El periodista estadounidense Mark Singer habló con Directo Bogotá sobre 'El Show de Trump', libro que presentó en la Filbo.
Mark Singer, periodista estadounidense, firmó libros de su más reciente obra El Show de Trump. // Fotografía tomada por: Santiago Riaño .
“Yo le recomendaría a los jóvenes periodistas que viven en Estados Unidos con ganas de llegar a grandes medios, que se fueran a otro país, se volvieran expertos en ese lugar y regresaran con nuevas historias que contar”, afirmó en diálogo con Directo Bogotá Mark Singer respecto al panorama del periodismo en EE. UU. Singer, que es colaborador de la revista The New Yorker desde 1974, ha escrito siete libros sobre política en su país y estuvo en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2018 (Filbo), presentando su nuevo escrito, 'El Show de Trump'.
Directo Bogotá (D.B.): ¿En qué radica la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos?
Mark Singer (M.S.): En la capacidad que tuvo de construir un personaje. Un aspecto clave fue su programa de televisión The Apprentice (El Aprendiz), un reality en el que los participantes ponían a prueba sus habilidades como empresarios ante un jurado, que era el actual presidente estadounidense. El ganador podía dirigir una de sus empresas.
Trump se veía como un hombre de negocios muy exitoso, pero no lo es. Estuvo declarado en bancarrota varias ocasiones. Pudo vender su nombre a la audiencia, él no era un político para nadie, era un personaje con mucho reconocimiento. Sólo tenía apetito por tener atención y la logró a través de un mensaje muy simple: "América está bajo ataque, por los inmigrantes principalmente". Su discurso era egocéntrico, no tenia plan, filosofía, teoría de gobierno.
D.B.: ¿Cuál es la diferencia entre el discurso de Hillary Clinton y el de Trump?
M.S.: Hillary hablaba de cosas muy específicas. Hablaba de políticas que se implementarían en su gobierno, usaba estadísticas, ejemplos del pasado. Ella exponía el rol de Estados Unidos en el mundo de una forma realista, de cómo nos relacionamos con nuestros aliados, de cómo nos aliamos para conseguir objetivos internacionales.
Trump hablaba desde una postura en la que nosotros como nación éramos el centro de todo. Al establecer un enemigo común, en este caso inmigrantes, logró que un grupo muy grande de ciudadanos que no han tenido estabilidad económica se sintieran identificados con su discurso. Lo anterior explica su éxito como demagogo. Esto tiene que ver mucho con (el expresidente de EE. UU. Barack) Obama, existe una parte de la población en Estados Unidos que está arraigada al racismo y no lograba ver en Obama a alguien que los representara. Trump era su campeón, un “verdadero americano”.
D.B.: ¿Cree que Trump puede ser reelegido?
M.S.: Es peligroso hacer predicciones sobre las elecciones, pero no lo creo. Creo que los votantes se darán cuenta de la precaria administración que está llevando. Lo más probable es que un miembro del partido Republicano sea el próximo presidente.
D.B.: ¿Cómo se maneja la competencia entre medios en Nueva York?
M.S.: Yo he estado en The New Yorker desde hace 44 años. En ese momento era muy joven y era un ambiente competitivo muy distinto. Ahora, con la proliferación de los medios, es muy fácil publicar, lo que es difícil es que se pague por eso. Los periodistas jóvenes escriben sobre el otro, prácticamente, y tienen hambre de fama. La revista ha contratado muchos periodistas que han creado su prestigio a través de publicaciones en línea, especialmente gente joven. Yo no podría hacerlo hoy. Actualmente, mucha gente joven estudia en buenas universidades, vienen de familias adineradas, pero trabajan por muy poco dinero durante un buen tiempo.
D.B.: ¿Cuál es el paso para entrar a un gran medio como periodista?
M.S.: Creo que lo importante es estar buscando historias que nadie busca, eso es algo difícil de hacer. Si eres joven y estás en Estados Unidos con ganas de ser periodista, vete a otro país, aprende y vuélvete un experto sobre ese lugar del mundo. Los ciudadanos estadounidenses no saben de otro país. Tener historias que la prensa de allá no tiene genera interés. Eventualmente, con tanto material publicado, se puede mandar eso a un editor de un medio y decirle: “Tengo historias para publicar”, si es algo de calidad, pueden fijarse en ti.
D.B.: ¿De qué manera el periodista puede dar un salto de calidad?
M.S.: Lo importante es que se encuentre un tema apasionante para el que escribe, algo que conozca muy bien. La lectura da ese salto porque se puede crear una voz como escritor, vas conociendo muchos referentes y los emulas sin caer en la imitación. Es poder desarrollar un sello propio en la manera en la que se cuenta la historia, que cuando alguien lo lea sepa que eres tú el que lo hace.
D.B.: ¿Qué periodista es referente por su sello propio?
M.S.: Charles Pierce, escribe para The Boston Globe, el escepticismo lo diferencia de los demás.
D.B.: ¿Cuál es el futuro del periodismo?
M.S.: Siempre habrá personas que quieran contar historias, es un oficio que tiene mucha trascendencia en la historia. El periodismo va a evolucionar en esta época de redes sociales, pero su esencia se mantendrá por siempre.