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Nicolás Marín: de economista a estrella de rock

Por Camila Orjuela // Periodismo Cultural


Nicolás Marín acaba de lanzar su primer sencillo, un cover de la banda americana Nirvana. Este cantante es el vivo ejemplo de que, a pesar de los números y la disciplina, un economista puede llegar a sentirse también como un ícono de la música.

FOTO: Nicolás Marín

“¡Soy un hombre muy pasional en cada aspecto de mi vida!”, revela Nicolás Marín, entre risas, a través de la pantalla. Su vida se partió en dos el día en que su padre le mostró la música de The Beatles, cuando tenía siete años. Acaba de graduarse como economista y también como rockstar, porque sacó su primer sencillo en las plataformas digitales y ya está fraguándose un álbum.


¿Cómo se abre camino en la música un economista? Este cantante nació en Bogotá el 12 de noviembre de 1997. Creció en un entorno lleno de música: su mamá, María del Pilar Bohórquez, es amante de la salsa; su papá, Edward Marín, es un fiel seguidor del rock clásico. Justo en el medio de estos dos géneros musicales tan distantes estaba Nicolás, a quien no le quedó más que conocer ambos mundos. Y de los dos se enamoró. Pero, sin duda alguna, el rock fue el que flechó por completo su corazón.

Directo Bogotá [DB]: ¿Cuál fue el impacto del rock en su vida?


Nicolás Marín [N. M.]: El rock siempre ha estado en mi vida y me ha acompañado en todos los momentos, buenos o malos. Además, a los diez u once años, mis papás me regalaron una guitarra acústica, y desde ahí empecé a desarrollar mucho más el gusto por la parte de la guitarra. Entonces yo ya estaba superobsesionado con el rockcito y quería ver cómo se podía traer eso a la realidad. O sea: [pasar] de escucharlo en mis orejas a tocarlo yo. Desde esa edad no he dejado de tocar guitarra e iré perfeccionando cada vez más. Para sorpresa de muchos, nunca tuve un profesor; siempre fui autodidacta. Las cosas que aprendí fueron por internet o por lo que escuchaba.


DB: ¿De dónde viene su inspiración?


N. M.: Yo creo que ellos cuatro [The Beatles] marcaron un antes y un después en mi vida porque, mientras aprendía de música, aprendía de la vida misma con sus discos. Pasé noviazgos y tusas con sus canciones, y por estas aprendí a tocar un instrumento. Entonces fue el conjunto perfecto y la revolución de todo. El impacto fue tan grande que, después de muchos muchos años, me tatué la firma de uno de ellos [John Lennon] en mi brazo. Digamos que la música es ese motor de vida. Hoy en día, con 22 años, todavía sigo descubriendo música.


Edward y María del Pilar, sus padres, lo han apoyado al máximo siempre. Ellos entienden su enorme pasión. A los once años recibió su primera guitarra eléctrica y con el paso de los años le han regalado dos más de mayor categoría para que pueda explotar su potencial. La última guitarra, la más actual, es la más especial, pues es la misma que usa el reconocido guitarrista Steve Vai.


2013 fue un año importante para Nicolás, pues decidió que quería dar a conocer su talento. Para ese entonces la banda de rock de su colegio estaba buscando nuevos integrantes; él se presentó y ni siquiera alcanzó a terminar su audición cuando el grupo ya lo había aceptado.


DB: ¿Cuáles fueron las mejores experiencias que le dejó ser parte de la banda del colegio?


N. M.: La banda fue una experiencia única. Todos nos volvimos muy amigos y coincidimos en nuestros gustos musicales. En cambio, hoy la gente joven casi no escucha rock. Fue muy lindo porque crecimos como banda, pero también personalmente. Siendo parte de Karaban, como nos llamábamos, alcanzamos a tocar entre 40 y 45 canciones en el colegio. Recuerdo mucho que para el Día del Profesor nos pidieron tocar una canción, y yo di la grandiosa idea de tocar “Another Brick In The Wall, Pt. 2”, de Pink Floyd. Lo disfrutamos mucho, pero todo terminó en un regaño del rector por el mensaje de la canción.


En noviembre de 2014 este “parche” de amigos se graduó del colegio, y hasta ahí llegó Karaban. El siguiente año todos tomaron rumbos diferentes al entrar a la universidad. Nicolás tenía dudas sobre qué estudiar, pero finalmente eligió Economía en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, de donde acaba de graduarse el pasado 19 de septiembre. Pero eso no es todo: incluso en medio de una pandemia, los sueños parecen poder cumplirse. Hace pocos días, Nicolás Marín logró sacar su primer sencillo en las distintas plataformas digitales.


DB: ¿Cómo se dio el lanzamiento de este sencillo?


N. M.: Yo siempre había tenido el sueño de sacar un sencillo para poder mostrarle al mundo no solo mi talento, sino para recordar esas canciones olvidadas de los grandes artistas. Grabé una maqueta de “Come as you are”, de Nirvana, y una disquera independiente decidió apoyarme. Yo hice la voz y la guitarra en mi casa, y mi exnovia la produjo. Por fin me sentí como un rockstar. Próximamente, se viene un álbum, lo cual me hace demasiado feliz.


Escuche su primer sencillo:

 

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