Hoy en día, la creciente burbuja especulativa sobre los inmuebles en Bogotá ha tenido gran impacto en el sector inmobiliario. Pablo Zapata, economista e inmobiliario experto en el tema, se pronuncia sobre los efectos de esta problemática en los compradores y las agencias inmobiliarias de la ciudad.
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El sector inmobiliario ha ido consolidándose en distintas ciudades de Colombia, en donde el desarrollo y la operación de oficinas se encuentra en alza junto con la construcción de centros comerciales, hoteles, entre otros establecimientos comerciales. Sin embargo, durante el último año, se ha evidenciado un incremento sostenido de los precios de vivienda en Bogotá, lo cual ha producido una burbuja especulativa sobre estos y ha impuesto mayores costos y obligaciones financieras.
GRÁFICA: Índice de precios de vivienda nueva en Bogotá. Tomado del DANE
La burbuja especulativa hace referencia a un fenómeno de mercado, en gran medida producido por la especulación, en el cual se evidencia un incremento anormal, incontrolado y prolongado del precio de un producto, que va alejándose cada vez más de su valor real. Es un factor que perjudica la economía de los consumidores, generando crisis en todo el país y trayendo consecuencias de endeudamiento exagerado.
“La burbuja especulativa determina la debilidad de la economía colombiana y la imposibilidad de pago de los créditos insostenibles por parte de nosotros como ciudadanos”, dice Pablo Zapata, economista e inmobiliario experto en el tema.
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Existen varios puntos de vista acerca de la existencia de este fenómeno en ciudades como Bogotá. Algunos bancos afirman que el crecimiento inmobiliario se debe a la recuperación económica por la que pasa el país, gracias a la inversión extranjera y al interés del gobierno en impulsar la compra de la vivienda. Sin embargo, a partir de la década de los 90, el mercado inmobiliario colombiano ha sido objeto de los síntomas de una burbuja especulativa derivada del apalancamiento artificial de la demanda y de una crisis económica en la que se desaceleraron los mercados capitales. Hubo un considerable incremento de los precios de vivienda obtenido por la desregulación del sistema financiero en Colombia, las políticas públicas a favor del sistema financiero e inmobiliario y la necesidad inherente de la sociedad de acceder a una vivienda.
En promedio, una vivienda en Bogotá está conformada por tres o cuatro personas, en donde generalmente sus ingresos limitan su acceso a una vivienda cuyo precio se ajuste a su dinámica socioeconómica. “Esta burbuja especulativa ha generado un impedimento en el acceso de los colombianos a una vivienda digna y ha ocasionado grandes procesos de expoliación de fracciones cada vez mayores de los salarios de las personas. Por eso se busca desacelerar el sector inmobiliario por medio de la ampliación de la financiación del 70% al 90% para así dinamizar en mayor medida la burbuja especulativa”, explica Zapata.
Uno de los riesgos para las agencias inmobiliarias, por ejemplo, es el posible endeudamiento de inmuebles que posteriormente no puedan venderse. Es por esto que lo más indicado para las inmobiliarias de la ciudad es preparar planes y proyectos de contingencia que le den solidez a su negocio. El llamado es a que las agencias inmobiliarias asuman los retos impuestos por el mercado al presentarse una burbuja de este tipo en Colombia, así como a implementar planes a largo plazo que permitan afrontar las posibles consecuencias de este fenómeno.
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