Por María Carolina Otero Arrieta // Periodismo cultural
La FILBo demuestra de nuevo que el tema de los libros va más allá de la lectura. El evento dedicó varios espacios a la mujer y la importancia de la consecución de sus derechos e igualdad.
Con pisadas cortas, sobre la espesa tierra de un suelo árido, camina con su falda larga y salpicada por el abundante polvo. Ella se abre paso entre el inmenso bosque de árboles que la sobrepasan. Y un paisaje rodea su humilde casa. Se trata de Dominga Cotí: una comadrona de Guatemala que lleva toda su vida recorriendo el territorio en pos de ayudar a las mujeres durante el parto, asistida por elementos salidos de su venerada madre tierra.
Entre la incesante neblina, maridada con un frío abrumador, recorre los caminos estrechos de aquellas montañas con sus zapatillas negras de suela delgada, avanzando en el desgaste de cada paso. “Haya lluvia a medianoche, a las diez de la noche o la una de la mañana, yo no tengo horario de trabajo. Si empiezan los dolores de mi paciente, me voy de inmediato”, dice Cotí.
Los participantes de la 33ª Feria Internacional del Libro de Bogotá —celebrada del 6 al 22 de agosto de manera mixta— atendieron por más de una hora a las conferencias tituladas Negocios sostenibles y política exterior feminista en el comercio y Mujeres en corto: ¿cómo aborda la industria audiovisual el papel y la representación de la mujer?”. Ambas enfocaron el papel de la mujer en diversos ámbitos; ambas se relacionaron en el feminismo.
Mujeres en corto inició a las siete de la noche del 8 de agosto. La directora, Sandra Pulido Urrea, inició la charla agradeciendo a todos los invitados y participantes; subió su mirada y, al momento de dar la bienvenida, destacó una frase muy importante: “Gracias al cubrimiento que nos brinda LifeTime, que, como bien lo dicen ellos mismos, son un canal que celebra y destaca el papel de la mujer delante y detrás de cámaras”. Después inició el conversatorio: María Fernanda Céspedes, directora de Fiacine, dialogó con tres mujeres latinas, Paula Morel y Paula Manzone (de Argentina) y Cleida Cholotio (de Guatemala), que expusieron dos cortometrajes sobre maternidad y creación. El primer cortometraje, el de Cholotio, narra la admirable historia de Dominga Cotí.
Honrando al país invitado de este año, la FILBo resaltó en muchas de sus charlas la inclusión sueca del feminismo como política transversal. En la conferencia Negocios sostenibles, que tuvo lugar el 9 de agosto a las nueve de la mañana, se abordaron temas como la igualdad de derechos para las mujeres en ámbitos como el económico. Moderados por el gerente de la empresa de comunicaciones KREAB, varios representantes del Ministerio de Comercio sueco, Procolombia y empresas suecas sostuvieron una muy interesante conversación acerca del enfoque de género en las dinámicas comerciales.
El enfoque feminista de esta versión de la Feria se logró a través de charlas como las mencionadas, que invitan a la reflexión y visión de un futuro en que las mujeres recuperan el papel del que lastimosamente no han gozado por muchos años. Reevaluar el rol que juegan las mujeres dentro de la sociedad es el primer paso para conservar la fe en ese futuro añorado, aquel en que prevalece la equidad y la libertad para todos.
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