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  • Gabriela Winkler -

“Los de siempre dirán que somos pocos”: Marcos Calarcá


El exnegociador de las Farc en la Habana y ahora representante a la Cámara por el Valle afirma que, a pesar de sus resultados electorales, seguirán apostando por la política y no por las armas.

Luis Alberto Albán Burbano, más conocido como Marcos Calarcá, jugó un papel fundamental durante los diálogos de la Habana. Nació en Cali el 16 de agosto de 1957, y, a sus 29 años se integró las FARC. Calarcá nunca se destacó como combatiente, se dedicó a manejar las relaciones entre la guerrilla y los grupos sociales y políticos del continente.

La influencia internacional de Calarcá comenzó cuando se le destinó como vocero de las FARC en México. Cargo que desempeñó desde 1993 hasta 2002.

Tomada de: Twitter @albanfarc

Durante este periodo de tiempo, medió en temas de gran importancia, como lo fue en 1998 el secuestro de cuatro estadunidenses, que después de pactar con el Gobierno de Estados Unidos y el de Colombia, fueron eventualmente liberados.

Después de décadas de guerra, a comienzos de 2012, Calarcá empezó a ser parte de los contactos secretos con el Gobierno para iniciar con las negociaciones de paz. El ahora representante a la Cámara fue la cabeza de la organización en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V), cuyo objetivo era asegurar el cese al fuego y la dejación de armas una vez se firmara el Acuerdo.

Un personaje como este, miembro durante tanto tiempo de un grupo guerrillero de este calibre, puede llegar a parecer un ser tosco y rudo. Sin embargo, tras la entrevista realizada por Directo Bogotá, el hombre demostró tener un carisma que es poco conocido por los colombianos.

D.B: ¿Quién es Luis Alberto Albán Burbano, más conocido como Marcos León Calarcá?

M.C: Yo soy caleño de nacimiento, nací en el barrio Bretaña y me críe en Villa del Sur. Estudié en la gloriosa Universidad Santiago de Cali. Soy licenciado en Ciencias de la Educación, especializado en Ciencias sociales. Tengo 60 años. Tengo 4 hijos. Hace 40 años ingresé a las FARC, estuve desde 2012 en la Habana vinculado al proceso de búsqueda de la paz. En la primera etapa, la que fue casi secreta, donde se formó la Agenda y las reglas del juego para el diálogo. Después estuve en la Delegación de Paz, y después me mandaron como responsable del Mecanismo de Monitorio y Verificación, encargado de la verificación del cese de fuegos y hostilidades bilateral y definitivo, y con la ONU el tema de dejación de armas. Y terminado eso pues me pusieron la tarea de ser cabeza de lista para la Cámara de representantes por el Valle de nuestro partido de La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

D.B: Respecto a la representación ante la Cámara, ¿Qué nos puede contar de su campaña política?

M.C: Nosotros en un principio privilegiamos hacer la campaña en reuniones pequeñas, no más de cien personas, en sitios cerrados. Lo que nos interesaba era conversar con la gente, que hubiera una comunicación, no solo que la gente oyera nuestras propuestas, sino también nosotros oír a la gente, oír a esa gente del común que tiene tanta sabiduría y que a veces no sabe que la tiene. Somos una lista de 11 candidatos, 6 hombres y 5 mujeres.

El otro aspecto de la pregunta serían las propuestas. Pensamos que un país que está dejando la guerra y empieza a construir la paz, necesita de muchos cambios y adecuaciones a las políticas públicas. Hablamos de la implementación correcta del Acuerdo. Hablamos de la lucha contra la corrupción, que todo el mundo la repudia, pero en privado la practican; sobre todo los partidos políticos que han estado manejando este país. Hablamos del paramilitarismo, es necesario acabar con el paramilitarismo.

También el tema de una reforma integral a la educación, es un país que empieza a construir la paz y el pilar básico para el cambio es la educación. A nivel departamental hablamos de la solución a los problemas que llevaron a Buenaventura al paro, que apropósito el Gobierno no ha cumplido. Todas nuestras propuestas están trazadas por el tema de la sustentabilidad y por el tema de la igualdad de género.

La nueva forma de hacer política lo que nos trae es el compromiso de luchar hombro a hombro con las comunidades para la resolución de problemas.

D.B: Dirigiéndonos un poco más a lo que es la vida política desde su perspectiva personal. ¿Qué lo motivó a insertarse en la política?

M.C: Ese es un proceso producto de la convicción y el compromiso con los intereses de las mayorías nacionales. La guerra no nos produjo una solución, fue una guerra muy larga y muy dolorosa. El Gobierno no nos derrotó, pero también hay que admitir que nosotros tampoco derrotamos al Gobierno. Por eso pusimos en práctica el lineamiento de buscar la paz a través del dialogo. Con eso nos comprometimos. Lo logramos en la Habana. Tenemos visiones diferentes de paz, pero esas visiones se pueden discutir y luchar en el marco de la legalidad. Por eso, producto de una decisión colectiva desde las FARC, nos metimos en este camino.

D.B: ¿Cree que en este momento el partido puede llegar a tener obstáculos al enfrentarse a personajes llenos de resentimiento y de odio?

