¿Qué está pasando con los árboles de la capital? El aumento de árboles talados en parques públicos y zonas verdes puede acarrear un impacto ambiental de graves consecuencias.
Caño del parque El Virrey // Foto de Juan Pablo Quiroz
El estruendoso sonido de una motosierra irrumpió la tranquilidad mañanera en uno de los parques más emblemáticos de Bogotá: El Virrey. Los vecinos no sabían a ciencia cierta el motivo, veían impotentes cómo un hombre de overol verde utilizaba con pericia la motosierra tomándola con autoridad por la empuñadura, el aparato cortó con su espada el tronco de un árbol, lo atravesó lentamente. Es posible que dicho árbol llevara décadas en el parque. En cuestión de un par de minutos el árbol se desplomó. Funcionarios del Jardín Botánico, con el beneplácito del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, talaron 47 árboles en este lugar.
Santiago Ferreira, propietario de un apartamento con vistas al parque, afirmó con vehemencia “muchos de los árboles eran ejemplares sanos y no presentaban ningún riesgo. La alcaldía de Peñalosa ha sido nefasta, está acabando con los árboles de la ciudad. No existe ningún respeto por los árboles ni la naturaleza” y, aunque la mayoría de residentes en el sector comparten la preocupación e inconformismo de Ferreira, las autoridades ambientales alegaron que se trató de una intervención integral pues los árboles presentaban un riesgo para la comunidad debido a fisuras, descortezamiento y grietas causadas por plagas y enfermedades.
Letrero en el parque El Virrey
Recientemente, el Jardín Botánico manifestó que en lo corrido del 2018 habían caído entre 3 y 5 árboles en el parque El Virrey. Estos árboles aparentemente se encontraban en buen estado, pero en realidad estaban secos o muertos en pie. Por ende, la entidad ambiental tomó la iniciativa de atender los árboles del parque y prevenir el riesgo: “nosotros estamos comprometidos con la seguridad de los ciudadanos, tuvimos cerca de 8 espacios de participación ciudadana con la comunidad y la misma comunidad manifestó el acuerdo con esta intervención que es integral, no solo incluye procedimientos de tala, también incluye la plantación de cerca de 100 nuevos árboles, es una intervención completa” aseguró Yamid Saldaña, coordinador de comunicaciones del Jardín Botánico.
La tala de los 47 árboles fue llamada por la comunidad como un “arboricidio” pues muchos de estos árboles que antes se erguían de manera imponente entre los senderos del parque El Virrey hoy son solo restos de troncos y leños. Juan Caicedo, vocero del Grupo Ecomunitario y coordinador de iniciativas de investigación y conservación de la biodiversidad, pasó de la indignación a la acción. “Radicamos una tutela contra el Jardín Botánico y la Secretaria de Ambiente alegando la falta de participación, la falta de acceso a la información y la falta de transparencia en todo este proceso de los últimos tres meses”, afirmó el ecólogo el día que se produjo la tala de los primeros árboles.
“¿Cómo un árbol se convierte en libros?”, mensaje en un ciudadano en un pequeño árbol que será plantado próximamente en el parque
El disgusto entre los vecinos es generalizado. Paradójicamente el Alcalde Mayor de Bogotá vive en un edificio colindante con el parque, pero a diferencia de los demás residentes del Virrey, está satisfecho con la medida tomada por su administración. Peñalosa se ufana de ser un defensor de los árboles “cuando llegué a la pasada alcaldía fui yo el que encargué al Jardín botánico de la responsabilidad de atender los arboles de la ciudad. Hemos sembrado más árboles que cualquier otra administración en la historia” aseguró el mandatario.
Sin embargo, sus endebles apuntes y posturas en redes sociales ponen en tela de juicio al “defensor de árboles”. En julio de 2012 Peñalosa trinó “En ciudades frías como Bogotá demasiados árboles en parques los vuelven oscuros y fríos y espantan a la gente”, por poner apenas un ejemplo de la seguidilla de trinos y comentarios desafortunados que ha manifestado el alcalde.
El meollo del asunto consiste en que cada vez son más lugares de Bogotá en donde se ha presentado el mismo fenómeno del parque El Virrey. En la Autopista Norte, por ejemplo, se vienen talando centenares de árboles en los últimos meses con el objetivo de ampliar ese importante corredor vial. Al ser de ordenamiento territorial y urbanismo debería inquietar más a todos los habitantes de la ciudad, pues a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.