La Feria Internacional de Arte de Bogotá, más conocida como ARTBO, abrió sus puertas desde el 25 hasta el 28 de octubre en el Gran Salón de Corferias. En su edición número 14, la participación de 70 galerías de 20 países del mundo y la exposición de más de 3.000 obras de artistas nacionales e internacionales, envolvió a los asistentes en un deseo por crear nuevos paradigmas sobre el arte.
FOTO: Paula Tavera
ARTBO abarcó la innovación y diversidad en artistas seleccionados, que demostraron el deseo de darle nuevos sentidos a la definición del arte. El recorrido por el Gran Salón fue la experiencia de enlazar los cinco sentidos hacia un propósito artístico que condujo a la exploración de detalles, verdades e historias profundas detrás de los lienzos y las instalaciones. Las ocho secciones presentadas fueron, principal; proyectos; referentes; sitio; artecámara; foro; articularte y libro artista. El enfoque principal fue crear espacios de interacción y sensibilización frente las obras expuestas, generando una convocatoria abierta que incluyera a los visitantes en el proceso de rompimiento de los paradigmas de la historia del arte, a través de estilos y detalles que cuestionan el día a día del ser humano; los artistas expuestos se posicionaron como referentes del arte contemporáneo.
La sección de referentes contó con la curaduría de Pilar Tompkins Rivas y fue la que más marcó el recorrido dado por su enfoque dirigido hacia los diálogos creados, a través del tiempo, con el fin de construir sensibilización frente a cuestiones de raza, feminismo, posturas sociales, entre otros. En los puntos de intersección fue posible evidenciar una constelación de artistas que razonan entre sí para construir puntos de referencia para la elaboración de narraciones, matrices y nuevos paradigmas sobre el amplio campo del arte.
FOTO: Paula Tavera
En la contemporaneidad retumban los legados culturales de los artistas nacionales e internacionales, los cuales abren paso a la selección de obras de nuevos artistas jóvenes que resaltan la importancia de mantener los cinco sentidos abiertos, para la construcción simbólica y física de elementos que evoquen un sentido de pertenencia con sus respectivos países de origen y así mismo, genere un significado al crear arte en espacios de violencia, reconciliación, género y paz.