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“Creo que somos un gremio que está dominado por hombres”: Camila Zuluaga

Por: Hugo Caro Jiménez // Noticia

En diálogo con Directo Bogotá, la politóloga y periodista narra detalles de su vida personal y de su trayectoria laboral. Asimismo revela sus opiniones sobre el medio periodístico colombiano en este tiempo.

FOTO: “La reportería es el verdadero periodismo; no digamos mentiras”, aseguró Camila Zuluaga. Cortesía: Blu Radio

Es periodista, politóloga de la Universidad de los Andes, Magíster en Administración Pública (PMA por sus siglas en inglés) de la Universidad de Columbia, directora de Mañanas Blu en Blu Radio y presentadora de Noticias Caracol. Camila Zuluaga es disciplinada y se sacrifica por su oficio; además, se caracteriza por hablar duro y por su capacidad de confrontación. No tiene mucho tiempo libre y el poco que le queda lo ocupa entre libros y repostería.

Todo lo que tiene se lo ha ganado a pulso, pues la educaron para ser tan constante y autoexigente como es hoy día. Zuluaga habló con Directo Bogotá sobre lo que ha sido su trabajo hasta ahora y sobre cómo ha llegado hasta donde está. También opinó acerca de la reciente salida de algunos periodistas de la revista Semana y de la situación del periodismo actual, un medio que, según ella, “sigue siendo de los hombres”.

Directo Bogotá [DB]: Usted empezó a estudiar y a trabajar a la vez en La W. ¿Cómo fue eso?

Camila Zuluaga [C. Z.]: Realmente empecé en [los] 40 Principales, ni siquiera en La W. Empecé en una emisora musical cuando estaba en la universidad. Hicieron un concurso para ser DJ de esa emisora y yo estudiaba Ciencia Política en ese momento, y dije: “Quiero trabajar en medios de comunicación”. Siempre lo supe. Pero como politóloga no me iban a dar una práctica en un medio, porque se lo dan a los comunicadores sociales. Apliqué al concurso y me lo gané.

DB: Como comenta, usted empezó a trabajar desde muy temprano. ¿Cree que le hizo falta esa vida que todo el mundo cree que tienen los universitarios?

C. Z.: Sí, sin lugar a dudas. Es algo que siempre tuve en mi cabeza porque empecé a trabajar muy joven. Evidentemente sí me perdí muchas cosas de la universidad. En ese momento mis amigas estaban en intercambios de los foros que hacen las universidades, en esa vida académica, mientras yo estaba trabajando. Por eso me fui a hacer la maestría a Nueva York, en donde realmente viví un poco esa vida universitaria que no pude vivir cuando estuve en el pregrado.

DB: A pesar de que fueron oportunidades conseguidas gracias a su constancia, ¿cómo enfrentó tantos retos siendo tan joven?

C. Z.: Con mucha disciplina y sacrificio, en el sentido de que yo no estaba en la vida universitaria. Cuando mis amigas estaban de fiesta, yo no podía ir. Estaba muy concentrada trabajando. Siempre hablo de mis papás; desde que yo era muy chiquita me exigieron mucho y no sé si eso tuvo que ver. Siempre fueron supremamente exigentes conmigo y siempre estuvieron al lado mío en estos procesos, pero nunca diciéndome: "Te felicito". Incluso hoy nunca me dicen eso.

DB: Cuando empezó a trabajar en las mañanas en W Radio, ¿qué representó para usted ser una mujer tan joven en el medio? Fue un momento en el que no era tan normal que una persona joven y mujer diera su opinión...

C. Z.: Estaba cero [sic] normalizado. Yo diría que Julio [Sánchez Cristo] es la única persona de esa escuela, de la época de él, que se rodea de gente joven y le permite expresar su opinión con protagonismo. Eso fue lo que hizo conmigo. Cuando empecé a trabajar, yo no daba mi opinión, ¡para nada!; demoré años en sentirme segura de que había algo medianamente inteligente para decir, y entonces lo hice. Era difícil. Me decían: "Niña..."; me callaban. Pero fue un reto, fue mi reto: “Vamos a hacer que las mujeres aparezcan en la escena política desde el periodismo, al mismo nivel que cualquier hombre”.

DB: Cuando usted llega a Blu Radio, luego de hacer su PMA en Nueva York, se enfrenta directamente al público de las mañanas de La W. En otras palabras, se enfrenta a Julio Sánchez. ¿Cómo fue eso? Le sigue haciendo competencia...

C. Z.: Cuando yo me fui de La W, hablé con Julio. Él se portó como un papá, pues trabajamos juntos 11 años; lo entendió perfectamente y me dijo que sabía que eso en algún momento iba a pasar. Yo no espero ganarle a Julio, porque sé que es un monstruo de la radio, pero digamos que en este momento estamos compitiendo Julio, la básica de Caracol y nosotros. Ya de segundos estamos la básica de Caracol y yo. Nunca había pasado, por lo que se llevaron a Vanessa de la Torre para allá. No espero ganarle a Julio, no le hago la competencia a él.

DB: ¿Cómo le fue en Washington con el cubrimiento de las elecciones presidenciales de Estados Unidos? ¿Extrañaba la reportería?

C. Z.: Sí, la reportería es el verdadero periodismo; no digamos mentiras. Estar en la calle es verdaderamente para lo que decidimos ser periodistas. Pasé feliz. Fue un momento histórico y creo que era importante estar ahí para narrarles a los colombianos, en la medida de lo posible, lo que estaba pasando en un momento definitivo no solo para Estados Unidos, sino para el mundo, para Occidente en general.

DB: ¿Qué le gustaría cambiar del medio periodístico hoy?

C. Z.: Yo creo que todavía somos un gremio dominado por hombres muy mayores. Si nos ponemos a ver, a mí me parecen fantásticos Los Danieles; me parece una nota lo que están haciendo y los admiro. Pero yo veo que la gran sorpresa es que cada vez llegan los mismos: Antonio Caballero, Daniel [Samper] Pizano… Sigue siendo un medio de hombres, y de hombres grandes.

DB: De la vieja escuela...

C. Z.: De la vieja escuela. Igualmente, pienso que está sucediendo una renovación importante, pero creo que nos faltan más mujeres. A pesar de que ya hay, considero que todavía hay una dominancia de hombres importante en el medio.

DB: ¿Qué opina sobre la salida masiva de periodistas de la revista Semana?

C. Z.: Creo que ellos no estaban de acuerdo con que nombraran a Vicky [Dávila] como directora. Saber que nombrarían a Vicky era saber que iba a haber un periodismo de cierto tipo, y los periodistas que iban a renunciar no estaban dispuestos para ese tipo de periodismo. Eso es perfectamente respetable. Ella tiene un estilo que a muchos no les gusta.

 
 

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