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Carolina Rodríguez Monclou -

Detrás de un gran hombre...


Stephen Hawking falleció hace un mes. No obstante, la BBC y The New York Times siguen rindiéndole homenaje con titulares como Stephen Hawking, la mente que exploró el universo desde una silla de ruedas y "Su influencia y legado vivirán por siempre": así fue el conmovedor funeral de Stephen Hawking en Cambridge, respectivamente. Como físico y matemático fue excepcional; pero como marido dejó mucho que desear. Los especiales que realiza la prensa en su honor se limitan a mostrar al Hawking científico y parecen olvidar al hombre detrás del genio que necesitó del poder y la fuerza de una mujer.

Fotografía tomada de theguardian.com

Jane Wilde, su primera esposa, fue quien lo acompañó durante el desarrollo de su enfermedad y le dio un amor devoto, mucho antes de la fama. No obstante, su relación con Hawking la hizo sufrir. Durante una entrevista para el diario español La Razón Jane confesó: “No existía equilibrio en nuestra relación porque él sólo se concentraba en la física. Me trataba como a una sirvienta. Estaba allí para prepararlo todo. No me tenía mucho respeto”.

Esta versión de la historia es la que no se muestra en la película La teoría del todo, en donde el papel de Jane se reduce al de una esposa leal al genio en silla de ruedas que cambiaría el mundo. Si Hawking llegó a ser grande fue porque tuvo a Jane a su lado, creyendo en él, haciéndole sentir que a pesar de la enfermedad, a pesar de todo, ella lo querría como a una persona normal y si ella podía amarlo pese a su condición era porque de seguro en él había algo especial. Pero el tiempo y el cansancio agobiaron a la joven optimista que creía que el amor podía curarlo todo.

–Con todo lo que cuenta, aguantó mucho tiempo a su lado.

–Por mi lealtad a él. Descubrió cosas muy relevantes para la física, y también por mis hijos. ¿Qué pasaría con ellos si yo me hubiera suicidado? Porque lo pensé, incluso antes de que llegaran las enfermeras.

Entrevista a Jane Wilde en La Razón, 21 de enero del 2015

Sin lugar a duda, Jane fue una mujer ejemplar que desempeñó un papel fundamental en la vida del físico desde las sombras. Con una tesis doctoral en poesía medieval y una vida como escritora y pedagoga inglesa, Jane mantuvo en pie su matrimonio con el físico por 25 años. En 1990 se separaron y en1995 se divorciaron. Jane se volvió a casar y actualmente se dedica a su mayor pasión: ser profesora de Lenguas Romances.

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