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Laura Alejandra Ayala Hernández //

Teatro de Garaje, ejemplo de autosostenibilidad


Desde hace diez años se viene construyendo en Chapinero uno de los teatros independientes más importantes de la ciudad. Teatro de Garaje se ha formado bajo la premisa de ser autosostenible y de valorar económicamente el trabajo de los artistas. Un ejemplo de que vivir del arte en Bogotá sí es posible.

FOTO: Tomada por Laura Ayala.

Independencia, espontaneidad, inclusión y multidisciplinariedad. Estos son los pilares del Teatro de Garaje; un lugar para disfrutar del arte y la cultura bogotana a través de obras de teatro, conciertos, clases de improvisación y talleres. El ceviche, la carne, la comida vegetariana, las hamburguesas, el café y las cervezas artesanales terminan de completar el ambiente alternativo y creativo de este lugar.

Ubicado al fondo de un típico callejón chapineruno, en la Cra. 10 #54a - 27, el Teatro de Garaje atrae a creadores y emprendedores de diferentes disciplinas artísticas y culturales desde su creación en el 2011. Las dos salas de teatro con capacidad para 45 y 75 espectadores y la zona social, son los espacios para disfrutar de las obras, los conciertos, los encuentros con poetas, las jornadas de grafiti, fotografía y otras manifestaciones de las artes plásticas que allí se realizan.

Sin embargo, el trabajo detrás de tener esta infraestructura con las condiciones adecuadas para desarrollar sus puestas en escena ha sido arduo. Las salas tipo estudio diseñadas para adaptarse a las necesidades de los artistas, los equipos de iluminación y sonido, las cámaras y los camerinos no serían una realidad sin el trabajo fuerte y constante que el equipo de Juan José Toro, cofundador, ha hecho durante casi una década.

 
 

Esto se debe a que desde un principio se tomó la decisión de que el Teatro de Garaje no se adaptaría a la figura de “sin ánimo de lucro” que definen a la mayoría de teatros de la ciudad. Por el contrario, el equipo detrás de este proyecto considera que los artistas tienen el mismo derecho a crecer económicamente como cualquier otro profesional y gestionar sus ingresos del ejercicio de su profesión de forma independiente. Prefirieron enfrentarse al reto de lograr su sostenibilidad de manera autónoma, sin esperar donaciones o partidas presupuestales del Estado.

“Teatro de Garaje, a diferencia de la mayoría de las salas de teatro no es una fundación sino una SAS. Consideramos que la independencia es uno de nuestros valores, entonces no dependemos exclusivamente de los pocos apoyos gubernamentales”, afirma con orgullo Juan José Toro.

Con esta meta en mente, abrieron las puertas de una pequeña sala para 45 espectadores dentro de un parqueadero en Chapinero y gracias al apoyo del público, de los artistas y de la valentía para enfrentar las deficiencias presupuestales, el Teatro de Garaje logró colonizar todo el parqueadero y convertirse en un centro cultural sin igual.

En 2018, gracias a la entrada de nuevos socios, el Garaje recibió un nuevo impulso para seguir mejorando sus instalaciones y fortaleciendo su equipo artístico y gerencial. Juan Toro resalta que su público ha constatado que nunca se han quedado quietos ni han cedido ante las dificultades; que en cada visita se sorprenden de su avance sostenido, lo cual los hace sentirse orgullosos del camino recorrido.

Desde su fundación ha presentado más de 1.000 funciones, entre las que se destacan las producciones de la casa: El Hervidero (2013) de Harold Pinter, Yodo (2015) de Carlos Enrique Lozano y Cruzada para un loco (2017) de Luis Eduardo Montaña y Juan Fernando Cácerez. Actualmente, junto a los perros de la impronta, está presentando los espectáculos de improvisación Tábola Raza, Perratas versus Perrigris y la Varieté de Garaje bajo la dirección de Felipe Reyes, cofundador del teatro.

Su filosofía autosostenible es posible gracias a los talleres, la escuela de formación artística y la ganancia que les deja la boletería, sus principales fuentes de ingresos. Actualmente, Juan Toro puede afirmar con seguridad que no han tenido dificultades económicas debido a que todo es auto gestionado.

Para el equipo de este referente teatral, es posible vivir del arte en Bogotá. Resaltan que hay que asociarse en red con profesionales que no solamente son artistas para así hacer del oficio artístico parte de la economía.

Otro de los puntos clave que permite que Teatro de Garaje hoy pueda definirse como autosostenible se debe a que los proyectos cuentan con estrategias de difusión en medios y redes sociales, además de confiar en el poder de la voz a voz que sin duda provocan sus presentaciones. Por el lado artístico, el equipo hace curaduría de las obras que se van a presentar con el fin de ofrecer presentaciones con potencial. Teatro de Garaje no ha recibido apoyo del Distrito, aunque están constantemente pendientes de las convocatorias y apoyos de Idartes. Sin embargo, no contemplan la posibilidad de dejar de ser el ejemplo vivo de que vivir del arte en Bogotá sí es posible.

 

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