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Felipe Morales Sierra //

¿Qué dejó el Ciclo Rosa en su edición 2017?


El evento, organizado por la Cinemateca Distrital y el Instituto Distrital de las Artes (Idartes), es una de las muestras de cine LGBTIQ más antiguas del continente.

Afiches del Ciclo Rosa en la Taquilla de la Cinemateca Distrital.// Fotografía de Felipe Morales

Esta edición del festival estuvo centrada en la formación cinematográfica. “Estamos realizando talleres de fanzine en varias localidades de la ciudad.” dijo para Directo Bogotá María Paula Lorgia, asesora de programación de la Cinemateca Distrital y coordinadora del Ciclo Rosa.

El Ciclo tiene dos componentes fundamentales: uno académico y uno audiovisual. Además de los talleres que menciona Lorgia, hubo paneles y discusiones alrededor del cine que trata temáticas de diversidad sexual. Así como las proyecciones, la mayoría de estos encuentros tuvieron lugar en la Cinemateca, pero también

El componente académico de la Cinemateca reunió a organizaciones que trabajan por la promoción de derecho de la comunidad LGBTI como 'Colombia Diversa', a instituciones que trabajan directamente con el cine como la 'Fundación Patrimonio Fílmico' y a la misma a academia, representada en 'Fronteras', una iniciativa que lidera Marta Cabrera, profesora de Estudios Culturales de la Universidad Javeriana.

'Fronteras', que para Cabrera no es grupo de investigación ni semillero, ni ninguno de esos rótulos académicos, sino un conjunto de personas a quienes les interesa investigar en género y sexualidad a partir de lo sonoro y lo visual, convocó a ponentes que trataran estos temas y presentó tres. “Una sobre cine comercial de Hollywood, otra sobre cine mexicano y otra sobre el amor en la obra de Passolini”, dice la profesora.

Corredor de la cinemateca Distrital. Las fotografías hacen parte de la exposición ‘Bondage’ de la fotógrafa Marcela Lízcano. // Fotografía de Felipe Morales

Una curaduría seria y plural

El componente audiovisual, tiene a su vez dos selecciones: una de productos latinoamericanos y otra internacional. La curaduría de contenidos latinoamericanos la hizo Julián David Correa, ex director de la Cinemateca y uno de los fundadores del Ciclo, quien en ese ejercicio también lanzó una convocatoria de cortometrajes a través de Idartes, tres de los cuales fueron seleccionados para hacer parte del evento. Por otro lado, el encargado de la curaduría de los contenidos internacionales fue Wieland Speck, exdirector de la sección Panorama del Festival Cinematográfico de Berlín, Berlinale.

Correa y Speck tuvieron la ardua tarea de escoger productos audiovisuales que representen, no solo en la pantalla sino también en la realización, todas las formas de género e identidad sexual en una industria predominantemente masculina y heterosexual como la fílmica.

“Es una queja recurrente que hay muchas más películas sobre los hombres gay, que hay menos de lesbianas e incluso menos de trans. Sin embargo, en esta curaduría, los curadores hicieron la curaduría por los colores [de la bandera], LGBTIQ. Este año hay al menos una película por cada color así que se están representando todas las formas de sexualidad”, aseguró Lorgia.

La asesora de programación de la Cinemateca, quien dirige el evento hace cinco años, agregó que al pasar los años hay cada vez más producción audiovisual alrededor de estos temas: “antes había únicamente películas de Estados Unidos, Canadá y Alemania. Hoy vienen de todo el mundo. De hecho, en esta edición tuvimos una película de Taipei y en la pasada tuvimos varias de África”.

Detalle de ‘Bondage’. Esta exposición recibe el nombre de la película en que Marcela Lízcano es directora de fotografía. // Fotografía de Felipe Morales

Un ciclo polémico

Organizar un ciclo de cine sobre diversidad sexual en un momento en que el debate sobre los derechos y garantías para estas comunidades en Colombia alcanza un punto de inflexión, podría ser caótico.

Lorgia, sin embargo, niega haber tenido problemas aunque dice que a veces se nota cierta resistencia de parte de sus asociados en las localidades al ofertar el Ciclo Rosa. “Nosotros desde la Alcaldía no hemos tenido oposición, porque desde allí estamos promoviendo la diversidad y los derechos LGBTI. De hecho, el Ciclo es uno de los eventos a los que les va mejor. Viene gente que nunca había venido a la Cinemateca”.

Por eso y porque en Colombia no se ha hecho todavía el primer largometraje que trate temas de diversidad sexual, Lorgia concluye: “sabemos que hay mucho por hacer y ojalá el ciclo sea cada vez más grande”.

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