Rafael Pombo fue el personaje de los niños en la FILBo 2019. DirectoBogota te cuenta cómo funcionó el pabellón y cuales fueron las características más destacadas del espacio que buscó rendir homenaje a uno de los escritores colombianos más destacados de la historia.
FOTO: La hermana de la autora del articulo en el espacio de Rin Rin renacuajo en la carpa de Rafael Pombo
“El niño es una bomba aspirante, no de razonamientos que lo fatigan, sino de imágenes; es esencialmente curioso, práctico y material.
Rafael Pombo
Es sábado en la mañana y me despierto tarde, como siempre. Levanto a mi mamá y a mi hermana y las hago alistarse rápidamente para poder llegar a la feria donde mi novio está representando a Rin Rin renacuajo. Llego al pabellón de Pombo a las 11:40 am y para mi sorpresa, había más de 200 personas entre adultos y niños.
“Pombo el aprendiz” fue una idea desarrollada por la Fundación Rafael Pombo junto a la Universidad Minuto de Dios y con la colaboración de Luis Montaña, director de Teatro de Garaje, Carolina Mejía, directora creativa de la fundación y María del Pilar Arango, su directora ejecutiva.
En una experiencia de casi una hora y cuarenta y cinco minutos. Los niños entran a la carpa y lo primero que encuentran es una pantalla grande. Se ve a Pombo escribiendo sus últimas palabras, antes de caer en un sueño profundo sobre uno de sus escritos. 107 años después, Pombo despierta en la Feria del Libro de Bogotá.
FOTO: Cada parte estaba separada con libros gigantes que contaban la historia de los personajes
Pombo, sumamente sorprendido, les pide a los niños ir a donde sus diferentes personajes para averiguar qué les ha pasado durante su ausencia. “El renacuajo paseador”, “El gato bandido”, “La gata mirronga”, “La pobre viejecita” y “Simón el bobito” conforman este maravilloso universo, decorado con libros gigantes dentro de los cuales habita cada uno de ellos.
Mira los pabellones en imágenes: La carpa de Rafael Pombo
“Los personajes, todos somos actores, la mayoría somos artistas escénicos de la Universidad Javeriana, otros son de la Universidad Distrital Francisco José de Cáldas y siempre vamos acompañados de un tallerista voluntario, que es el encargado de lo que se va a hacer durante la jornada”, dice Juan José Toro, estudiante de Artes Escénicas de la Javeriana.
Mi hermana se sienta en el espacio de la Pobre Viejecita, quien acostumbraba a llevar una vida llena de lujos, pero después de muchos años descubrió que la naturaleza nos brinda todo lo necesario y decide mudarse al campo. La gata mirronga se volvió YouTuber y su mantra es, “yo soy quien soy”, ahora confía en sí misma y no tiene que ser nada más. El Renacuajo Paseador lo vomita el pato porque le da indigestión y saltando encuentra la danza, el teatro y se vuelve él director, su mantra, “salta y el camino aparecerá.”
El espacio del Renacuajo es particularmente interesante. Entre espejos y una sala de teatro, los niños son motivados a despertar su cuerpo con un calentamiento, a imitarse, a sacar hilos mágicos de su cuerpo y a hacer cosas que en otro espacio les daría pena. “Queremos enseñarles que no hay por qué avergonzarse de estas cosas”, dice Toro.
El Gato Michín, por su parte, llegó a una isla donde ahora vive tranquilo, recoge la basura del mar y el amor es todo lo que necesita. Se descubre que Simón él bobito no era bobito, sino que pensaba diferente. Este personaje tiene un lema sumamente poderoso “todos somos genios a nuestra manera”.
FOTO: Así se veía Simón el bobito en la carpa Rafael Pombo
El trabajo, por su puesto, cumple maravillosamente con su función de incentivar en los pequeños su curiosidad por la lectura y los sumerge en universos maravillosos, abriendo su mente a imágenes y reflexiones que, con una adecuada formación, guiarán su forma de aprender.