Por: Felipe Mendoza Sánchez // Periodismo Digital
Con el propósito de conmemorar el bicentenario de las dos batallas que hicieron posible la liberación del reino de la Nueva Granada, el Museo Nacional inauguró el 18 de julio la exposición 1819, un año significativo, que va hasta el 18 de agosto y es patrocinada por el Museo Nacional de Colombia y el Ministerio de Cultura. Además, de contar con la curaduría de Francisco Ortega Martínez.
FOTO: La exposición se acaba el 18 de agosto
En una sala pequeña con textos e imágenes estampadas en sus paredes, con pendones colgantes resaltados por luces cálidas, se busca mostrar la incertidumbre de ese año que fue decisivo para el país, que dio paso del colonialismo a la república gracias a las batallas del Pantano de Vargas y del Puente de Boyacá
Son treinta las voces de distintos sectores de la sociedad, y de distintas ciudades y países, las que narran la historia y hacen memoria. Son diez las pancartas colgadas alrededor de la sala donde las personas encuentran una breve descripción de lo que acontecía en la época junto con algunos libros, accesorios, placas, entre otros objetos exhibidos. Artesanos, indígenas, mujeres, comerciantes, memorialistas, funcionarios, extranjeros, religiosos, esclavizados y militares son los grupos que muestran la cotidianidad vivida en 1819 a través de testimonios de habitantes de la época, realistas y patriotas, gente del común.
FOTO: Así luce el espacio de la exposición
La idea es que cada persona lea la breve introducción que se encuentra a la entrada de la sala y luego realice su propio recorrido. No hay un orden establecido ya que las historias sucedieron simultáneamente. El hecho de que la gente trace su ruta y entreteja cada uno de los relatos hace de la experiencia un poco más interactiva.
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El 20 de julio, fecha en que se conmemora el grito de independencia del país, asistí y la entrada, ese día, era gratis por lo que había mayor afluencia de personas. Pero lo que desilusiona de la exposición es que puede ser recorrida en menos de media hora. Resulta ser exprés porque a la gente no le interesa ir a un museo a leer.
Para poder llegarle al público y captar su atención, en especial de los jóvenes y niños, debería haber mayor diversidad en cuanto al contenido; uno de los desaciertos es que todas las paredes están llenas de texto. Muchas de las personas pasan por alto los relatos. Simplemente se dedican a mirar los objetos exhibidos y las imágenes de las pancartas, que a decir verdad no son muchos. Comparada con otras exposiciones del museo, esta es una de las que menos imágenes, vídeos y objetos tiene, pues hay más arte en el resto del lugar que en la sala.
Más allá de celebrar el bicentenario, la exposición sirve también para hacer una reflexión profunda que va más allá de la toma de armas de las dos batallas. 1819 no fue un año importante exclusivamente por la guerra, sino también por el panorama dentro de la sociedad colombiana que dio paso a que estallara la revolución. La reorganización política donde se pasó del virreinato a una república llamada la Gran Colombia, la cual integró a Ecuador, Venezuela, Colombia y Panamá, y donde Simón Bolívar fue el presidente. Esto no hubiese sido posible sin el aporte de cada sector de la sociedad.