Por: César Santiago Bohórquez Garzón // Periodismo cultural
Fotos: César Santiago Bohórquez Garzón, archivo particular
A pesar de los efectos negativos de la pandemia en el sector cultural, no todo está perdido. Este tiempo difícil ha otorgado la oportunidad de darse a conocer a las galerías de arte de Bogotá. También ha permitido que la gente reconozca en el arte una inversión viable.
En todo momento, pero sobre todo en tiempos de pandemia, los bancos y las galerías se encargan de resguardar aquello que nunca pierde su valor: el oro y las obras de arte, respectivamente. Aunque las galerías están llenas de vida y creatividad, de todo aquello que llena el alma, no suelen ser la primera opción de los bogotanos como plan para un fin de semana o una cita. Sin embargo, cada día van ganando más reconocimiento y fama en Bogotá.
Como la pandemia ha frenado varios mercados, no existe una inversión segura y la gente ya no sabe en qué invertir. Pero el arte ha surgido como una apuesta segura. Esto se debe a que “el arte nunca ha perdido su valor: ni en pandemia, ni sin pandemia, ni en guerra, ni en paz”, como señala Jaime Espinosa, director de la Galería El Gato. Y añade: “El arte es una de las mejores inversiones. Es una inversión que nunca se va a desvalorizar, nunca se va a devaluar”.
Mientras la economía global sufre un gran golpe a causa de la covid-19, las galerías de arte viven realidades similares. En Colombia, específicamente en su capital, algunas como YellowKorner sufren porque “hay días muy malos que no se vende absolutamente nada”. Sin embargo, otras creen que “esto ha sido excelente para el mundo del arte. Lo mejor que pudo haberle ocurrido fue la pandemia y la cuarentena”, afirmó Espinosa.
En Colombia, las galerías de arte cada vez son más comunes. Y en Bogotá, estas pululan por toda la ciudad. Desde sus inicios y hasta hoy en día, estos sitios se han encargado de ser lugares para la creación y difusión del arte. Asimismo, también han sido el lugar donde los artistas encuentran un hogar y un espacio para darse a conocer. En la capital existen alrededor de 60 galerías de arte: Galería El Museo, La Cometa, Expreso del Arte, Espacio Blanco, AMEB, Gio Saint Pere, Street Lynx Bta, YellowKorner y El Gato, entre muchas otras.
Los primeros registros de galerías de arte en Bogotá datan de mediados del siglo XX. Según el informe Dejar hablar al archivo: muestrario por las galerías, estas existen en la ciudad desde 1948, año en el que se fundó Galerías de Bogotá S. A. S. Este informe es un trabajo de investigación realizado por José Ruiz y Natalia Gutiérrez, artistas e historiadores de la Universidad de los Andes, y Carolina Cerón, curadora de la misma universidad.
Aunque las galerías cerraron sus puertas, esto las llevó a abrirse a su público. Una forma fue a través de sus redes sociales, como es el caso de la Galería El Museo. Ellos emprendieron iniciativas como “la obra de la semana”, “donde destacábamos una obra en particular de artistas importantes de la galería”, comentó Viviana Mejía, coordinadora de proyectos expositivos del espacio. Otra de sus ideas fueron los “acercamientos”, una especie de capítulo monográfico de artistas representados por la galería, donde se hacía un énfasis en todos los periodos de cada artista. Esta cubría casi toda su trayectoria e incluía tanto textos como imágenes, para que la gente se pudiera familiarizar.
En cuanto a lo económico, aunque el arte es un objeto que se vende bien, algunas galerías se las arreglaron para no perder tanto dinero. Así, surgieron ideas para incentivar a la gente a comprar. Una de ellas fue de la galería YellowKorner, que a través de su página web motivó a los compradores e inversionistas colocando un letrero bajo cada obra; en él decía si la pieza se estaba revalorizando o cuál era su situación. La solución que encontró la Galería El Museo fue crear promociones para los distintos eventos que vivimos en cuarentena, tales como el día del padre o de la madre.
Después de que la Alcaldía les dejara abrir de nuevos sus puertas, las galerías de arte se han dispuesto a retornar a la normalidad (o a esta nueva realidad que afronta el mundo). No perdieron tiempo y, en cuanto se relajaron las restricciones, se pusieron a trabajar en la reapertura de estos espacios que ahora pueden disfrutar los bogotanos. Estos últimos no les fallaron y, en cuanto se pudo volver, regresaron a estos espacios culturales. Existen varios casos especiales que vale mencionar.
Por ejemplo, el de la Galería El Gato. En palabras de Jaime Espinosa, esta “no cerró. Llevo trabajando corrido desde que empezó el año”. (A través de visitas personalizadas y de no más de 5 personas, El Gato hizo que la gente pudiera disfrutar la obra del artista David Manzur, que estuvo hasta mitad de este año./B) Desde agosto y hasta el 31 de septiembre, la gente pudo disfrutar de “Pandémica”, una exposición colaborativa con obras de 17 artistas. Para visitarla había que agendar previamente una cita previa. Esta fue bien acogida, ya que se vendieron aproximadamente el 90% de las obras, lo cual anticipa el estreno de “Pandémica 2”.
Otro ejemplo es el caso de la Galería El Museo, que el pasado 17 de septiembre presentó tres nuevas exposiciones: “Estados de un cuerpo”, por Jorge Cabieses, “La luz y la furia”, por Rubén Rodrigo, y “Los Macondos”, por Gonzalo Fuenmayor. Estas aún están disponibles hasta el presente mes de noviembre, y la entrada es gratuita.
También destacamos la experiencia de la Galería La Cometa, icónico espacio con sedes en Bogotá, Madrid y Medellín. Esta estrenó exposiciones en todas sus sedes. En la capital colombiana, la gente pudo disfrutar de dos ensambles artísticos: el primero es “I am sitting in a room”, de Albero Lezaca, y el segundo es “Estudio de las singularidades”, de William Aparicio. Estos se estrenaron el 3 de septiembre y clausuraron el 3 de octubre.
Pero no todo ha sido fácil. Para galerías de arte como YellowKorner, la pandemia ha generado un descenso en los ingresos. Ahora que volvieron a abrir, “el flujo de personas es muy poco, o sea, entre semana no viene absolutamente nadie. Los viernes y sábados es cuando más viene gente, pero de igual forma es flujo muy poquito [sic]. O sea: si vienen más de tres personas es mucho”, afirma Cristian Vallejo, su galerista. Ubicadas en la carrera 19 con calle 105 y en la calle 81 con 11, estas son galerías de arte exclusivamente fotográfico, de origen francés.
El arte sigue siendo el oro de aquellos cuya riqueza es el deleite y la sensibilización del alma. Pero respecto a las galerías, el panorama es variado. Mientras unas pudieron sobrellevar la cuarentena y volver revitalizadas a la nueva realidad, para otros no fue tan fácil. El número de personas, visitantes y compradores sigue siendo el medidor de la actualidad de las galerías. Ellas tienen todas las ganas de recibir a conocedores y a desconocidos. ¡No se pierdan la oportunidad de visitarlas!
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