¿Qué es la economía Naranja? En el marco del especial informativo sobre la propuesta del gobierno del presidente Iván Duque, Directo Bogotá entrevistó a Jorge Restrepo, doctor en Economía, para entender de que se trata este modelo económico que se mueve a través de las Industrias creativas.
FOTO: Tomada de Pixabay de la cuenta de TeroVasalainen
La Economía Naranja, propuesta por el gobierno de Iván Duque, es el término que se está imponiendo en el ámbito cultural. A pesar de esto, poco o nada se sabe del término. Por eso, en este podcast encontrará cinco cosas que usted debe saber sobre la economía naranja.
Directo Bogotá habló con Jorge Restrepo, doctor en Economía e investigador en el análisis del conflicto armado, la violencia y su impacto en el desarrollo. Restrepo desmintió que la Economía Naranja sea una parte de la teoría o de la práctica en la economía, le restó importancia al tema, al crecimiento que pueda generar en la economía del país y dijo que este proyecto del gobierno "va a conducir a una gran frustración".
Directo Bogotá (DB): ¿Desde el punto de vista académico existe el término de Economía Naranja?
Jorge Restrepo (JR): No, ni académico ni práctico. Es decir, no está ni en la teoría ni en la práctica, no existe.
DB: El Plan de Desarrollo tiene como uno de los énfasis este término, entonces ¿cómo se plantea una política pública de esta manera?
JR: La definición que da el gobierno de la Economía Naranja hace referencia a lo denominado como Economía Creativa. Hay un área de la economía que se conoce como Economía de la cultura, de los bienes culturales, eso sí existe y está ampliamente estudiado en términos de entender ese tipo de bienes, que son bienes públicos. Sin embargo, para asegurar que continúen siendo creados, requieren una serie de incentivos.
Pero, si uno mira la definición que hay en la ley de financiamiento de la Economía Naranja se incluyen todas aquellas actividades que tienen algo de creatividad. Por ejemplo, en la creación de vivienda, supuestamente, hay creatividad en el sentido en que dicen que el diseño de la vivienda supone una creación. El problema allí es que no se define correctamente, o de manera precisa, qué tipo de creaciones son las que se quieren incentivar.
A mi juicio en la economía cultural es mucho más clave porque se trata, como le digo, de bienes públicos y tiene esa característica que no se puede excluir a la gente de estos. Esa sería como la definición más precisa de las economías creativas.
Te puede interesar: Economía naranja y Economía digital: ¿Cuál necesita el país?
DB: De esta manera, en Colombia, ¿existe una economía de bienes culturales? ¿cómo se ha desarrollado? y ¿qué se debería incentivar?
JR: Sí claro, aquí ha habido muchos programas. Colombia es un país que tiene una capacidad creativa, de producción de bienes culturales y servicios culturales que es enorme; eso va desde la música hasta el cine y la televisión. Ha habido programas de política pública muy exitosos en ese sentido, por ejemplo, la Ley del Cine. Las dos leyes del cine fueron tremendamente exitosas en incentivar ese tipo de acciones.
Hay algunas cosas que simplemente debemos mantener. Por ejemplo, las políticas públicas de protección de los derechos de propiedad porque son el principal mecanismo para incentivar la creación. Pero, en eso, simplemente nos apegamos a las prácticas establecidas a nivel internacional, de garantía de esos derechos, como pagarles las regalías a los creadores.
En una época, y aún hoy todavía se mantienen algunas exenciones tributarias. Por ejemplo, el no pago de impuestos para ciertas actividades, como el teatro o los espectáculos públicos, tienen beneficios culturales. Colombia ha venido desarrollando un esquema tributario que ha sido muy exitoso en eso.
INFOGRAFÍA: En Colombia, existen 13 leyes que recogen lo que se reconoce que se ha hecho en la economía de bienes culturales para darle impulso, además de las exenciones tributarias que el Doctor Restrepo comenta.
DB: Entonces, ¿cómo se desarrolla en un país una economía de bienes culturales?
JR: Hay muchos programas que se han desarrollado en otros lugares y que se pueden replicar, y también otros que se pueden incentivar. Aquí en Bogotá se ha anunciado, por ejemplo, la creación de un Distrito Cultural en lo que era la zona del antiguo Bronx, en el centro de Bogotá.
Como este, se deben desarrollar más proyectos que permitan a los creadores encontrar mercados, pero, al mismo tiempo, insumos suficientes para producir todos sus bienes: moda, música, teatro o creación. Yo diría que lo más importante sería identificar cuáles son esas cadenas de valor y establecer una política de desarrollo productivo a nivel de empresas, más que a nivel de sectores. Que pueda brindar todo lo que necesitan los emprendedores, que tienen un componente creativo alto, para que puedan ser exitosos.
DB: Y teniendo esto en cuenta, o hablando de lo vago que es el término (Economía Naranja) ¿debería dejarse de usar este término comúnmente?
JR: Pues digamos eso ni quita ni pone. Es un distractor que no causa daño.
DB: Entonces ¿daría lo mismo si lo seguimos llamando economía naranja, economía creativa o economía cultural?
JR: Pues se gasta una gran cantidad de recursos en la publicidad oficial. Es un desperdicio, eso distrae la acción de la política pública. Es un mal gasto. Pero pues hay peores malos gastos.
DB: Se ha dicho que, si se lleva a cabo los postulados de la Economía Naranja en el país, esto va a generar un aumento del Producto Interno Bruto, en términos económicos, ¿es cierto?
JR: No, no hay ninguna demostración de que esto pueda conducir a mayor crecimiento económico o a una transformación estructural. No sabemos si su incentivo, incluso si esto está bien hecho, pueda conducir a un mayor crecimiento económico, del empleo o a una transformación productiva. A menos que el gobierno nacional sea capaz de diseñar programas que tengan ese toque de Rey Midas, que yo lo dudo mucho. Como digo, esto lo que nos va a conducir es a una gran frustración.
Mira también: El canto de las sirenas, a no enredarse con las naranjas
DB: ¿Cómo invertir el dinero que se piensa destinar en este tema según el Plan de Desarrollo?
JR: Creo que no es un asunto de inversión pública. Los incentivos a la Economía Naranja, como digo, van más encaminados a un fortalecimiento de lo que requieren las industrias creativas, las empresas que tienen un contenido creativo, las empresas de diseño, por ejemplo, o de creación creativa en las artes y en las humanidades, que en inversión directa del sector público. Por eso a mí no me preocupa muchísimo que no haya mayores recursos en esto, eso no me parece importante, creo que es un área más de política pública que de inversión. La inversión se requiere en protección a la vejez, a la niñez, en bienes públicos rurales, en fortalecimiento de la justicia y no en esos programas de economía naranja.
Sin embargo, el gobierno siguió en el proyecto de desarrollar la Economía Naranja y esto queda consolidado en el capítulo X, que lleva por nombre: Pacto por la protección y promoción de nuestra cultura y desarrollo de la Economía Naranja del Plan de Desarrollo 2018-2022, Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad. En este se plantean dos principales metas enfocadas a la cultura y el emprendimiento. La primera, se centra en el aumento de bienes culturales y el aumento de la lectura; y la segunda, en aumentar el valor agregado y de exportaciones de las empresas productoras de bienes culturales.
En la siguiente infografía se cuenta con detalle las metas y programas que propone este Plan.
Mira más contenidos sobre economía Naranja: No es naranja, es supervivencia.