Durante el último año, varios restaurantes de comida mexicana abrieron sus locales en Bogotá. Su éxito ha sido rotundo, pues al haber tenido engañado nuestro paladar con comida que creíamos mexicana, por la oferta de los restaurantes de cadena tex-mex, con burritos de harina blanca, rellenos de queso, crema agria y hasta lechuga, de carne, pollo o mixtos, las nuevas propuestas de restaurantes mexicanos resultan realmente innovadoras.
Es por esto que en Directo Bogotá nos propusimos hacer la ruta de nuevas propuestas de comida mexicana en la ciudad, centrándonos en las que funcionan como auténticas taquerías mexicanas. Aquellas que hacen alusión al espíritu de los locales de tacos populares, escondidos y estrechos que puede uno encontrar en las calles de México.
El Pantera - Carrera 10A # 69-22, Quinta Camacho
En efecto, es un local estrecho que alberga diez mesas que sus comensales se pelean, pues se considera afortunado al que logre conseguir una un viernes en la noche o un sábado al medio día. Ubicado en el lado de Quinta Camacho, que no tenía muchos restaurantes, pero que ahora cuenta con todo tipo de opciones para los bogotanos, la experiencia de taquería que ofrece El Pantera es una de las más deseadas de la zona. Causa curiosidad por su servicio rápido, que mueve la permanente fila afuera del local; y su breve pero acertada carta que mezcla sabores colombianos sin perder el norte de de una auténtica taquería mexicana.
FOTO: El pantera en la carrera décima
La mezcla con Colombia se evidencia cuando uno entra, mientras lo atiende una mesera que habla mexicano y suena un disco de salsa que ambienta el espacio en la tarde de sábado. De entrada, tienen dos opciones: esquites o nachos con guacamoles con tortillas de maíz fritas. Tres variaciones de quesadillas y seis de tacos, que son la esencia del restaurante. Se pueden pedir por unidad a $6,500 pesos o por tripleta a $17,000, a excepción de los de camarones rebozados que cuestan $2,000 más.
Así mismo, uno de los primeros requisitos para que una taquería merezca ser tenida en cuenta es la calidad de sus tortillas que cargan la historia del maíz en México. Al fin y al cabo, son las que envuelven el resto de ingredientes y definen su sabor. Las tortillas de “El Pantera” tienen el grosor y el tamaño perfecto, lo que no solo las hace deliciosas sino manejables
El plato estrella son los tacos de chicharrón ahumado, que sabe muy colombiano, pues es una creación que con su toque crocante, salsa de guayaba y chile con morita y cebolla con cilantro, introduce una novedosa combinación de sabores a sus comensales. También se destaca el de cochinita pibil, que moja lo suficiente la tortilla, pero en el punto en que no la desbarata, logrando que el sabor se esparza, pero en su boca y no en su mano. Y para los que se atreven a comer insectos en la comida, o simplemente han sentido curiosidad por los chapulines, en “El Pantera” los sirven en un taco con aguacate por el mismo precio.
De tomar, ofrecen por $4,500 buena agua de Jamaica y horchata, una bebida típica mexicana que se prepara con harina de arroz, agua, azúcar y canela. Esta última sirve para contrarrestar los tres tipos de picante que hay en cada mesa y que le puede echar a sus tacos. Atienden rápido y si se demoran no se dará cuenta ya que hay un mago que después de su permiso, le hará trucos de magia inexplicables. A nosotros nos dejó con la boca abierta al desaparecer y aparecer una carta que en un principio nos hizo marcar con nuestros nombres.
“El Pantera” se está consolidando como un lugar para probar nuevos sabores y pasar un buen rato. Recién abrieron un segundo local en 77a #12-26, en el que también abren de 12:00 p.m. a 11:00 p.m., y constantemente ofrecen platos especiales y concursos como “La batalla de los chiles”, en la que el ganador es la primera persona que termine tres tacos de pollo y tres de carnitas bañadas en sus salsas especiales (Jalapeño, XXX, Habanero, Ghost Pepper, Remix Jaque Mate y Brazzers).
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El Master - Calle 67 # 9A-27
Con cuadros en blanco y negro de Juan Gabriel, Vicente Fernández, Molotov, Café Tacuba y otros artistas mexicanos, este local con pocas mesas, algunas compartidas, ofrece una de las la experiencias más auténticas que podemos encontrar. Su chef, Juan Castañeda, es un hombre que algunos reconocerán por haber salido en el programa Master Chef, de ahí el nombre del restaurante.
La cocina es abierta, lo que hace muy difícil no antojarse de probar todos los tipos de carne que ofrecen. El precio es asequible al contar con la opción de seis tacos por $20,000, los cuales vienen llenos de carne y verdura. Después de ver su menú, que alumbra con color rojo y verde, propios de la bandera mexicana, si se decide rápido, pida en la única caja que hay. Sin embargo, sería más sabio ir con un grupo grande para probar toda la carta. Tiene seis opciones de carnes “porque todo cabe en una tortilla”. Ofrecen los famosos tacos al pastor, los cuales, así usted sea o no fan de la piña en la comida, son un clásico de la comida mexicana.
