Por: Sindy Saray Feliciano Villalba //Periodismo Digital
El Museo Colonial continua siendo una de las instituciones culturales más célebres en la capital colombiana gracias a su plan de renovación estructural, su reciente planteamiento curatorial y museográfico.
FOTO: De Sindy Saray Feliciano Villalba. La fachada del Museo Colonial
El Museo Colonial ha cambiado. Actualmente, ha entendido la renovación como una herramienta para generar espacios de diálogo, de investigación e incentivar la apropiación del patrimonio colonial. Además, el plan museológico que se desarrolla en esta institución, y que fomenta la interacción histórica con el presente, permite mostrar elementos históricos con el uso de la tecnología la organización y presentación de diversos elementos. Una reminiscencia que logra relatar la historia colonial desde diferentes perspectivas, proponiendo el uso de plataformas digitales y la creación de salas interactivas para así captar la atención de los visitantes, y en especial en los adolescentes.
Con exactitud cuenta con cinco salas, cada una con un color diferenciador que narra las diferentes etapas de la época colonial a través de cuadros, esculturas y piezas particulares. La primera sala evidencia la transformación de las imágenes como elemento central de la política real y eclesiástica. En la segunda, se narra sobre los viajes trasatlánticos emprendidos por los europeos hacia Colombia a partir de 1492. Para la tercera y cuarta sala, se puede observar los diferentes oficios y la educación que se desarrollaban en las ciudades como lo fueron los colegiales, herreros, pintores, sastres y zapateros. Por último, está la quinta sala que exhibe las múltiples relaciones existentes entre las manifestaciones culturales actuales y el pasado colonial, sin embargo, esta organización no se presentó hasta el 2017 cuando el museo abrió sus puertas después de un largo proceso de transformación de 3 años.
FOTO: De Sindy Saray Feliciano Villalba. El interior del Museo Colonial
El Museo de Arte Colonial fue inaugurado el 6 de agosto de 1942. Inicialmente contaba con una importante colección de setenta y dos pinturas de Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, el pintor más importante de la colonia, además de otras obras de la Escuela quiteña. Sin embargo, fue en el 2013 cuando cerraron sus puertas al público para entrar a un proceso de transformación. Entonces, buscaron impregnar aquellos sucesos culturales sucedidos entre los siglos XVI y XVIII en el edificio. Reestructuraron la infraestructura y el guión de su curaduría para que los colombianos se relacionarán más con su historia y se apropiaran de su patrimonio. En esta restauración se obtuvieron más de 1,577 piezas entre pinturas de caballete, textiles, escultura, mobiliario, objetos de platería, numismática, impresos y manuscritos, de las cuales el 26% están en exposición. El espacio se modernizó y se logró la obtención de un auditorio, una sala para exposiciones temporales, una tienda, más espacio al aire libre y todo esto sin contar las 5 salas ya mencionadas. El 3 de Agosto de 2017, finalmente el Museo abrió sus puertas con un narración diferente en la cual se evidencia un lazo claro y palpable entre el pasado y el presente, que muestran el contexto histórico Colombiano de la colonia a partir de elementos de la modernidad.
Si bien el museo muestra el pasado colonial colombiano, son las nuevas tecnologías el puente para difundir la historia y lograr entablar una relación entre el pasado y el presente. Diego López, asistente de curaduría afirma: “Se presentan tres programas de divulgación de las colecciones. Uno es la plataforma Google Acts, en donde se hacen exposiciones temporales que se adaptan al formato digital para mejorar el diseño de la exposición y su interactividad con la audiencia. Cada mes se conocen alrededor de veinticuatro piezas nuevas para incentivar al público de manera dinámica a visitar el museo. Y, también está la construcción de textos cortos de divulgación en donde se relacionan las celebraciones que se dan alrededor del año con las piezas expuestas en el museo”.
Durante el recorrido el público percibe de manera visual la historia en pantallas interactivas que tienen un efecto llamativo que no distrae a las personas ni desvía la complejidad investigativa, al revés, logran captar la atención de la audiencia para lograr una conexión con este pasado histórico. El museo propone,además, actividades didácticas como rompecabezas, tableros y demás materiales para el aprendizaje en conjunto.
Incluso el uso de new media se presenta como una variable constante. Juan Camilo Cárdenas, coordinador de comunicaciones en el museo, afirma que los colombianos, en especial los jóvenes, han perdido amor por la cultura y los museos. Por eso, es un reto constante crear nuevos canales de comunicación para atrapar la atención de la gente. Se han implementado plataformas sociales como Instagram desde el año 2013 para anunciar los diferentes eventos, lucir algunas obras y darse a conocer con las nuevas audiencias. Por su parte, Diego López explicó cómo la planificación y organización de salas tiene una duración alrededor de seis a ocho meses, tiempo en el que se decide qué obras van a presentar, qué diseño se va a presentar y cuál planificación de ingeniería es necesaria para que los objetos estén seguros. Por último, están invitados todos los colombianos y extranjeros a visitar El Museo Colonial para que revivan el pasado colombiano desde el presente de una manera creativa e interactiva.
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