A los seguidores de Santa Fe los molestaron durante casi cuatro décadas por no conseguir títulos, pero a partir del 15 de julio del 2012 todo cambió, no solo para los santafereños, también para Wilson Gutiérrez, técnico del equipo campeón.
FOTO tomada por Santiago Carreño
Aunque en Colombia hay alrededor de 40 clubes profesionales, su corazón fue rojo desde el comienzo. Santa Fe es el club de sus amores. Cuando tenía 13 años, él inició en las divisiones menores y poco a poco fue subiendo hasta llegar al plantel profesional. Su sueño de niño era quedar enmarcado en la historia de Santa Fe y lo logró. Todo se lo debe a Jaime, su padre, que confió en él desde el inicio. Quería que su hijo fuera futbolista, pero no de cualquier equipo, tenía que ser del rojo, porque también era hincha santafereño.
A punto de cumplir 50 años recuerda cómo fue dirigir a Ómar Pérez, que como él, quedó en la historia dorada de Santa Fe. El Bocha fue el capitán del título de la séptima estrella, en el campo y los entrenamientos era un mago y simplemente lo describe así.
Además de la magia de Ómar, hubo un apoyo espiritual que unió al plantel en el 2012 para conseguir lo que nadie había logrado desde 1975. Tenían que cortar esa racha y Sandra Merino, guía espiritual, fue pieza clave para poder lograr el objetivo. “Era impresionante, durante esa temporada estábamos tan fuertes espiritualmente que en el fondo sabíamos que ganaríamos”. Antes de los partidos salían descalzos al campo y oraban como una familia, una ayuda celestial que Wilson recuerda con mucho cariño pues fue el jugador número 12 en cada partido.
Más de 72 entrenadores han pasado por Santa Fe pero uno quedó en el corazón de todos los hinchas cardenales. Wilson Jaime Gutiérrez tiene un amor de ensueño, esos que duran para toda la vida y espera volver algún día a estar junto a él. “Aunque llegue de nuevo y gane más títulos con el "León", el del 2012 será el más importante para los hinchas y tuve la bendición de estar ahí”.
FOTO tomada por Santiago Carreño