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Johanna Verdugo Romero -

Hija de la polarización


De la serie 'La Generación de la Polarización', estas columnas ofrecen una perspectiva ampliada y renovada sobre lo que significa la política colombiana para los jóvenes. ¿Qué ha significado para usted (nuestros catorce columnistas están entre los 20 y los 25 años) crecer en este ambiente de polarización?. Estas son las respuestas de futuros periodistas, que apuestan por mostrar la realidad de estar divididos desde la opinión. Los retratos que acompañan estas columnas fueron tomados por Juliana Abdala de la clase de Fotoperiodismo.

Yo tendría alrededor de 10 años cuando por primera vez escuché hablar sobre política. Mi familia y yo íbamos en un carro rumbo a la costa. Acabábamos de pasar el alto de Ventanas y Puerto Valdivia era el siguiente pueblo. Yo miraba por la ventana y las extensiones de tierra que se ven por esa carretera son bellísimas. Las fincas son de un verde que se saborea el ganado y toda la región está atravesada por la inmensidad del río Cauca.

“Por aquí hay fincas muy bonitas”, le dije a mi papá. “Sí, hija, pero esto por acá era muy peligroso hace unos años. Si no fuera por Uribe, nosotros no podríamos viajar así, tranquilos”. Y así pasé el resto de mi niñez y juventud. Creía que la tranquilidad y alegría de cada viaje en carretera que hacía con mi familia se la debía a ese personaje que solo había escuchado nombrar, pero que no conocía.

Llegué a la universidad y las cosas cambiaron. Estaba en quinto semestre y el contexto del país por ese entonces no tenía precedentes. Se hablaba de paz y del final de una guerra de más de 50 años. Yo ya entendía muchas de las cosas que pasaban y que pasaron en el país, y Uribe ya no era para mí un hombre de admirar. Sin pensarlo dos veces, me puse la camiseta blanca de la paz y la defendía a capa y espada. No era “santista”, solo creía que por fin el país respiraría con calma. Para mi familia y para muchos, yo ahora estaba del otro bando.

Y así ha sido la realidad de muchos quienes compartimos el mismo rango de edad. Hemos tenido que vivir entre dos bandos completamente polarizados. Sin más opciones. Y por esto, quizás, es que repelemos la política (o ella a nosotros). Pero a la vez, esto es un llamado. Un mensaje de alerta que nos dice “no más, ya es hora de algo nuevo”. Sin embargo, no es fácil, y por el momento estaremos condenados a otros 4 años de lo mismo.

Vea nuestra serie completa de 'La Generación de la Polarización' aquí.


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