Del 16 de agosto al 9 de septiembre se estará presentando “Memorias del Perú 1890-1950” un recorrido histórico a la geografía, sociedad y cultura peruana en
este periodo. La muestra reúne todos los elementos representativos del vecino país, de lo único que carece esta muestra histórica es tan solo de la historia en sí.
Exposición Memorias del Perú. Fotografía por Carolina López.
Indígenas en sus ropajes tradicionales, la nieve en la cima de la cordillera de los Andes, el barroco de las iglesias, la modernización de las crecientes ciudades y por supuesto, Machu Picchu. Estas son algunas de las temáticas que dominan la muestra fotográfica “Memoria del Perú” cuyas obras datan de 1890 a 1950 y se presentan en el museo El Chicó, ubicado en la carrera 7 #93-01 de Bogotá. Esta iniciativa de la embajada peruana muestra sus memorias de lo social, cultural y geográfico desde un ángulo positivista, por lo tanto, en esta exposición de fotografía histórica solo falta un elemento: la historia.
En las décadas en las que estas fotografías fueron tomadas, Perú pasó por crisis económicas y situaciones políticas delicadas; en 1890 seguía sufriendo las secuelas económicas de La guerra del Pacífico, que terminó en 1883. También se declaró la guerra territorial contra Colombia por una parte del Amazonas, disputa que se dio entre 1932 y 1933. Por otro lado, en 1930 se demandó la renuncia y aprisionamiento del entonces presidente Augusto Leguía (1908-1912/1919-1930) por parte de movimientos revolucionarios que lo acusaron de corrupto y causal de la crisis económica que azotaba al país. En “Memoria del Perú” ninguno de estos sucesos se retrata. Luis Guillermo Romero, agregado cultural de la embajada peruana considera que las problemáticas no deben ser el centro de atención precisamente por la naturaleza del evento, pues el título es Memoria del Perú 1890-1950.
Las fotografías fueron preseleccionadas en primera instancia por la embajada del vecino país, cuyos criterios no especificaron, luego, mandaron a las funcionarias del museo Alejandra Guzmán y Laura Lizcano una muestra de aproximadamente 80 fotografías de las que podían elegir a su juicio aquellas que serían parte del evento. Los criterios de selección impuestos por las funcionarias se basaron en “el auge de personalidad” de cada una de las imágenes, además de la posibilidad de representar diferentes ámbitos, en los que se encuentran el arqueológico, cultural, religioso y político, aunque a menor medida. Por otro lado, querían poner elementos conocidos que reafirmaran a Perú como el protagonista, uno de ellos es Machu Picchu, retratado en una foto panorámica. De las 80 preseleccionadas, 50 fueron expuestas.
Exposición Memorias del Perú. Fotografía por Carolina López.
Las imágenes presentadas en este evento, que empezó el 16 de agosto y terminará el 9 de septiembre, son evidencias de los procesos socioculturales que se vivieron en el momento, sin embargo, en ninguna de ellas el protagonista es algún hito histórico. “De todas las imágenes que nos mandaron ninguna era de algún suceso histórico importante, si hubiera sido así las hubiéramos puesto”, dice Guzmán. Por otro lado, ella asegura que no había ninguna imagen protagonizada por el Amazonas, que en ese momento fue el escenario de diferentes disputas territoriales con países como Colombia, hoy anfitrión de la muestra fotográfica.
Este evento se caracteriza por ser iniciativa de la embajada, la que el museo ya considera una aliada. Esta es la segunda vez que ambas organizaciones cooperan, y siempre se da de la misma forma: la embajada contacta a la organización cultural pidiéndole un espacio prestado en el museo, ellos, por su parte, se encargan de la logística del evento, pero los costos invertidos en él, así como la publicidad de este van por cuenta del gobierno peruano. A cambio del préstamo del espacio, el museo recibe la publicidad y todas las ganancias del costo de entrada (7.000 pesos la entrada regular y 5.000 estudiantes y niños).
Exposición Memorias del Perú. Fotografía por Carolina López.
Esta es una alianza muy beneficiosa para el museo El Chicó, pues ellos no tienen publicidad patrocinada por el Ministerio de Cultura colombiano al ser un espacio cultural de carácter privado. La publicidad que la embajada hace sobre sus eventos ayuda a esta organización a hacerse conocer y tener mayor flujo de personas en su museo.
Por su parte, el agregado cultural de la embajada peruana halla en el museo “una infraestructura colonial que hace un buen complemento al estilo fotográfico de Memoria del Perú. Además, el trabajo de conservación y curaduría es de primer nivel”.
Según Romero, la importancia de hacer este tipo de eventos es la “difusión cultural”, adicionalmente, asegura que es recurrente ver en Colombia eventos representando a su país en materia de las artes escénicas y plásticas. Para la embajada, estos eventos permiten al colombiano “conocer sobre un pueblo vecino y ampliar los horizontes culturales y con ello el saber”, además de incentivar la promoción del país.