top of page
  • Santiago Gómez Cubillos -

‘Muy pronto estaremos viendo poemas míos convertidos en canciones’


Camila Esguerra, autora del poemario insomnio(s), habló con Directo Bogotá sobre su participación en la Feria del Libro, sus retos como autora y sus planes a futuro.

Esguerra (centro) participó en un conversatorio con la autora venezolana Nacarid Portal (izquierda) en el que habló sobre su inspiración para publicar esta colección de poemas. // Fotografía tomada por: Juan Pablo Ulloa.

Los retos que ha afrontado como autora de su primer libro la han llevado a tildar de “irreal” su participación en la edición número 31 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBO). Camila Esguerra, que empezó su carrera como una de las cantantes del grupo colombiano 'Ventino', mostró otra de sus facetas con la publicación del poemario 'insomnio(s)'. “Estar como autora invitada fue darme cuenta de que realmente estaba pasando”, expresó con incredulidad cuando habló de su participación como conferencista y autora invitada.

Además de su experiencia en la FILBO, Esguerra reveló a Directo Bogotá cómo fue el proceso de escritura y publicación del libro. Padecer de insomnio fue lo que la llevó a construir esta compilación de 100 poemas que, junto a la ilustración de Geraldine Ramírez, dieron vida al libro que antes parecía “una hilera de palabras que no tenían ningún sentido”. Desde su publicación, Esguerra ha afrontado las dificultades de llevar una doble vida como autora y cantante, aunque no descarta la posibilidad de complementar estos dos aspectos de su vida en sus futuros proyectos.

Directo Bogotá (D.B): Antes de insomnio(s), ¿Habías pensado en escribir un libro? Porque entiendo que empezaste una carrera en literatura.

Camila Esguerra (C.E): Yo empecé a estudiar literatura en Los Andes, alcancé a hacer tres semestres, pero es porque yo siempre he tenido una relación muy cercana con las palabras.

Pero no es que me sintiera una escritora, yo nunca pensé que lo que yo pensaba o escribía era algo realmente publicable, sino que simplemente era mi manera de entender el mundo, leyéndolo y escribiéndolo. Y sí, siempre había soñado con escribir un libro, pero nunca me había sentido preparada para hacerlo, hasta que lo hice. Creo que uno nunca se siente listo para lo que vive hasta que lo vive.

D.B: Podrías describir brevemente ¿Cómo es una noche de insomnio?

C.E: El insomnio siempre se da, o casi siempre, por razones diferentes. Entonces creo que ninguna noche de insomnio es igual a otra. Pero definitivamente todas están marcadas por un tinte de desespero, porque el insomnio no se trata de no querer dormir, sino de no poder hacerlo.

D.B: Y ¿Cómo fue la literatura una forma de salir de ese desespero?

C.E: La verdad es que todo empezó con un ejercicio muy simple de mi psicóloga que me dijo “tienes que vaciar la cabeza, porque estás pensando en tantas cosas que no puedes dormir”. Cuando ella me dijo “escribe” yo le decía “pero, no entiendo de qué voy a escribir” y ella simplemente me dijo “coge un esfero y ponlo sobre un papel, y lo que salga”.

Todo empezó como una hilera de palabras que no tenían ningún sentido. Cosas que yo iba escribiendo para vaciarme, pero no una cosa literaria y lejos de ser algo publicable. Pero, poco a poco, las palabras empezaron a encontrar sentido. La verdad es que la mayoría de mi libro salió de un pequeño cuaderno que yo tenía en mi mesa de noche donde yo escribía todas las noches, y cada vez que lo hacía ponía la fecha y la hora.

D.B: Siendo tu libro una recopilación de muchas cosas que tenías escritas en tus libros y en tus cuadernos ¿Cómo hicieron, junto con Geraldine, para convertir eso en un libro?

C.E: El proceso empezó mucho antes de que llegara Geraldine. Todo empezó porque yo recibí un mensaje de Cardumen, mi editorial, que decía que querían publicarme. Cuando me encontré por primera vez con Alejandra, que es mi editora, me dijo “yo estoy segura que tú tienes un montón de cosas escritas” y yo decía “sí, pero nada publicable porque todo lo que escribo es íntimo”, es hecho de manera en que no tenía la intención de que alguien lo leyera y por eso es tan honesto.