Hay quienes dicen que nada que promete ser “al pastor” fuera de México puede llegar a ser auténtico, y, aunque la rueda en la que normalmente la exhiben no se ve por ningún lado, el sabor de los que ofrece “El Master” es muy satisfactorio, con pedazos de piña asada, cebolla y cilantro.
La razón por la cual puede que la mayoría no reconozcan a Castañeda, dueño del restaurante, es porque salió del programa bastante rápido por lo que no representó ningún cambio en su vida. Siguió trabajando en una empresa de diseño hasta que quebró y a pesar de que se quedó sin trabajo, le dejó otra enseñanza. Fue en viajes de trabajo a Guadalajara, México, donde aprendió recetas mexicanas. Durante el mes y medio en el que tenía que estar allá, recibía invitaciones para almorzar en las casas de sus compañeros. Él, les pedía que los dejara estar antes para ver cómo hacían todo. Así se empapó del espíritu de la gastronomía mexicana y se instruyó con vídeos de Youtube y libros sobre enchiladas verdes, tacos y pozole, un caldo muy condimentado, cuyos ingredientes principales son granos de maíz tierno,chile y carne de cerdo, o de pollo, que también ofrece en su restaurante.
Si el lector alguna vez vio El Chavo, de pronto se acuerda de sus tortas. Esas que tanto añoraba el mítico personaje mexicano, las sirven en “El Master”. Primero tiene la oportunidad de ver cómo el taquero corta y rellena un pan blanco con fríjol refrito, cebolla, tomate, lechuga, crema de leche, salsa de la casa y 240 gramos de la carne que usted escoja. A simple vista es una hamburguesa gigante imposible de comer con las manos. Se llama “Torta Macha” y es una libra de barbaridad, aunque ya muchas personas acostumbran a almorzar este plato por $18,000 o la “Chava” que es su versión más pequeña por $12,500.
Nos pareció un buen sitio para “cerdear” con amigos. Con seis tacos por $20,000 se puede tener un festín de tacos con mezcal y todavía quedar con plata para el resto de la semana. Traen tortilla doble, lo cual no es solo un plus sino una necesidad, pues estos, queridos amantes de los tacos, vienen “taqueados” de carne.
De Taco - Calle 65 #4a-54, Chapinero
Dentro de un local pequeño, donde la mitad está cubierta solo con vidrio y el sol de la tarde bogotana apenas se asoma, hay unas cuantas mesas esperando a que las personas pasen un rato agradable en esta especie de pequeño solárium. Suena una canción de Calle 13 que retumba en nuestras orejas al ritmo de un tambor: “No hay nadie como tú. No hay nadie como tú mi amor”. Nos sentamos esperando poder decirle lo mismo a los tacos. Nos atiende el dueño del restaurante, que se encarga de recomendarnos el especial del día: un taco con mariscos al panko frito, con una salsa ligeramente picante.
La carta consta de tres entradas entre las que resaltan las quesadillas. Tamaño perfecto, buena porción de queso y con la opción de rellenarlos también con distintos tipos de hongos como champiñones, shitakes y orellanas o pollo frito. Los comensales piden doble porción de nachos ya que se acaban antes de que lleguen los tacos. Se puede escoger entre una o cuatro salsas, pues aparte del clásico guacamole, ofrecen salsa de pimentón ahumando con maní, crema de chipotle y tahine, y crema agria con cebollín
Sin quitarle mérito a sus tacos de carne, que están bien, aunque la tortilla no estaba lo suficientemente caliente, “De Taco”, sin ser un restaurante vegetariano se destaca por sus opciones vegetarianas. Tofu rostizado, hongos, coliflor crujiente (el más recomendado) y berenjena con salsa miso. Ofrecen combos de tres tacos de carnes a $19,000 y de tres vegetales a $16,000.
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La Lupita - Cra. 22 #19- 63, Bogotá – Plaza de Mercado de Paloquemao
En una plaza de mercado en Colombia es habitual ver a las personas tomando sopa, comiendo empanadas y probando jugos de muchos sabores desde temprano en la mañana. Sin embargo, comer tacos no era un opción, lo que hizo el éxito rotundo de “La Lupita” desde que abrió sus puertas hace ocho meses en Paloquemao. La gente se “apucha” alrededor de la barra del local. Algunos solo piden y se quedan parados esperando saborear los tacos. Lo que lo hace más atractivo, y que no encontramos en otras taquerías, es que tienen la rueda que exhibe desde las siete de la mañana la carne al pastor, adobada con una piña en la punta.
