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María Alejandra Lancheros Guerrero -

Escribir Colombia desde la calle: Revista Semana


Astrid en la redacción de Semana.com

En el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, la vigilante mira de reojo a Astrid.

¿De dónde es que viene?– le pregunta por segunda vez.

De la revista Semana. Tenía una entrevista con el director.

El 17 de enero de 1974, el grupo guerrillero ‘Movimiento 19 de abril’ inauguró su lucha llevando a cabo un golpe que explicaría, sin muchas palabras, su ideología y su causa: el robo de la espada de Simón Bolívar de la casa-museo Quinta de Bolívar.

Meses antes del gran acontecimiento, integrantes de la nueva guerrilla comenzaron una campaña de promoción del Movimiento a través de anuncios publicitarios en las principales ciudades de Colombia que incluían publicaciones en medios masivos que anunciaban: “ya viene el M-19”.

Aquel 17 de enero apareció en los periódicos el último anuncio. A las 5:00 de la tarde se produjo el robo. Los guerrilleros escaparon con la espada en un Renault 12.

Con el robo de la espada, el naciente grupo guerrillero pretendía inaugurarse reviviendo los ideales bolivarianos. Quedaron, a su paso, inscripciones en las paredes del museo que decían “M-19” y un comunicado:

“Bolívar no ha muerto. Su espada rompe las telarañas del museo y se lanza a los combates del presente. Pasa a nuestras manos. Apunta ahora contra los explotadores del pueblo”.

Durante 17 años los únicos que supieron la ubicación de la espada fueron dos o tres personas con rango de comandante. La imagen de la espada, su carga simbólica, llenó de fuerza al M-19 y le dio cierta legitimidad a su lucha.

Martes, 8:30am. Una nube negra amenaza a Bogotá desde los cerros. En el décimo piso del Edificio Semana todo es silencio y soledad. Nadie en los pasillos, nadie en la cafetería, nadie en la sala de redacción de Semana.com.

En el ala izquierda del edificio, en una salita escondida de 3x4, hay 14 periodistas que deciden los temas a publicar, aquellos temas de los que hablarán los colombianos durante el día y aquellas publicaciones en las que se basarán, de las que tomarán datos para sentirse bien informados.

Temas del día: Las venezolanas que vienen a Colombia a ejercer como prostitutas para sobrevivir; Christian Byfield, el bogotano que quiere ser el viajero más joven del mundo; ‘La mama Beatri’, musa del vallenato que está en la cárcel; María Andrea Cabrera; delitos electorales; la lesión de James; el robo de la espada de la estatua de Simón Bolívar en Bogotá…

Son 50 minutos de consejo de redacción, de decidir la pertinencia, el enfoque y el formato de cada tema. En Semana.comla coyuntura es importante porque es de lo que la gente está hablando. Lo que cambia es el enfoque con el que contamos las historias a nuestros lectores. Sin embargo, hay buenas historias que no necesariamente hacen parte de la coyuntura pero que sabemos que vale la pena contar” dice José Guarnizo, editor general.

El 16 de febrero, la hoja de la espada de Simón Bolívar fue robada en la Plaza de Bolívar de Bogotá. Las autoridades analizan los videos de seguridad para encontrar alguna pista sobre los responsables del robo.

La noticia pasa desapercibida.

Miércoles, 8:30 a.m. Plaza de Bolívar. Llueve en Bogotá y Astrid Suárez, periodista de Semana.com, observa con atención la emblemática estatua, las placas que la complementan y a la gente que ocupa la plaza.

Para empezar a construir una historia hay que hacer un trabajo de observación minucioso, contrastar las verdades de la gente, escuchar lo que la gente tiene para decir– explica Astrid.

Ella observa, saluda y habla con los personajes que –se nota– pasan los días en la Plaza: lustradores de zapatos, vendedores ambulantes, los señores que se reúnen a tomar tinto en la esquina de la Casa del florero. Nadie sabe nada, nadie se había dado cuenta de que a Bolívar le falta su espada.

—Eso se la robaron los vecinos díahi al frente– dice, entre risas, uno de los señores que toma tinto señalando con la boca el Capitolio Nacional.

Damos vueltas a la plaza, caminamos por La Candelaria. ¿Ahora a dónde hay que ir?

En el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, la vigilante mira de reojo a Astrid. ¿De dónde es que viene?– le pregunta por segunda vez.

De la revista Semana. Tenía una entrevista con el director.

Ah, él está enfermo. Espere llamo a comunicaciones a ver si alguien la puede atender.

Pasa media hora y nadie atiende a Astrid.

Esto es lo cotidiano. Para poder contar bien una historia uno tiene que tocar puertas y esperar a que le quieran dar información sobre lo que uno está buscando” me explica Astrid en medio de la tediosa y aburrida espera.

Recuerdo las palabras de la periodista argentina Leila Guerriero que, en una de sus columnas de la Revista Sábado, dice sentirse lo suficientemente bien en el momento en el que escribe para dar consejos acerca del oficio periodístico:“Tengan paciencia porque todo está ahí: solo necesitan la complicidad del tiempo. Aprendan a no estar cansados, a no perder la fe, a soportar el agobio de los largos días en los que no sucede nada.

Y más adelante:

“Tengan algo para decir Tengan algo para decir Tengan algo para decir”

Astrid, en medio del entusiasmo y la intriga que le genera el robo de la espada de Bolívar, soporta esos largos días en los que no pasa nada, en los que no encuentra una pista que le sirva como punto de partida para contar Bogotá desde un acontecimiento que pasó desapercibido. Además, está segura de que aquí hay algo qué decir pero está en la búsqueda de ese algo.

Es que de esto se trata el olfato periodístico: Yo tengo que buscar historias que me ayuden a contar Bogotá, ese es mi trabajo. El robo de la espada es algo a lo que ningún medio le puso atención, no es un tema coyuntural pero ahí hay una gran historia que se puede conectar con un hecho histórico: el robo de la espada original por parte del M-19. ¿Para qué se roban la espada de una estatua? ¿La venden? ¿Es un acto político?...ahí está la historia– explica Astrid.

Irrupciones Martes

Hundieron la revocatoria de Peñalosa, voy a estar toda la tarde en eso– me cuenta Astrid.

Miércoles

–Hoy tengo que hacer el Fast check sobre el discurso de Petro y, como es una sección nueva, requiere de mucho tiempo. Tengo una reunión larguísima y tengo que ayudar con la emisión del podcasts– me dice Astrid con cierta decepción en su voz.

El tema de la espada queda cancelado hasta que la realidad nacional deje que Astrid pueda seguir indagando lentamente, observando, consiguiendo información que le sirva para construir una crónica de largo aliento en la que un pequeño acontecimiento dé paso a alguna gran revelación…aquello que su olfato periodístico le hace seguir buscando.

Miércoles, 8:30 a.m. En la salita escondida de 3X4 metros hay 14 periodistas que deciden los temas del día: Elecciones; comenzar el proyecto Fast check, un análisis del discurso de los políticos colombianos, investigación sobre la masacre de El Aro…

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