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[Especial AlcadíaBogotá] Las ochenta mil canecas del gobierno de Peñalosa

Por: Alfonso Narváez - Mariana Mosquera - Camila Neiza // Periodismo Digital


La alcaldía de Enrique Peñalosa se vio muchas veces envuelta en polémicas. Una de ellas fue por la contratación y la distribución de las canecas de basura en la ciudad. Directo Bogotá habló con expertos en el tema para entender por qué la decisión de la administración pasada, en relación a las canecas, causó tanto revuelo.

FOTO: Las canecas de Peñalosa en Bogotá.

A mediados del año pasado, hubo revuelo por las 80.000 canecas que la administración de Enrique Peñalosa instaló en las calles de la capital del país. Algunos ciudadanos denunciaron por redes sociales que estaban muy cerca unas de las otras, por lo que consideraron que era una medida innecesaria. Sin embargo, según información oficial de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) y de la Secretaría Distrital de Ambiente, estas debían colocarse a 25 metros en barrios y a 15 metros en sitios con alta afluencia.

Esta medida se tomó para evitar que hubiese contaminación en las calles y que las personas aprendieran a reciclar; las nuevas canecas dobles tienen señalización para que se ponga la basura reciclable y la no reciclable donde corresponda. Pero esta medida no fue efectiva dado que, en cuanto a la distancia, en muchos puntos es evidente que unas quedan muy próximas de las otras. Así mismo, las viejas canecas, es decir, las que eran individuales y tenían agujeros, siguen instaladas.

Para evidenciar si esto era verdad, decidimos hacer un pequeño recorrido en un sector de la ciudad, más exactamente en los alrededores de la carrera séptima con calle 39, bajando hacia la carrera 13 y subiendo de nuevo por la calle 43.

Esto fue lo que encontramos:

Según lo observado, es evidente que hay exceso de canecas debido a que muchas quedan frente a otras con tan solo pasar la acera. En una cuadra puede haber tres canecas dobles; esto no solo afecta la movilidad de peatones sino también el mobiliario urbano. William Alfonso Piña, experto en gestión urbana ambiental, explica cuántas y por qué deberían haber un cierto número de canecas por cuadra.

A este escándalo se le sumó una dudosa subcontratación. Según el representante de Canecol, Manuel Jiménez, en la licitación se dieron unas características técnicas para las canecas que solo las cumplía una empresa, lo cual incurre en beneficiar a un monopolio.

Además, se conoció que las canecas instaladas tenían un precio muy elevado y las características de estas no eran las más adecuadas para la ciudad porque son metálicas cuando, según expertos, las que se deberían usar en la actualidad son de polietileno. Dos semanas después de que la denuncia fuera ampliamente conocida, el Distrito se retractó de haber instalado estas canecas.

Según Jiménez, hay que hacer un estudio para entender cuántas cestas se necesitan por habitante en una ciudad como Bogotá. De hecho, puede que suene como un número muy grande, pero en una ciudad como Madrid hay una por cada 100 u 80 habitantes.

 
 

Por su parte, Alfonso Piña afirmó que la administración Peñalosa en un principio instaló unas canecas que no estaban en la guía de diseño mobiliario del espacio público del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). Estas eran unas canecas plásticas que fueron objetos de vandalismo, por lo que fueron deshabilitadas. Por esta razón, se volvieron a instalar las tradicionales de acero pero está vez, dobles. Para él, la función de estas canecas no es clara porque muchas quedan desocupadas dada la cercanía de unas con las otras.

A la falta de planeación en la instalación de las canecas, se le añade que la recolección de basuras se volvió cada vez más complicada debido a que no todas se llenan. Aun así, el recolector se tiene que llevar la bolsa a medio llenar o vacía, lo que hace complejo y dispendioso su trabajo. Además, no representa un aporte significativo contra el uso de bolsas plásticas.

Por tal razón, es evidente que, primero, se necesita educar a la ciudadanía sobre el uso de estas cestas y, después, empezarlas a emplear a gran escala. Por otro lado, se debe revisar si es efectiva la medida de ponerlas a pocos metros de distancia por toda la ciudad o si, por el contrario, se debe replantear la instalación en algunos puntos.

**Desde 2002 cambió el esquema de recolección de basuras. Hasta ese año, una empresa pública hacía el trabajo, pero Bogotá se dividió en seis zonas en donde cada una tenía un operador privado para hacer esta labor. Estas empresas se encargan de instalar las 80.000 canecas en la zona que les corresponda.

 
 
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