A la altura de la carrera 16 con calle 33, en el corazón del barrio Teusaquillo, se reúnen algunos taxistas a pasar el tiempo mientras esperan clientes o mientras los llaman por el radio teléfono para algún servicio cerca. En un encuentro sano y amistoso, con mesas propias y entre risa y risa, en plena calle, matan el rato jugando cartas, en una una mesa se juega poker, en la otra, Blackjack.
Este tipo de encuentros hacen parte de la cotidianidad bogotana, donde no todo es inseguridad, robo y contaminación; con este cuadro de 12 a 15 taxistas jugando en las calles podemos ver otra cara de la ciudad, una cara amable, divertida que, en hora de almuerzo, prefiere socializar con los compañeros del gremio para reírse y compartir un rato.