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  • Valentina Sarria -

Construcción de planta de aguas residuales preocupa a habitantes de Engativá


La obra, que tendrá un costo de 430 millones de dólares, permitirá que se les dé un tratamiento secundario a las aguas del norte y centro de Bogotá.

Los trabajos para ampliar la capacidad de esta PTAR hacen parte del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca (Pomca). FOTO: Valentina Sarria

La construcción de la segunda fase de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre, el proyecto que permitirá el saneamiento del Río Bogotá y que beneficiará a más de 3 millones 500 mil personas, continúa inquietando a algunos habitantes de la localidad de Engativá, que desde el 2016 se han preocupado por los daños ambientales que, según ellos, las obras de la planta pueden ocasionar. Las quejas se basan en el riesgo que correrían los humedales, la fauna de la zona, y en los malos olores que podrían aparecer.

“Hay mucha preocupación porque ahí hay diferentes tipos de animales, de vegetación. Con la construcción de la PTAR sufriría el humedal Tibaguya y posteriormente este desaparecería”, afirmó José Cornelio Hernández, edil de la localidad.

Los habitantes de Engativá temen sobre el cuidado y la seguridad del medio ambiente, pues “el Distrito tiene la obligación de cumplir una sentencia del Consejo de Estado que, en el 2014, le exigió tomar acciones que permitan revertir el daño ambiental que existe sobre el río Bogotá, pero tampoco queremos que influya negativamente en nuestro ambiente, en nuestro ecosistema”, expresó Diego Hernández, habitante de la localidad.

De la misma forma, también se cree que esta obra afectaría la salud y los hogares de los habitantes del sector, debido a los olores que desprenderían las aguas tratadas. “Dicen que hay residuos de azufre, basuras, una serie de cosas, entonces al momento de comenzar a trabajar la planta se van a producir malos olores”, continuó el edil Hernández.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), entidad a cargo de la construcción y el funcionamiento de la planta, respondió a las preocupaciones de la comunidad, enfatizando la efectividad de las tecnologías que se utilizarán para evitar inconvenientes.

“Se podría generar malos olores durante la construcción, durante la fase de remoción, de todos estos escombros y residuos del antiguo basurero del Cortijo. Eso ya se superó y no se generaron los malos olores. La tecnología que estamos desarrollando en la Ptar Salitre permite garantizar que los puntos críticos de la planta son puntos que estarán totalmente blindados”, declaró el director de la CAR, Néstor Franco, en una entrevista con Noticias Caracol.

La corporación explicó también que no se desvalorizarán los predios cercanos, y que tampoco les ocasionará algún tipo de riesgo estructural. “Todas las obras que estamos haciendo para recuperar la cuenca media del Río Bogotá, en cambio de desvalorizar, están mejorando las condiciones de la zona”, añadió Franco.

La planta, que tratará las aguas residuales desde la calle 220 hasta la calle 26 de Bogotá, estaría lista para el año 2020, y comenzaría a funcionar en el 2021, según afirmó la CAR. Actualmente, la planta tiene la capacidad de tratar hasta cuatro metros cúbicos por segundo de agua residual, y se espera que la nueva versión pueda tratar entre siete y catorce metros cúbicos por segundo. El agua que llegará a la planta, desde la red de alcantarillado, alcanzará los 605 millones de litros.

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