A diferencia de otras taquerías, sirven “lo que hay”, y a nadie le incomoda porque “lo que hay” es bastante bueno. Dentro de su pequeña estructura, que consiste en dos parrillas, un mesón, que hace de isla en la mitad del recinto, y un lavaplatos, trabajan cuatro personas. El boleo es serio. Yuleidi atiende y grita las órdenes que normalmente tiene que repetir para que Jesii y otros dos hombres, recuerden lo que tienen que ir preparando. La carta es un pequeño papel rojo que, con su logo que consiste en una mujer con sombrero mexicano y letras amarillas, anuncia los seis tacos que ofrecen: al pastor, de alambre, de bistec, cochinita pibil, de carnitas y de guisado. Los precios oscilan entre $3,500 y $4,500 por unidad y el servicio es muy rápido pues la rotación de comensales en mitad de la plaza no para desde las siete de la mañana hasta las cuatro de la tarde, cuando cierran con la rueda sin nada y sin mucho que ofrecer.
La mayoría llegan a pedir los tacos al pastor, y luego se deciden por más. No obstante, la verdad es que la estrella de “La Lupita” son sus “tortas”. Pedimos la de “bistec suadero” y estuvimos muy cerca de alucinar con cada mordisco que le dimos a este tipo de sándwich, en el que el jugo de la carne asada, hace unos minutos al frente de usted, combina perfectamente con el guacamole y una salsa que le echan que sabe a mostaza con mayonesa. El pan es adobado y tostado con especias, lo que hacen que esta sea una “torta” mexicana hecha con mucho sabor que por $10,000 es el almuerzo preferido para muchos visitantes de la plaza. Las salsas que ofrecen son ranchera, taquera y tomatillo, que acompañan su comida sin nublar su sabor.
Ha sido tal el éxito de la Lupita que ya abrieron un segundo local en el parqueadero de Paloquemao. Este, con varias mesas y la rueda de carne al pastor en la entrada, es mucho más grande y aun así brinda la experiencia de una típica taquería. Hasta hay una señora haciendo las tortillas y poniéndolas a la parrilla a la entrada. Faltando apenas 15 minutos para el cierre del restaurante, viene uno de los taqueros a decirle: “Necesito 30 tortillas más”. Saca la masa, la pone con papel en un tortillero y la aplasta por lado y lado, sacando la tortilla del tamaño indicado que pone a la plancha por unos segundos.
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Tacos Presidente - Carrera 13 # 85 - 13
Entre la gran oferta de restaurantes que hay en la calle 85, “Tacos Presidente” abrió su local de dos pisos para darle a los comensales una opción rápida de comida mexicana. Con avisos de color neón y la carta encima del mostrador, las personas pueden escoger entre tacos, costras, sopas, entradas y postres. De los visitados, este es el único lugar con salsas y verduras aparte, como suele servirse en México. Solo sirven el taco con la carne y cada quien escoge las verduras y salsas que quieran agregarle, a diferencia de la mayoría que ya incluyen las verduras en sus preparaciones.
Las opciones para agregarle se despliegan en platos hondos de piedra al frente de la caja y cada persona escoge cuáles quiere llevar a la mesa. Ofrecen habanero y el picante más fuerte de los que probamos. Nos dejó con lágrima afuera y sin poder movernos por un rato, pues como nos dijo un comensal al ver nuestro reacción al nivel de picante, “al taco como a la empanada también se le echa pique…solo que de verdad”.
Aparte de los tacos al pastor, resalta su sopa de tortilla que para el frío bogotano es un buen acompañante. El nivel de picante que tiene es perfecto: “Ni muy muy ni tan tan”. Le alcanza a quemar la garganta a un nivel aceptable, tan aceptable que lo deja pidiendo más. Es una sensación extraña, pero al mismo tiempo satisfactoria, y cuando logra pescar un pedazo de pollo desmechado, o aguacate y queso se hace aun más interesante. No es solo una sopa a base de tomate. Uno desea tomársela toda y si fuera posible bañarse en ella. Pero como no se puede, optar por remojar sus tacos en ella también es una buena alternativa. Su tamaño es generoso, más de lo necesario, pues el que logre tomársela toda debe ser porque en verdad si se “tomó toda la sopita” cuando era pequeño.
Sus costras, que consisten en tortillas de harina de trigo con queso a la plancha y diferentes tipos carne de bistec, de pollo, al pastor, cochinita pibil o de barbacoa, ya son famosas en la ciudad, pues como nos cuenta uno de sus meseros “es lo que más piden”.
Aunque por unidad fue la taquería con los precios más altos, desde $6,000 hasta $11,000 por unidad, los combos que ofrecen son una gran alternativa. Tres tacos con gaseosa o agua por $22,000, o dos costras y un taco con bebida por $26,000. Si quiere sopa, ofrecen el combo #3 con una sopa de tortilla o jugo de carne y dos tacos con bebida por $30,000.
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