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Laura Rocío Bocarejo /l.bocarejo@javeriana.edu.co

El Lleras nunca se imaginó tener tanto voltaje


En El Poblado, Medellín, hay un lugar tradicional de la capital antioqueña que se caracteriza por sus contrastes, por la diversidad y la vida nocturna: El Parque Lleras. Y aunque todos esos matices traen conflicto y problemáticas sociales, esta sigue siendo una las zonas rosas más apetecidas de Colombia.

El Parque Lleras de Medellín fue construido en 1930 por el Banco Central Hipotecario, junto con 45 casas residenciales a su alrededor, la obra fue liderada por el gerente del banco Julio Eduardo Lleras, y en honor a su apellido se bautizó al parque.

Se ubica en la zona del poblado, en Medellín, que en sus inicios era un barrio residencial de los más tradicionales de la ciudad, rodeado de una intensa escala de verdes, y en cada andén árboles, plantas y flores, que hacen alusión a la ciudad de la eterna primavera. Hay una virgen puesta desde su construcción y a los lados la acompañan dos columnas, que se hicieron en memoria de las ocho personas que fallecieron en la bomba del 17 de mayo del 2001*.

La transformación y evolución que ha tenido el sector con el paso del tiempo ha llevado al Lleras hacer una de las zonas rosas más reconocidas en el país y la más visitada en Medellín.

El parque en la actualidad cuenta con zona Wi-Fi y es el centro de más de 85 locales comerciales entre bares, restaurantes, tiendas de ropa y ahora hoteles y hostales que varían en gran proporción en su precio, logrando a traer a locales y turistas de distintas partes del mundo.

Parque Lleras // Medellín, Antioquia // Imagen tomada por Laura Bocarejo

Se puede decir que el Lleras apropia una versatilidad única, entre semana es un punto de encuentro para comensales de los distintos restaurantes, que desde el día lunes al medio día abren sus puertas. Cuenta también con uno que otro café y tiendas de diseño joven, con confecciones 100 % colombianas.

Barrió El Poblado// L playa hostel & rooftop // Medellín, Antioquia// Imagen tomada por Laura Bocarejo

Por su calles, en especial por la calle 10, es donde más abundan los hostales, que a diferencia de los hoteles de gran ranking, ofrecen al viajero, precios más económicos, camas desde 20.000 pesos en cuarto para compartir, con un estilo artesanal; así que, sin importar el día, se puede presenciar un desfile de “monos gringos y europeos”, uno que otro asiático y paisas locales, que entre semana toman el almuerzo o pasan la tarde por la zona.

Barrió El Poblado // Medellín, Antioquia // Imagen tomada por Laura Bocarejo

Desde el día jueves se siente el ambiente de la fiesta, cuando cae la noche aumenta el tráfico de chicas, que en general proponen un estilo diferente, o un accesorio de moda en sus atuendos, además de resaltar su belleza, de por sí se sabe que la mujer paisa es bella y voluptuosa, pero este parque sabe de variedad, y las mujeres no son la excepción.

Barrió El Poblado// Bar Chiquita // Medellín, Antioquia// Imagen tomada por Laura Bocarejo

Con la fiesta viene el licor y uno que otro exceso, y aunque el parque entre semana se ve rodeado de artesanos, pintores, locales y turistas, los fines de semana la afluencia de público a bares, restaurantes y discotecas se multiplica.

Así mismo, los expendedores de droga amplían sus movidas entre los visitantes. Los rumores de que el Lleras está invadido de jíbaros y de prostitutas han ido aumentado con el tiempo.

Para Camila** esta afirmación, pese a su dureza, es real y más que evidente. En las afueras del bar en el que labora, ella ha visto como el microtráfico ha ido ganando cada vez más terreno.

Hombres ágiles van y vienen llevando recados envueltos en pequeñas dosis de contenidos señalados como ilegales: "Se paran algunos ‘jibaros’ ahí y ofrecen la droga. Cuando ven que llega la Policía, hemos visto como tiran las bolsitas ziploc al piso o a las plantas", señala Camila. Y aunque la Policía de Medellín hace rondas de manera constante en la zona, el trueque de droga y prostitución corre sin ley. La calle 9, las vías peatonales del parque, los andenes y una que otra fachada móvil se han vuelto parte del paisaje con su mercancía.

Así las cosas, pareciera que no es necesario ir en busca del producto ilegal. Él viene hacia el turista o visitante local y “se supone que pasa inadvertido” y si no, pues tampoco es problema, porque nadie sabe nada, ni dice nada.

En conversación con la Alcaldía de Medellín, con el objetivo de buscar respuestas, del porqué este problema parece tan latente y a la vez tan normal, obtuvimos información, de primera mano, acerca de estrategias que lidera la policía metropolitana, como desalojar a todo visitante del parque después de las 4 a.m., y hacer un acompañamiento constante en la zona, incluso han optado por usar policías encubiertos para realizar capturas.

Aunque la Alcaldía reconoce que aún hay mucho trabajo por hacer, la cifras de hurto han bajado significativamente durante el último semestre, gracias a la captura realizada a principios de este año a la banda delincuencial ‘La Raya’, logrando la detención de cinco de sus cabecillas dedicados al expendio de drogas y hurto en la ciudad. Se supo que su modelo de venta en el parque era enviar drogas a domicilio a hostales y hoteles, esta información ha hecho más fácil la identificación de los delincuentes en el sector.

Barrió El Poblado // Medellín, Antioquia // Imagen tomada por Laura Bocarejo

Respecto a la prostitución, la lucha se hace más dura, pues muchas veces judicializar a mujeres que se dedican a esta labor se hace imposible, pues pueden usar cualquier cuartada y evadir a la policía, asegura el secretario de comunicaciones de la alcaldía Jorge Iván González: “como gran propósito para el año siguiente está el trabajar de manera articulada con el Instituto de Bienestar familiar , para evitar el turismo sexual en menores de edad”.

Además, el secretario hace un llamado a la comunidad en general para denunciar cualquier situación sospechosa, pues cree firmemente que la lucha contra el microtráfico y la prostitución es una cuestión social, y que con ayuda de la comunidad será mucho más fácil de combatir.

No hay que desconocer que el parque maneja una doble moral, según el día de la semana y la hora en la que se visite, y que los esfuerzos por sacar del entorno la droga y la prostitución parecen insuficientes, pues el turismo extranjero representa una gran demanda de estas problemáticas sociales, y el público local parece estar acostumbrado a la situación.

Pero no todo es malo, y al Lleras no se le puede desconocer que tiene consigo una magia irremplazable, es una zona viva, donde se sienten los colores y el ambiente de la ciudad, una caminata por el Lleras lo puede llevar por un viaje gastronómico, desde comida típica colombiana, hasta menú internacional, puede hacer un tour de shopping, tomarse una taza de café colombiano, y si más tarde quiere algo más fuerte como un coctel, ponerse de ambiente para irse de fiesta, y volver al día siguiente en la mañana a tomar el ´Brunch’, lo puede hacer y todo en un mismo lugar, en el parque Lleras de Medellín.

* A las 10:05 p. m. explotó un Renault 9 rojo cargado con 20 kilos de indugel que había sido estacionado frente al café-restaurante Orleáns. Murieron ocho personas. El acto fue atribuido a la banda La Terraza; quienes eran financiados por grupos paramilitares en cabeza de los hermanos Castaño.

* *Protegemos este apellido por razones de seguridad.

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