte.
En todo caso, se puede meter su diseñadora en un problema si alguien de por allá se entera de que ella usa el término alta costura para sus diseños hechos a máquina, pues el término haute couture está protegido legalmente por la Cámara de Comercio e Industria de París. Sólo las casas de moda avaladas de verdad por la Cámara Sindical de Alta Costura, creada por Worth, podrán hacer uso de la denominación. Otro dato interesante es que cada año la Cámara de Comercio e Industria de París anuncia una lista con las casas de moda autorizadas, o sea, si no pasó el examen ese año y no está a la altura, ¡chao!
No creo tampoco que su diseñadora le pague e incluso ruegue por llevar alguno de sus diseños en cualquier evento. Así es: debido a los precios tan elevados, casi inalcanzables, de esta moda, los diseñadores deben convencer y pagar a algunas celebridades para que luzcan sus diseños en cualquier alfombra roja. Con decirle que en el mundo se estiman que hay sólo 4.000 compradoras de alta costura, casi todas mujeres de la alta (altísima) sociedad, la mayoría de ellas provenientes de Oriente Medio, Rusia y China.
Los precios han llegado a ser un problema grave, pues muchas casas de moda, al no vender tanto como una cadena de moda “normal”, no pueden cubrir los gastos que requiere un desfile de alta costura, por eso muchas de estas casas han ido a la quiebra, mientras que otras han elegido sacar al mercado colecciones ready to wear, que son las que generan ganancias por ser muchísimo más asequibles.
Faride Ramos, una reconocida diseñadora colombiana, explica que haute couture “es un término utilizado para referirse a prendas hechas 100 % a mano, con los más altos estándares de calidad en acabados y bases textiles. Son prendas únicas y exclusivas que no tienen reproducción”. Y confirma la teoría: “No existe en Colombia la alta costura. Es necesario tener una certificación de dicha especialización, que sólo se da en Francia, específicamente en París”.
Casas aprobadas como de “haute couture”
Dolce & Gabbana, Givenchy, Ulyana Sergeenko, Zuhair Murad, Valentino, Jean-Paul Gaultier, Viktor & Rolf, Elie Saab, Maison Margiela, Alexandre, Vauthier, Armani Privé, Alexis Mabille, Atelier Versace, Chanel, Giambattista Valli, Francesco, Christian Dior, Iris Van Herpen, Schiaparelli.
Datos curiosos…
- Lucien Lelong, presidenta de la Cámara de Comercio de la Industria de París durante la Segunda Guerra Mundial, rechazó la idea de llevar la alta costura a Berlín. Dijo “Es en París o en ningún lado”.
- Durante la guerra, la “haute couture” tuvo problemas por la escasez de materiales. Sin embargo, los diseñadores optaron por presentar sus propuestas modeladas por muñecas y eso redujo los costos.
- Aunque algunos diseñadores venden un modelo de cada pieza por continente, los ideal es que el diseñador le garantice a su cliente que la pieza sólo será repetida un máximo de tres veces: la de pasarela, la que la compradora lleva y la que el diseñador guarda para su colección personal.
- Un traje de alta costura puede costar entre 30.000 y 200.000 euros, es decir, entre $94’805.850 y $632’039.000.Las clientes que más compran son provenientes de los Emiratos Árabes Unidos.
- La costurera o sastre que comienza la elaboración de una pieza, desde el boceto, debe terminarla también. Los talleres o “ateliers” de alta costura tienen dos divisiones: la “flou”, dedicada a los vestidos, y la “tailleur”, dedicada a la sastrería.