Pero cuando nos dimos cuenta yo empecé a recopilar, desde Tweets, hasta cosas de este cuaderno; short stories que había escrito, todo lo que te puedas imaginar. Yo fui simplificando todo y convirtiéndolo en poesía. Alejandra en un principio me pidió 20 poemas y le entregué 150 que terminaron siendo los 100 que quedaron en el libro.

D.B: Y cuando llega Geraldine ¿Cómo es el proceso con ella?

C.E: Cuando llega Geraldine no hay un solo proceso, sino varios. El manuscrito ya está terminado, pero los poemas no están ordenados. Cuando ella aceptó le mandamos el manuscrito en desorden, y así se leía como algo muy sombrío, se sentía como un libro muy triste. Cuando tuvimos la primera reunión en la que ella nos mostró todo –porque Alejandra le pidió que no me buscara en redes sociales, que no supiera nada de mí porque quería hacer una ilustración del texto en sí, no de quién era yo como persona y mis experiencias escribiendo el libro– fue impresionante.

La mayor parte del libro lo escribí, sin saberlo, en España en una gira que me dio muy duro. Sentía una soledad inmensa, y para mí fue un shock muy grande ver que la primera ronda de ilustraciones que había hecho Geraldine hablaban mucho sobre la soledad de un cuarto de hotel, sin ella saber quién era yo y sin saber que yo había vivido eso.

Después le mandamos el manuscrito ordenado y se convirtió en una cosa completamente diferente. Empezó a tomar un tono de empoderamiento, y eso se vio también reflejado en la imagen. Fue súper lindo porque, una vez más, Geraldine supo leernos el alma; fue impresionante.

Ya la tercera ronda de ilustraciones fue cuando nos conocimos y ella empezó a ilustrar el libro, no solo a través del texto, sino a través de quién era yo como persona. Entonces fue una experiencia súper especial porque, no solo me veo reflejada en los textos, sino que siento que la lectura que ella hizo de mí y del texto se tradujo en una ilustración muy poética.

D.B: ¿Cómo fue llevar tu libro hasta la feria?

C.E: Creo que si pudiera escoger una sola palabra sería: irreal. La gente que me conoce y a gente que ha visto los videos de Ventino sabe que mi sueño más grande siempre ha sido publicar un libro, pero el secreto que no todos saben es que yo nunca me sentí capaz de hacerlo. Lo veía como algo demasiado lejano.

Poco a poco se fue materializando este sueño que hasta hoy me parece irreal. Pero, siento que el momento en el que me estrellé contra la realidad fue en la Feria del Libro. Fue estar como una conferencista, estar como autora invitada, fue darme cuenta de que realmente estaba pasando. Allí tuve la oportunidad de encontrarme con mucha gente que fue a comprarlo, que lo tenía en las manos, que lo tenía anotado, que lo tenía todo marcado, que me contaron todas sus experiencias, que me hicieron parte de sus insomnios y fue una cosa demasiado especial saber que este libro no solo es tan importante para mí, sino que ya se está volviendo importante para otras personas.

D.B: Tú dices que este libro se trata de “florecer” ¿podrías explicar a qué te refieres con esto?

C.E: Es un concepto que yo he desarrollado mucho últimamente. Cuando uno tiene una experiencia mala la gente te dice “tranquilo”, todo va a estar bien”, “después vas a ver el porqué de las cosas”, “vas a crecer”, “vas a volverte más fuerte”. Pero, yo desde muy chiquita he sido muy sensible, extremadamente sensible tal vez, y esa es mi manera de experimentar el mundo.

No me interesa ser más fuerte, no me interesa sentir menos, no me interesa hacer todo eso que la gente quiere que uno haga con el dolor. En cambio, a través del arte, de la poesía, de la música, encontré una manera de resignificar el dolor. Cuando uno coge el dolor y va a convertirlo en un objeto estético –en una canción, en un poema– lo que hace es resignificarlo. Es dignificarlo porque un dolor que se vuelve algo compartible, algo artístico, ya no es un dolor que se siente en soledad.

Para mí este libro es un florecer. Florecer es, del dolor, saber sacar arte; es convertir el dolor en belleza.

