El Xll Encuentro de Periodismo de Investigación organizado por Consejo de Redacción abrió un valioso espacio de reflexión sobre las fallas en el cubrimiento del posconflicto y el papel del oficio en la construcción de memoria.
FOTO: Charla con periodistas que trabajan desde la regiones. Constanza Bruno, Oscar Neira, Natalia Zuluaga y Jenny Moncada.
Eduardo Galeano, el escritor y periodista uruguayo, dijo alguna vez, con su estremecedora maestría, que en el mundo existían “los nadies”, los que no tienen nombre sino número y los que no son parte de la historia universal sino de la crónica roja local. Esas palabras de Galeano encajan perfectamente con el cubrimiento periodístico tan somero de los asesinatos sistemáticos de líderes sociales en Colombia.
Ya es rutinario escuchar en los medios que ayer fueron tres, que hoy son cuatro y que mañana seguramente serán más de esas cifras sin rostro, sin historia. Ese tratamiento banal a un tema tan delicado está volviéndose contraproducente. El colombiano de a pie, y especialmente de la ciudad, sabe que están matando a unos tales líderes y día a día parece normalizar la situación, pues nadie hace nada y él solo sabe lo que le cuentan las noticias.
En el más reciente Encuentro de Periodismo Investigativo este tema no pasó desapercibido gracias a algunos espacios como los conversatorios con periodistas regionales y charlas como la de Jesús Abad Colorado. El curtido fotoperiodista, que con su cámara ha retratado el dolor y la esperanza que deja el conflicto armado en este país, dejó a su público de profesionales y estudiantes una tremenda reflexión sobre el compromiso que debe tener el periodista con la memoria de las víctimas y con el carácter humano del oficio.
Sobre el trabajo de Jesús Abad Colorado: Memorias en San Lorenzo
Parecía que Jesús Abad estaba a punto de llorar mientras realizaba su intervención en el encuentro, se le quebraba la voz por el sentimiento y la emoción; algunos que lo escuchaban atentamente, sí dejaron correr varias lágrimas. “Chucho”, como prefiere que lo llamen, narraba el trágico asesinato de Aquileo Mecheche, el rector del colegio de Jagual, un corregimiento de Riosucio en el Chocó, quien ya había sido amenazado y nunca recibió un esquema de protección, según la denuncia de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
FOTO: La presentación de Jesús Abad Colorado
El periodista contó con una visible indignación, cómo él fue el único en llegar al lugar tan apartado donde ocurrieron los hechos y cómo ningún medio u organismo estatal hizo presencia. Para él, la poca sensibilidad de los medios ante este tipo de hechos refleja un panorama preocupante del papel que deben tomar los periodistas. “No los vuelvan cifras porque tristemente ahí se queda la historia”, dijo para llamar la atención y enfatizar en la lamentable comodidad que ofrecen las salas de redacción cuando de cubrir estos temas se trata. “Hay que caminar”.
Jesús Abad habló sobre el alcance de los medios de comunicación en esta coyuntura y aseguró que: “desde el periodismo podemos brindar un testimonio contra el olvido, teniendo en cuenta que el periodista debe ser honesto con la memoria y ser consciente que no se trata de figurar como el protagonista”.
Cabe resaltar que algunos asistentes del evento manifestaron no compartir plenamente las palabras de “Chucho”. Diego Restrepo, director de Verdad Abierta, le dijo a Directo Bogotá que es posible encontrar alternativas informativas en algunos medios y organizaciones. “Aquí hay mucha gente contando historias, lo hacen desde el territorio y están destacando a las personas”, aseguró.
Sin embargo, también es necesario llamar la atención sobre la responsabilidad de los medios que tienen la capacidad de llegar tanto a los grandes centros urbanos como a la periferias; son ellos quienes infortunadamente manejan agendas más centralizadas para explicar y sensibilizar la problemática.
Jenny Moncada, periodista regional, aseguró que muchos colegas están revictimizando e irrespetando a la hora de hacer su trabajo, pues se preocupan por realizar un trabajo que de frutos personales y no construyen con las comunidades. “¿cómo un periodista puede tejer confianza a partir de una estadística? Considero que las investigaciones en territorio deben valorar a las personas que tejen en cada departamento o municipio”.
FOTO: Jenny Moncada, periodista independiente del Meta
Ante estas reflexiones del oficio, los retos para el periodista abarcan diferentes aspectos. Sin duda alguna, se hace necesario alertar por la responsabilidad a la hora de narrar a las víctimas del conflicto no como “los otros” sino como parte de una sociedad que entienda el desafío del posconflicto y valore la memoria; un desafío al que el periodismo debe entrarle consciente de lo que puede lograr.
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