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  • Mariana Saldarriaga Name // Noticia

‘En el último año, la atención a habitantes de calle ha crecido alrededor del 298 por ciento’


Wilfredo Grajales, director del Instituto Distrital para Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON), habló con Directo Bogotá sobre la recuperación de niños y jóvenes exhabitantes de calle.

El director de IDIPRON Wilfredo Grajales junto al Alcalde Mayor de Bogotá Enrique Peñalosa y dos jóvenes ex habitantes de calle // Fotografía tomada por Comunicaciones IDIPRON

Luego de un año desde la intervención del Bronx, Wilfredo Grajales, director del IDIPRON expresó, que a pesar de que en el último año la atención a la problemática en el Instituto creció alrededor del 298 por ciento, las cuatro casas habilitadas para habitantes de calle no alcanzan. "Estamos abriendo otras casas porque ya no damos abasto", afirmó el funcionario, quien agregó que tener que expandir su asistencia es positivo. “Lo que teníamos disponible ya se llenó y eso nos hace felices, porque eso quiere decir que una cantidad de muchachos que estaban en la calle, hoy están con nosotros”, afirmó.

Directo Bogotá (D. B.) Desde la intervención del Bronx, ¿para IDIPRON cuál ha sido del reto más grande en términos de dignificar y resocializar a jóvenes que habitaban esa zona?

Wilfredo Grajales (W.G.) Para IDIPRON el último año ha sido volver a la calle porque en los últimos años la atención se había volcado más hacia al habitante en calle y no de la calle, es decir muchachos que están en riesgo o peligro. IDIPRON se había llenado de esos muchachos y niños pobres. Niños con muchísimas dificultades, pero no niños de calle. El habitante de calle (HDC) en el IDIPRON se venía percibiendo como un problema. El último año afrontando la problemática, el crecimiento en atención ha sido alrededor del 298 por ciento.

(D. B.) ¿A qué se refiere cuando dice que el niño de calle se venía percibiendo como un problema?

(W.G.) El HDC es complicado, es difícil, entonces a veces es más fácil atender al que está en riesgo, pero todavía no ha ido a la calle, porque ellos tienen problemáticas mucho más complejas. Los venimos atendiendo, en este momento estamos abriendo otras casas porque ya no damos abasto. Nosotros teníamos 4 casas destinadas a habitantes de calle, en este momento tenemos 6 y no alcanzan.

Un ejemplo es Oasis que es por donde empiezan los mayores de 18. Oasis atendía entre unas 40 y 80 persona, hoy son alrededor de 300. La Rioja también está a reventar, estamos en plan de abrir dormitorios y abrir nuevos servicios para los habitantes de calle porque se necesitan; lo que teníamos disponible ya se llenó y eso nos hace felices, porque eso quiere decir que una cantidad de muchachos que estaban en la calle, hoy están con nosotros.

(D. B.) ¿Qué hacen para empoderar a los muchachos de un proyecto de vida?

(W.G.) Nosotros trabajamos las categorías de la persona, pero fundamentalmente le apuntamos al ser. Por eso nuestra estrategia es la del ser, sé tú. Yo le digo a los muchachos que el sé tú tiene que ser el triple de cualquier muchacho. Por eso la estrategia nuestra se llama sé al cubo, atendemos desde lo psicosocial, socio Legal, salud, educación, espiritualidad y emprendimiento

Wilfredo Grajales sacerdote salesiano y director del IDIPRON // Fotografía tomada por Comunicaciones IDIPRON

Wilfredo Grajales sacerdote salesiano y director del IDIPRON // Fotografía tomada por Comunicaciones IDIPRON

(D. B.) Respecto a la prevención en salud ¿cómo manejan el tema del consumo de drogas?

(W.G.) Tenemos enfermerías, porque llegan muchos heridos y enfermos que necesitan acompañamiento al sistema de salud. Hacemos atención de la enfermedad característica de ellos que es el consumo.

La Corte dice que el consumidor no es un delincuente, sino un enfermo. Entonces, les damos atención con trabajos de mitigación, con

actividades de yoga, por ejemplo, para enseñarles a respirar y manejar la ansiedad.

Por otra parte respecto a educación, los habitantes de calle son desertores del sistema escolar entonces hay que volverlos a incluir, muchos no se logran integrar, pero hay que graduarlos y sacarlos adelante. Les damos formación para el trabajo, los preparamos con talleres y en formación ciudadana. Que sean ciudadanos es un desafío educativo muy grande.

En IDIPRON también es muy importante la música, el arte. Para nosotros es necesario buscar dentro de ellos lo mejor que tienen. Puede ser que ellos sean pobres en cosas materiales, pero son muy ricos en cosas del espíritu y ahí entra también lo religioso, lo espiritual religioso. No es un tema de religión, pero sí es un tema de que ellos sientan fortalecerse desde la fe que tengan en su vida espiritual, y nace desde las artes o desde el deporte.

(D. B.) ¿Cuál es uno de los desafíos a los que se enfrentan los habitantes de calle que quieren empezar un proceso de resocialización?

(W.G.) Que ellos puedan generar recursos para hacerse sostenibles. Si el habitante de calle no genera los recursos para sostenerse, así sea para sostener su vicio, va a volver a caer en las dinámicas de calle, debe sostenerse a él y su familia, dignificarse.

Necesitamos que aprenda a trabajar y haga vida en el mundo laboral, muchos de ellos nunca han trabajado, han sido explotados todo el tiempo, y nosotros partimos desde las prácticas hasta las vinculaciones laborales que les van enseñando a ellos los caminos para cualificarse mejor y salir adelante.

(D. B.) Los jóvenes exhabitantes de calle hacen parte de la obra de teatro Gloria. ¿Qué significa para ellos tener la posibilidad de pertenecer a algo como esto?

(W.G.) No solamente hacen teatro también hacen música, la obra es una obra musical, tenemos una unidad dedicada a esta parte. Para los muchachos es maravilloso, muchos de ellos no tienen sentido en la vida nada que los motive. Cuando llegan a las tablas y empiezan a hablar se sienten ubicados. A mí me llama la atención que cuando empiezan a hacer teatro, dicen “bueno yo voy a ayudar en esto, pero después me voy”, y cuando están ya metidos en el cuento, entonces vienen y se le acercan a uno y le dicen: “¿Cómo hago para estudiar? ¿Cómo hago para salir adelante? Yo quiero comprarme una casa: ayúdeme a conseguir trabajo;yo quiero ayudar a mi mamá; yo tengo una hija y quiero responder”.

Eso me parece muy importante, el teatro, el arte, les permite a los muchachos expresar quizás lo que muchos no logran expresar de otra manera, sacándolo de una manera muy positiva. Yo le agradezco muchísimo al Instituto Distrital de las Artes (IDARTES) porque nos ayudan, apoyan. Nos sentimos felices cada vez que logramos articular en muchas cosas por y para los muchachos.

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