M.C: Sí, efectivamente. Pero nosotros seguimos adelante con nuestra convicción, con nuestro compromiso. Seguimos pensando que es el camino correcto el escogido. Sobre los temas de la guerra decimos que es necesario pasar la página. Hay en el Acuerdo un sistema de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, que no empezó a funcionar a tiempo por responsabilidad del propio Estado, particularmente del Congreso, que se dedicó a recortar y a trasquilar el Acuerdo. Apenas todo está comenzando a funcionar. Nosotros tenemos compromisos con la gente y con la verdad en el marco de ese sistema que construimos en la Habana, y estamos en ello. La idea es que los diferentes organismos cumplan con su tarea. Hay que pasar la página y hay que dedicarnos a construir futuro, dediquémonos a construir el país en paz. Donde la gente pueda vivir dignamente de su trabajo, donde haya democracia amplia y donde tengamos soberanía.

D.B: Usted menciona que organismos del Estado no han actuado ¿Qué lo decepciona de los resultados del proceso vistos hasta el día de hoy?

M.C: Más que decepción es una profunda tristeza, porque hay gente poderosa luchando contra la paz y contra la reconciliación. Es gente que por un lado se lucra de la guerra, y, por otro lado, le tiene mucho miedo a la verdad. Hay mucha gente que desinforma e instala en el imaginario popular calumnias y mentiras. Eso es lo que a uno lo entristece. Sin embargo, no es eso lo que nos va a hacer abandonar este camino que escogimos, y que insisto, es el camino correcto.

D.B: ¿Qué soluciones ante esta situación propone?

M.C: Implementar correctamente el Acuerdo. Podemos discutir con quien sea y en el momento que sea, podemos manifestar todas las propuestas y las desinformaciones que hay, podemos incluso entregar nuestra visión. Decimos que tiene que excluirse la violencia de la vida nacional, no solo de la política. Es la paz la que nos va a permitir elevar los niveles de vida de mayorías que están muy necesitadas de eso.

D.B: ¿Qué opina respecto a la renuncia de Timochenko a la candidatura presidencial?

M.C: Lo anunciamos en una rueda de prensa. Se dio a conocer que desistimos de la candidatura de Timo, por las razones obvias, le hicieron ya una operación a corazón abierto. La recuperación siendo rapidísima es de 2 meses mínimo, entonces no podría hacer campaña. Pero seguimos enarbolando las banderas y las propuestas de un Gobierno de transición.

D.B: ¿Cree que esa decisión puede afectar al partido?

M.C: El partido no se va a derrumbar por eso. Es una decisión lógica, una incapacidad medica que no tiene discusión. Solo mentes perversas están planteando ya otras interpretaciones de eso como si una enfermedad se pudiera simular. Estábamos en esa situación, le pasó al compañero Timo y toca comprenderlo, porque al fin y al cabo es la vida de una persona.

Respecto a lo que fue el proceso de transición como tal.

D.B: ¿Qué transformación siente al lidiar ahora por vías del derecho y no por vías de hecho?

M.C: La principal transformación es estar viviendo aquí en Cali en condiciones de casi normalidad. Desafortunadamente el tema de seguridad impide que se de esa normalidad por completo, por eso estamos luchando, para garantizar la seguridad de todos y todas.

D.B: ¿Qué momento ha sido el más duro para usted en ese proceso?

M.C: No tanto momentos duros, sino más bien emocionantes. Por ejemplo, cuando terminamos el mecanismo, el proceso de la dejación, la entrega de armas a la ONU, el momento en que empezamos a ser oficialmente un partido político legal. No obstante, sí ha habido momentos difíciles, como los atravesados en la campaña mencionados anteriormente, porque no cumplen. En esas estamos.

D.B: ¿Se arrepiente de algo?

M.C: Arrepentirme, no. Desde un principio hemos dicho que la guerra impone una dinámica, hubo errores que sí se cometieron y no debieron de pasar, por eso hemos y seguimos pidiendo perdón. Esperamos que avancemos en la reconciliación. Además, esperamos que todos aquellos que participaron directa e indirectamente de la guerra se sumen a ese propósito de perdón y reconciliación, a excluir la violencia de la vida nacional.

D.B: ¿El futuro de Colombia le produce temores o esperanzas?

M.C: Hay muchos temores, pero también hay la confianza de que vamos a superar todos los obstáculos para construir la paz. Me imagino una Colombia donde la gente pueda moverse tranquilamente por todo el país, recorrer los lugares hermosos que tiene nuestra patria. Donde pueda tranquilamente salir a un día campestre. Que la gente tenga garantizada su vivienda y su salud. Que todo deje de ser un negocio. que los jóvenes, hombres y mujeres, puedan estudiar lo que quieran estudiar. Es decir, un país alegre, que tenga resueltos sus problemas mínimos vitales.

D.B: ¿Qué papel juegan los medios en el posconflicto?

M.C: Los medios de comunicación nunca pueden ser objetivos, porque siempre tienen un lado subjetivo que es el periodista. Siempre hay que hacer un esfuerzo para conseguir un rango de objetividad, pensando en el interés de las mayorías. Pensar qué es lo que más les conviene a todos, qué es lo que más le aporta al beneficio colectivo. No podemos tener más unos medios que participen activamente en crear imaginarios negativos, sembrando el pesimismo. Trabajar para que las cosas cambien. Tienen una enorme responsabilidad en esa construcción de paz.

D.B: ¿Qué panorama ve con los resultados de las elecciones al congreso del 11 de marzo?

M.C: El balance es completamente positivo. Los de siempre dirán que somos pocos, pero trabajaremos para lograr las transformaciones políticas, económicas y sociales que necesita el país. Agradecemos a las personas que confiaron en nosotros a pesar de la campaña sucia y del miedo generado por los enemigos de la paz.

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