D.B: ¿Podrías mencionarme uno de tus poemas que haya marcado tu carrera como escritora?

C.E: Creo que todos los poemas me marcan como escritora. Es muy interesante pensar que todos eran simplemente reflexiones personales; que son muy honestos porque nunca los escribí con la intención de que alguien los leyera. Pero, creo que mi poema favorito –que tal vez cambiaré en unos días, en unos meses, en unos años, no lo sé– es el que dice:

cambié de color de pelo

perdí algo de peso

estoy considerando fingir un acento

me reinvento con la esperanza

de no parecerme en nada

a la que alguna vez llamaste

tuya

tal vez debería cambiarme el nombre

así no tendría que acordarme

de la manera en que tú solías decirlo

cuando él me llame

suya

Este es un poema que me marcó mucho porque es un poema que me costó mucho escribir. Es de una situación que viví, cada una de las líneas fue algo que yo sentí entonces fue un poema muy difícil para mí. Creo que nombrar el dolor es adueñarse de él, hacer que el dolor deje de controlarlo a uno.

D.B: Tu carrera como poeta y tu carrera como cantante ¿han chocado o se han complementado?

C.E: Ha sido muy linda la manera en que Ventino ha respetado mis tiempos de autora porque sé que no es fácil escaparme unos cuantos días para todos los eventos del lanzamiento. Me han apoyado muchísimo, incluso me sorprendieron en el concierto de Ecuador con un ponqué en de libro y casi me muero.

Pero, definitivamente esto de la doble vida me está dando un poco duro. No he podido descansar hace mucho y espero encontrar el espacio para hacerlo, pero, a final de cuentas, creo que es algo que se complementa lo uno con lo otro. Esta semana estuvimos en Miami en talleres de composición y establecerme como autora sí me ayudó a coger mucha confianza con mis palabras, ser mucho más participativa en la composición y creo que muy pronto estaremos viendo poemas míos convertidos en canciones –o eso espero–.

D.B: Durante su conferencia en la FILBO mencionaste que podrías estar publicando un nuevo libro más o menos dentro de un año. ¿Podrías adelantar algo, no muy grande, de lo que quieres de ese nuevo libro?

C.E: Prefiero no hablar de las cosas antes de que sean hechos, pero estoy muy feliz porque voy a firmar con una editorial muy grande para el segundo libro. No puedo todavía revelar cuál es, pero es una que tiene alcance internacional, que para mí es muy importante porque insomnio(s) es un libro que ha sido muy íntimo y, por ser publicado en una editorial independiente, ha tenido un alcance muy pequeño que espero podremos ir expandiendo.

Pero, para mí es muy importante que el libro llegue a las manos de los que más lo necesitan. Y lo han pedido mucho en otros países como en México, en España, en Argentina, en todos lados. Entonces, me da mucha tranquilidad saber que, de entrada, el segundo libro va a estar en las manos de todas estas personas que quieren tener el primero.

D.B: Desde ya hace un tiempo has estado impulsando entre tus seguidores el gusto por la literatura. Me refiero a los lives que has hecho recitando poemas, las recomendaciones diarias de libros y demás. La pregunta es ¿por qué decidiste empezar a hacer esto?

C.E: Desde que empezó Ventino y empezamos a crecer en redes sociales, empecé a tener una conciencia de la importancia de redireccionar toda esta tensión que estaba teniendo hacia algo más importante. Yo soy muy consiente en el contexto en el que vivo y el año pasado hice parte de una campaña del Ministerio de Cultura que era sobre la lectura, se llamaba 'Lee lo que quieras, pero lee'.

En la campaña empezamos por mirar que el colombiano promedio lee alrededor de un libro y medio al año y eso me parece una cifra demasiado baja. En la charla lo dije y lo sigo creyendo profundamente, puede que un poeta no pueda salvar una vida haciendo una cirugía, ni pueda construir un puente, ni pueda sacarte de la cárcel, pero un poema te puede salvar la vida. Entonces me gusta mucho concientizar a la gente sobre la importancia que tiene la poesía y llevarlos a enamorarse de libros que a mí también me han enamorado, que me han cambiado la vida, que me han hecho pensar diferente sobre ciertos temas.

bottom of page