De la serie 'La Generación de la Polarización', estas columnas ofrecen una perspectiva ampliada y renovada sobre lo que significa la política colombiana para los jóvenes. ¿Qué ha significado para usted (nuestros catorce columnistas están entre los 20 y los 25 años) crecer en este ambiente de polarización?. Estas son las respuestas de futuros periodistas, que apuestan por mostrar la realidad de estar divididos desde la opinión. Los retratos que acompañan estas columnas fueron tomados por Juliana Abdala de la clase de Fotoperiodismo.
Lo cierto es que no hemos conocido otras formas, otras oportunidades.
Cuatro periodos y solo dos presidentes.
Esta generación ha crecido en medio de histerias colectivas; como si estuviéramos enquistados en el miedo al futuro, en el desencuentro con la memoria pasada, y el desconocimiento del presente. ¿Dónde está la ética?
¿Dónde están las formas de actuar donde no se transgreden las libertades de otros? Entre buenos y malos, héroes y villanos debemos aferrarnos a la idea de que ya estamos reaccionando, intentando tener un sentido crítico de lo que podemos aportar.
En principio seguramente no sabremos cómo hacerlo; pero lejos de querer repetir la historia de quienes nos han precedido, este es un momento para salir de la miopía que no nos ha permitido comenzar por mirar la realidad más cercana, lo que le ocurre al vecino, o a un amigo.
No se puede extrañar algo que no se ha conocido o que no se ha vivido, pero sí se puede añorar encontrar identidad, luchar para encontrar un criterio y dejar de ser borregos utilizados desde la emocionalidad, como objetos de marketing para discursos políticos.
El mundo no es blanco y negro, tampoco es para quedarse en el peso de los egos, en las evasivas del silencio; por eso la fortaleza de quienes somos hijos de la polarización, es que hemos decidido no huir de ella.
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