Los primeros días de noviembre se estrenó en Colombia Lapü, el documental experimental de Juan Pablo Polanco y César Alejandro Jaimes. Esta cinta retrata el significado de los sueños para la comunidad indígena wayúu, una apuesta novedosa para el cine colombiano joven y alternativo.
FOTO: Captura tomada del trailer oficial de la película
El personaje principal de la cinta, Doris, sueña con su prima que tiempo atrás se había suicidado. Tal vez en la ciudad o en otra parte de Colombia esto solo hubiese sido una pesadilla más, pero en la Guajira los sueños tienen un contacto directo con la realidad, son la simbología para entender el mundo físico. Más importante aún: son la forma en que los muertos dialogan con los vivos.
Cuando Doris decide contarle a su abuela, ella le explica que el sueño no es más que una invitación a exhumar los restos de su prima. Doris acepta realizar la exhumación y comienza a prepararse para un proceso en torno a la muerte lleno de rituales propios de su comunidad. Una trama narrativa donde la muerte y los sueños son protagonistas bajo la óptica indígena.
No es la primera vez que la comunidad wayúu es protagonista de una cinta colombiana. El año pasado, la película Pájaros de Verano, bajo la dirección de Ciro Guerra y Cristina Gallego, narró los orígenes del narcotráfico en la historia del país a través de una familia wayúu que se involucra en la venta de marihuana en la década de 1970. Lapü, en cambio, plantea un acercamiento a esta comunidad por medio de su cotidianidad debido al interés de los directores en explorar el tema de la muerte.
Juan Pablo Polanco y César Alejandro Jaimes, los directores, son cineastas y fundadores de la productora Los Niños Films, que busca potenciar la mirada particular de los autores detrás de cada obra, fortaleciendo el vínculo con el espectador mediante la imagen y el sonido. Además, realizan talleres y laboratorios que contribuyen a la formación cinematográfica en el país. Lapü es el primer largometraje de ambos y se estrenó este año en el Festival de Cine Sundance.
Aunque Lapü sea clasificado como un documental, no tiene los rasgos de un documental tradicional en donde se narra un suceso sin dramatización alguna. Tal vez por esto es experimental, porque explora la forma de transformar una historia mediante la ficción con tintes de realidad permanentes.
FOTO: El poster oficial de la película
Los actores son naturales, es decir, no tienen ninguna formación profesional en la actuación, pero la manera en que se encuentran rodeados por su propio contexto permite que desarrollen las herramientas necesarias para representar verídica y naturalmente lo que se quiere transmitir. Un plus para la ficción que limita con la realidad en este documental experimental.
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Entre los personajes, la comunicación se da en wayuunaiki, el idioma wayúu, por lo que el espectador debe tener una concentración especial a la hora de entender los diálogos. Es una película que refleja la importancia del silencio, no hay escenas con conversaciones extensas, al contrario, son concretas y pausadas. Tan concretas que el espectador tiene que poner a prueba su habilidad creativa para ir más allá de las palabras y entender el porqué de las acciones.
La principal escenografía es la naturaleza. La primera imagen de la cinta es una montaña de colores cálidos y, desde ahí, la película capta mediante la fotografía los colores del atardecer en las rancherías, los chinchorros desgastados por el polvo del desierto guajiro, las vacas amarradas a los árboles pequeños y raquíticos, y los perros que parecen no tener dueño e intentan encontrar una sombra bajo el calor intenso del sol.
La naturaleza también es el motivo musical de Lapü, pues no hay composición sonora más que el sonido de las piedras que se mueven por la corriente del río, las hojas de los árboles que chocan entre sí debido a la brisa, los lamentos de la vaca a punto de ser sacrificada, el cacareo de la gallina y el gruñido de los cerdos.
Las escenas son largas: algunas de ellas parecen nunca acabar, al limitarse al uso de uno o dos planos. La mayoría de estos planos son generales, y expresan la intención de captar todo lo que se encuentra en el lugar transportando al espectador. No hay mucho interés en mostrar rostros. De hecho, es fácil confundir los personajes; la cinta prioriza los diálogos de perfil y el juego de sombras.
FOTO: Captura del trailer oficial de la película.
Aunque Lapü es una apuesta novedosa para el cine colombiano, es una cinta que requiere análisis y un interés casi antropológico por comprender la cultura wayúu. El público que disfrute del arte cinematográfico y las propuestas alternativas para plasmar una realidad de forma visual encontrará un valor agregado en esta cinta. Sin embargo, quienes busquen solamente pasar un rato viendo una película es probable que no se ajusten a las exigencias que necesita el espectador de un producto audiovisual como este y salgan de la sala con un sinsabor lleno de interrogantes.
Ficha técnica:
Título: Lapü
Año: 2019
Género: Documental Experimental
Duración: 1 hora y 15 minutos
Idioma: wayuunaiki
País: Colombia
Dirección: Juan Pablo Polanco y César Alejandro Jaimes
Producción: Julián Quintero
Reparto: Carmen González Jusayú, Doris González Jusayú
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