Por: César Bohórquez Garzón // Periodismo Cultural
En cuarentena pedir cosas a domicilio se volvió un deporte nacional. Y la comida está en el podio de los victoriosos, donde, gracias a “La semana del sushi”, la estrella revelación fue el famoso plato japonés. Se trató de bocados deliciosos que oscilan entre la tradición, la vanguardia y lo colombiano.
Cuarenta restaurantes de Bogotá participaron en “La semana del sushi” del 6 al 17 de agosto. Aunque virtual, este no solo fue el primer festival gastronómico dedicado a esta comida japonesa, sino que ayudó y dio a conocer a estos negocios para afrontar la difícil situación económica generada por la pandemia.
En todo momento vemos a alguien con un morral en su espalda entregando comida a domicilio, y el sushi no es la excepción. Estos pequeños rollitos de arroz, pescado, vinagre y cualquier ingrediente que se desee fueron, pues, el eje de este festival. Para ordenar se dispuso de la página www.virtualfood.com.co, que albergaba los menús de restaurantes como La Lonchera, Wok for Lunch, La Sushería, JUCA y AGO Sushi, entre muchos más. Allí podían ubicarse en un mapa de la ciudad todos los restaurantes del evento, con el fin de poder ordenar al sitio más cercano y no tener que esperar mucho tiempo por el pedido.
Según el portal OnlySushi, esta comida data del siglo II d. C., en China, y su nombre proviene de la unión de su (vinagre) y shi-meshi (arroz). Al inicio este platillo no resultaba nada atractivo. Los chinos utilizaban solo el moho que nacía del arroz para conservar el pescado, pero botaban el arroz mismo. Fueron, entonces, los japoneses quienes empezaron a comer los ingredientes juntos. Siglos más tarde, al señor Matsumoto Yoshichi se le ocurrió agregarles vinagre. Y el resultado ya es conocido por todos.
No obstante, los makis (rollos de sushi) en Colombia poco se parecen a los tradicionales bocados japoneses. Por ejemplo, Wok for Lunch ofreció el “Maki Colombian”: un aguacate bañado en salsa de la casa, hecha de ajo con cilantro, que envolvía camarones, queso crema, cebolla caramelizada y plátano maduro —el producto más colombiano que existe y el que más resaltaba en la mezcla—.
Porque, claro, ¡no existe nada más asiático que el maduro combinado con aguacate! Aunque en la boca, en vez de sushi, parecía más una cucharada de una bandeja paisa, la combinación y el sabor no defraudaron. Esto incluso cuando el pedido tardó en llegar una hora porque, según dijo el restaurante, “estaban full”.
Esta tendencia a darle el toque criollo a los rollitos se repitió en varios locales y definió la primera versión del festival virtual de sushi, del que no se sabe aún si tendrá más versiones. Es de notar, sin embargo, que un evento como este ya se había dado en el país: el “Sushi Master” puso a competir a los mejores restaurantes de sushi en el 2019. La diferencia radica en la virtualidad, pues esta vez se disfrutó del evento desde la comodidad del hogar. Ojalá vuelva a repetirse esta iniciativa que no solo logró unir a algunos colombianos, sino que también ayudó a otros.
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