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Annie Gómez R. - annie.gomez@javeriana.edu.co //

Los jóvenes suicidas


Ilustración de Rebecca Dautremer

El cuarto de Juan Felipe lleva cinco meses con la cama destendida. En la mesa de dibujo, que sus padres le compraron hace tres años cuando entró a estudiar arquitectura en la Universidad Nacional, hay varios planos sin terminar.


"Estaba cerca de entregas finales cuando pasó", apunta su madre.


El 14 de noviembre de 2016, Felipe se sumó a los 307 fallecidos a causa de suicidio que se registraron ese año en Bogotá. Una cifra tomentosa que no para de aumentar desde el 2015, pues, de acuerdo con Medicina Legal, desde entonces, el suicidio se mantiene como tercera causa de muerte violenta en la ciudad.


Tenía 21 años cuando se colgó en la ducha del baño de huéspedes en su casa al norte de la ciudad. Los resultados de la autopsia determinaron que murió rápidamente por ahorcamiento, pero su cuerpo duró varias horas sin vida mientras sus padres llegaban del trabajo. Aunque parece imposible, encontrarlo en este estado no fue lo peor para sus padres. Lo peor, dicen, es que nunca tuvieron certeza sobre lo que motivó a su hijo a tomar esta decisión, la decisión más difícil en la vida de un hombre, pues, bien dice Camus "lo más importante que se hace día a día es tomar la decisión de no suicidarse".


Sin embargo, las cifras y la cercanía con otras historias similares a las suya se convirtieron en una especie de consuelo para los padres de Felipe ante un panorama más amplio y desalentador. De acuerdo con Medicina Legal, en lo que va del año, de cada cinco suicidas en la ciudad, cuatro son hombres, la mayoría solteros que se encuentran entre los 15 y 34 años, con mayor figura de jóvenes entre los 20 y 24.


Para Liseth García, psiquiatra especialista en familia, no hay una razón determinante que justifique este patrón, aunque las edades, dice, son claves: "el salto de la infancia a la juventud, o a una primera adultez determina retos fundamentales en la construcción de los individuos que muchas veces no tienen herramientas suficientes para superarlos". En cambio, para la psiquiatra el factor del género debe ser analizado con más cuidado.


"No hay que caer en conclusiones apresuradas como asegurar que las rupturas amorosas son más problemáticas para el caso del hombre. Una cifra como esta, nos propone ahondar en las dinámicas de nuestra sociedad y las presiones que generalmente recaen sobre los jóvenes de estas edades y cuestionar su facilidad para relacionarse", concluye García.


Aún no hay claridad sobre el por qué detrás de la decisión de Felipe, es difícil tener certeza acerca de los motivos de cada nuevo suicidio, que de acuerdo a la policía se presenta cada 28 horas en Bogotá. Sin embargo, esta cifra en aumento recae en una población específica, algo así como en el filme de Sofia Coppola, Las Vírgenes Suicidas. Puede ser que hoy los ‘Jóvenes Suicidas’ de la ciudad piden a gritos ser vistos y salvados por la sociedad.







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