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  • Nicolás Linares Escobar //

¿Dónde encontrar toques en Bogotá?


Regados a lo largo de Chapinero se encuentran diversos espacios culturales dedicados a la promoción y el surgimiento de los nuevos movimientos musicales en Bogotá. Por más de una década estos espacios han sido los responsables de resignificar la escena musical de la capital.

El Chamán

Calle 57 # 9-37

FOTO: El chamán. Tomada por Nicolás Linares.

Fundado a mediados del 2018 por Tomás García y Manuela Echeverri, El Chamán se creó como un espacio con el objetivo principal de cubrir una demanda de la escena musical alternativa en Bogotá; tras ver cómo, desde el 2016, empezaba a crecer de manera rápida y amplia, se inauguró este lugar. Aunque es pequeño, cada semana se llena completamente. El concepto que ha tenido El Chamán desde su apertura es ser una nave para nuevos sonidos independientes como el rap, la música electrónica, el rock y sus derivados. Como política propia del venue (lugar de conciertos), se trata de no repetir artistas en periodos cortos de tiempo ya que afirman que la gran variedad de músicos que deciden presentarse, merecen una oportunidad de tocar.

FOTO: El chamán. Tomada por Nicolás Linares.

“El nombre y el concepto de este lugar se crearon a partir de un viaje de amigos a la Tatacoa. Al principio todo comenzó como un chiste, como una escena graciosa entre amigos. Posteriormente, esta anécdota sería la responsable de nombrar este nuevo hito de la música en Bogotá”, afirma su fundador. A diferencia de la mayoría de sitios establecidos en la música bogotana, El Chamán sigue siendo un proyecto joven, pero que con gran fuerza ha logrado meterse de lleno dentro de la escena alternativa en la capital. Aunque sus dueños siguen referenciando a otros espacios como íconos en la ciudad, sin duda El Chamán ha logrado llegar a un nivel similar a ellos.

Boogaloop

Carrera 13 # 65-42

FOTO: Boogaloop. Tomada por Nicolás Linares.

Fundado por Juan Medina, Boogaloop nació en diciembre del 2016 como una propuesta pensada por y para su público. Ubicado en los alrededores de la tradicional plaza de Lourdes, en la calle 63, Boogaloop se ha posicionado como uno de los sitios bogotanos con mayor representación y apoyo para la música para la música alternativa colombiana. En su tarima se han expuestos géneros como el rock, el indie, el punk, la electrónica y el rap, entre muchos otros considerados como alternativos. Sus fundadores denominan a Boogaloop como: “la discoteca crossunder de Chapinero, lugar en donde convergen diversos géneros musicales, lo mágico cultural y la independencia en un escenario para que músicos y Djs tengan una ventana para mostrar su arte al mundo”, afirma su fundador.

Con capacidad para más de 200 personas, Boogaloop cuenta con dos pisos. En el inferior se encuentra la tarima y el bar. A la izquierda las consolas de sonidos, y en el fondo se aprecian cinco paneles de tela –cuatro rectangulares y uno circular– en los cuales se proyectan los visuales a la hora de tener una presentación. En el piso superior hay una pequeña sala y hacia el fondo la terraza. En esta, se encuentra un espejo lleno de stickers y calcas de diferentes colectivos, músicos, bandas y proyectos. En la salida, un pequeño letrero con su nombre, el cual resalta entre la fachada negra del edificio.

Latino Power

Calle 58 #13-88

Con casi una década de funcionamiento, Latino Power ha logrado estar en la cúpula de los espacios culturales/musicales en Bogotá. Siempre rememorando las raíces latinas que tenemos, las presentaciones en este espacio han estado ligadas a la movida indie y alternativa en Colombia, pero con cercanía a los ritmos tradicionales latinoamericanos. Su fachada está cubierta por un grafiti en el cual se observa a un hombre y a una mujer vestidos para salir a una fiesta en la época de los setenta y ochenta caribeña.

“Latino siempre ha permitido que los músicos con propuestas bacanas e innovadoras. Siempre el parche que vemos hace un muy buen ambiente y hoy se mostró eso. Tanto la banda como los Djs que tocaron, lograron generar un muy buen ambiente”, afirma Gabriel Casas, asistente al evento de aniversario de Los Mirlos, banda de cumbia y ritmos tradicionales peruanos.

Dentro del recinto se aprecia, al fondo, un gran mural de un jaguar, que representa la fortaleza del poder y la cultura latina. Este, además, tiene diversos detalles y arreglos, los cuales con el juego de luces que maneja el lugar, crea una serie de ilusiones ópticas en el momento del show. Con capacidad para 500 personas, Latino Power ha recibido artistas de la talla de Pernett y Abelardo Carbono con sonidos latinos alternativos, a Reincidentes con punk y a raperos como Rxnde Akozta y No Rules clan, y también se lleva a cabo la tradicional fiesta de La Folka Rumba Stravaganza, en donde cada año, desde hace una década, se combinan los sonidos latinos con ritmos balcanes y gitanos provenientes del antiguo continente.

 

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Av. Caracas con Diagonal 40a bis (Esquina)

FOTO: Asilo. Tomada por Nicolás Linares.

En los límites entre Chapinero y Teusaquillo, se encuentra uno de los espacios más característicos de la escena independiente de Bogotá. Fundado en 2011 por Henry Muñoz y otros socios, Asilo ha sido reconocido como el lugar en que géneros como el post-punk, el punk, el disco, el new wave y el minimal mezclan con sonidos de la salsa brava y el boogaloo.

FOTO: Asilo. Tomada por Nicolás Linares.

Antes de su inauguración en 2011, en Bogotá existía una gran cantidad de amantes de la música independiente y alternativa que no tenían un sentido de pertenencia hacia un sitio en específico, hasta que Asilo llegó a sus vidas. Es un lugar amplio que cuenta con una pista de baile circular y mesas alrededor en el cual pueden caber unas 150 personas. Tiene una temática disco y europea. Además de sus fiestas cada semana, las cuales giran alrededor de un género, un movimiento musical o cultural y de uno o varios artistas, en la tarima de Asilo se han presentado artistas internacionales como Alec Empire, Moonbird y Molly Nilsson, y nacionales como Hora Local, Peste Mutantex, Triple X y Los Meridian Brothers.

Matik-Matik

Carrera 11 # 67-20

Conocido también como “la cantina más amigable de Quinta Camacho”, Matik-Matik es uno de los mayores referentes –si no el más grande– de la escena alternativa musical en el país. Fundado en el 2008 por Diana Gómez y Julien Calais, este espacio fue pensado en la ciudad de Bucarest en donde la artista plástica y el administrador decidieron apostarle a un lugar que funcionara como un laboratorio de experimentación cultural, que a su vez sirviera de centro de documentación de la escena musical bogotana. Aunque muchos crean que su nombre tiene algún trasfondo europeo, en verdad este salió del empaque del detergente Lavomatic.

En un principio, los sonidos que se emitían circulaban alrededor del jazz, la música experimental, el folk y el blues. Posteriormente, con las diversas evoluciones que tuvo la escena musical bogotana, junto con la salida de Diana y Julien, que dejaron a cargo a Benjamín –hermano de Julien– se empezaron a escuchar nuevas propuestas del punk y el rap. Este hito de la cultura alternativa en Bogotá ha programado más de 1,850 conciertos desde su apertura y se ha convertido en el lugar donde todos los componentes de la industria musical alternativa (músicos, bandas, gestores, periodistas y sellos independientes) convergen y moldean lo alternativo tal como lo conocemos hoy.

 
 

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