Por: Viviana Gómez Peña // Periodismo Digital
En entrevista exclusiva con Directo Bogotá, María Paula Baena comparte su perspectiva sobre la labor periodística contemporánea. ¿Puede pensarse hoy en periodismo neutral? ¿Qué incidencia tienen los nuevos medios en el periodismo? La famosa periodista de La Pulla contesta estas y otras preguntas.
María Paulina Baena es periodista y politóloga de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Actualmente hace parte del equipo de trabajo de La Pulla, una videocolumna de opinión del periódico El Espectador que se publica una vez por semana en YouTube. Para ella, el campo periodístico debe encontrar nuevas formas de llegarle a la audiencia.
Directo Bogotá [DB]: ¿Cómo ve la situación del periodismo hoy en día?
María Paulina Baena [M. P. B.]: A mí me preocupa mucho lo que veo del periodismo, porque veo un periodismo absolutamente desbalanceado y fragmentado. Yo siento que hay mucho interés en que surjan nuevas voces, y lo he visto en el surgimiento de medios alternativos como Mutante, Cuestión Pública, Cerosetenta, Las Igualadas, Manifiesta, Pacifista, La Liga Contra el Silencio... que están haciendo cosas poderosas […]. Entonces, creo que a todos estos medios pequeños hay que agruparlos de alguna forma, hay que darles una voz mucho más profunda que los medios tradicionales.
Pero hay otros medios que surgen por la pura vanidad del periodista, donde yo como periodista quiero figurar porque yo soy “un putas”, pero no porque me importe la información que estoy dando. Por ejemplo, en Bogotá nos miramos mucho y el periodismo está centrado en la capital, sin abrirnos al mundo y a las regiones, salvo La Silla Vacía, que sí lo hace y tiene sus patas muy bien puestas en las regiones.
Lo veo también en una desconexión con las audiencias entre aquello que se informa y quienes reciben esa información. Y hay una desconfianza absoluta de la gente hacia los medios y, en especial, hacia los canales de noticias. Por eso ahora, nosotros, en La Pulla, nos informamos también desde otras partes, desde Facebook, Twitter o TikTok.
DB: ¿Cuál es su opinión sobre “la crisis del periodismo” de la que muchos hablan?
M. P. B.: Yo no creo que el periodismo tradicional esté en crisis, es decir, como siempre se ha hecho el periodismo no es lo que está en crisis. Las formas son las mismas; los métodos son los mismos; pero sí está en crisis cómo mostramos ese periodismo y cómo lo hacemos creíble. ¿Es a través de TikTok, Facebook y Twitter que nos tenemos que mover? Ahora, los medios tradicionales están en crisis desde hace rato y eso no es nuevo: El Espectador está en crisis y Semana ni se diga […]. Hoy en día es difícil creerle a los periodistas y, sobretodo, a los grandes medios, pero el periodismo sigue siendo el mismo, aunque algunos se hayan descarriado y eso ya no es periodismo.
DB: ¿Se podría plantear una renovación del campo periodístico? ¿De qué manera?
M. P. B.: Las bases del periodismo deben seguir siendo las mismas, el rigor tiene que ser el mismo, y eso está dicho así desde hace mucho tiempo. El buen periodismo es ético, es libre, es el que no se arrodilla ante el poder; le da voz a la gente y es capaz de tener un olfato distinto. Este es el buen periodismo, y así ha sido toda la vida, así sea por medio de TikTok o de un papiro. El buen periodismo tiene reglas básicas y muy claras que no cambian y no mutan con el tiempo. Lo que se debe renovar son los medios a través de los cuales se consume el periodismo, que puede ser por YouTube, WhatsApp o Telegram.
Entonces, yo creo que uno debe pensar dónde está la audiencia realmente, dónde está la audiencia a la que yo le voy a hablar; porque pensar que yo le voy a hablar a todo Colombia es un gran error. Lo mejor es, como periodista, hacer algo que tenga impacto en una comunidad, sobre un tema trascendente y en algo que se quiera especializar. Uno puede empezar a observar dónde hay carencias de información reales y a partir de allí empezar a pensarse un proyecto sabiendo cuál es mi audiencia.
Si yo sé cuál es mi audiencia, puedo ser más seductor y lograr llegarle a ese público a través de los medios que más consume.El periodismo debería mantenerse con el mismo rigor, pero con una audiencia más cercana, con unos temas más creíbles, con una traducción de lo que se está diciendo y también con una pregunta constante: ¿por qué estoy haciendo esto?
DB: Por último, ¿cree que la labor del periodista debe ser imparcial?
M. P. B.: Yo creo que eso es una gran mentira, es un velo que nos han puesto a los periodistas y a las audiencias. Este se relaciona con la idea de que el periodista es un ser ponderado, tranquilo, casi como con una presencia omnisciente. Esto es falso porque el periodista es un ser humano que siente, que ve y que puede formar una opinión sobre esa realidad que tiene en frente.
Es absolutamente improbable que uno como periodista no se forme una opinión y sea una piedra inerte a la que no le pasa nada. Uno informa lo que ocurre, el contexto, pero también debe mostrar lo que es evidente a la vista […]. Cuando al periodista le meten el cuento de que debe ser neutral, ponderado y objetivo, le están, en últimas, metiendo el cuento de que debe tragar entero todo. Pero yo creo que el periodista es capaz de formarse un criterio y a partir de allí informar, porque ese criterio es lo único que al final le queda a la gente. En últimas, el periodismo debe dejar una línea, debe cerrar con algo, debe dejarle a la gente una pregunta, porque sino no sirve de nada […], termina siendo un texto súper lavado con antibacterial que no tiene ningún sentido. El periodismo no es neutral, no es objetivo, no es imparcial.
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