En el nuevo congreso se quedaron varios repitentes, pero también entraron nuevas voces, sobre todo de mujeres. Juanita Goebertus y María José Pizarro tienen propuestas y perspectivas distintas de la política, sin embargo las une su esencia femenina. Las mujeres se interesan cada vez más por hacer política en Colombia.
Pocas mujeres en la política
Colombia ha tenido un rasgo definitivo desde su historia republicana: ha sido gobernada por hombres. Desde Simón Bolívar hasta Juan Manuel Santos, el país ha sido uno de los pocos de la región que jamás ha tenido una presidenta. Además de aquél rasgo, fue el penúltimo país en permitirle a las mujeres votar. Colombia le permitió el sufragio a la mujer en 1958, mientras que Paraguay solo lo permitió hasta 1961.
Sin embargo, este rasgo de política masculina no solo se ha quedado en los votantes y en los presidentes, también en el congreso. Fue hasta 1958, cuando Colombia tuvo a la primera mujer senadora de su historia. Se trata de Esmeralda Arboleda, una valluna que aprovechando el sufragio, fue la primera mujer en entrar al Congreso de la República.
Como Esmeralda han sido muchas las mujeres que han intentado obtener un escaño en el Congreso de la República, pero pocas lo han logrado. Hasta 1991, sólo el 10% del congreso estaba constituido por mujeres. Hoy por hoy, la participación femenina del congreso es del 22%, gracias a la ley de cuotas, que obliga a los partidos a incluir en sus listas un 30% de mujeres.
Rol de la mujer en la política // Realizado por: Daniela Rubiano y Mateo Quintero
Expertos entrevistados
Andrés Dávila, director del departamento de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Javeriana y Carlos Julio Buitrago, analista político del periódico 'La tribuna'.
Las nuevas mujeres del congreso
Gracias a estos esfuerzos, el congreso del período 2018 - 2022 ha sumado nuevas voces femeninas a sus sillas. Una de ellas es Juanita Goebertus, por el Partido Verde. Esta abogada y politóloga de la Universidad de los Andes llega a la Cámara de Bogotá después de haber trabajado por varios años junto a Humberto de la Calle en los diálogos de paz de La Habana. Goebertus, pese a ser una nueva voz y no ser muy conocida en la gestión pública, logró obtener 83.270 votos.
Otra nueva voz, más conocida por su padre, es María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, excomandante del M19 y candidato presidencial asesinado en la década de los 90. Después de ejercer una carrera artística y de trabajar con víctimas de la violencia en Colombia, esta artista visual decidió sumarse a la ola política como su padre. Apasionada por la historia y la memoria, María José se lanzó a la Cámara de Bogotá de la mano de la lista Decentes. La artista logró sumar 77.800 votos.
Ellas son las dos nuevas mujeres que llegan para sumarse a la Cámara de Bogotá. Cada una con propuestas distintas. Goebertus llega a la Cámara apostándole a la paz y al diálogo, apoyando un momento de reconciliación. Pizarro, quien había trabajado antes con víctimas y con temas de memoria histórica, llega apostándole a la protección de las víctimas, de la comunidad LGBT y los derechos humanos.
Propuestas de Pizarro y Goebertus // Realizado por: Daniela Rubiano y Mateo Quintero.
Aunque la cifra de mujeres congresistas ha aumentado en los últimos 20 años, el panorama es desalentador, pues, en los últimos dos periodos presidenciales la cifra se ha mantenido casi estática. El congreso necesita nuevas voces, sobre todo femeninas, pues una democracia sin participación plural en sexos, seguirá coja.