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La televisión nacional para el orgullo patrio, ¿Más colombianos que nunca?

Por: Alfonso Narváez - Mariana Mosquera// Periodismo Digital


La televisión colombiana ha sido uno de los medios que se ha encargado de crear el sentido patriótico de la nación con la producción de novelas, documentales y proyectos de experimentación creativa. En este reportaje multimedia se explica cómo, desde el sector público, se financian estos proyectos.

FOTO: Tomada de Pixabay

200 años después de la independencia en Colombia y 65 años luego de la primera sintonía televisiva en los hogares, las producciones audiovisuales se convirtieron en uno de los sellos que recalcan la identidad nacional. A pesar del auge de las narconovelas y realities, en las primeras décadas del siglo XXI, las series con mayor puntuación han sido las que reflejan desde sus próceres o desde los dramas personales, el periodo colonial e independentista.

La televisión se identifica como un campo donde la realidad y la ficción convergen para despertar el interés de las personas, por lo que en medio de un contexto educativo y social fragmentado, puede llegar a sustituir el papel de la escuela y posicionar verdades según la interpretación histórica de los directores. Pese a que las series, películas y otros productos audiovisuales se elaboran a partir de fuentes documentales, son dramatizados para aumentar el rating como el caso de la novela Los pecados de Inés de Hinojos emitida en 1988, que si bien se basó en la crónica del libro El Carnero de Juan Rodríguez Freyle, modificó la trama para incluir escenas desafiantes y lésbicas entre las divas de la época, Amparo Grisales y Margarita Rosa de Francisco.

La historia y la pequeña pantalla están ligadas a la idiosincrasia nacional, por lo que gracias a la oferta privada de producciones relacionadas con la historia patria, el Gobierno, por medio de la antigua Autoridad Nacional de Televisión (ANTV) y MinTIC, abrió espacios y plataformas para destinar recursos, gestionar producciones y fortalecer la creatividad regional.

Antes de la expedición de la ley 1978 de 2019, “por la cual se moderniza el sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones-TIC”, era una de las labores de la ANTV organizar las convocatorias del Fondo para el desarrollo de la televisión (FONTV) para seleccionar los planes de producción y distribuir los recursos, explica Gabriel Levy asesor en temas de tecnología e información en comunicación. Para concursar por los fondos cada programa debía detallar el formato de producción, la clasificación del contenido, la audiencia objetivo, el cronograma de ejecución, producción, la emisión y los costos desagregados.

Así pues, las convocatorias se dividían en tres categorías focales: la primera estaba dirigida a operadores del servicio público de televisión sin ánimo de lucro, abierta (locales) y cerrada (comunitaria) para la producción de series narradas que reflejaran la historia y la cultura del país; así como dos series de ficción para el público juvenil. La segunda categoría se abrió para cuatro series de ficción de mínimo cuatro capítulos y dos capítulos de ficción unitarios hechos por nuevos creadores.

 

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Por último, la tercera categoría estaba dirigida a grupos étnicos reconocidos ante la autoridad para hacer 10 documentales que contaran la cosmogonía, religión, riqueza musical y valor cultural para los colombianos.

En 2019 desapareció la FONTV para fusionar la ANTV con MinTic y dar origen al Fondo único Tic FuTic que será el encargado de la asignación de recursos.

Entre 2012 y 2014 la ANTV, con el apoyo del Ministerio de Cultura, financió 19 producciones con los recursos del Fondo para el desarrollo de la Televisión y los Contenidos. Desde 2016, la ANTV lanzó la convocatoria Estímulos, que en su primera versión recibió 72 propuestas de las cuales se seleccionaron 14 en cuatro diferentes categorías, las cuales recibieron $1672 millones de pesos para su producción.

Según la página web de la ANTV este año, por primera vez, realizó dos convocatorias en un mismo año. La primera que entregó en julio recursos por $1900 millones a 11 producciones y la segunda para financiar series de ficción de tema libre y documentales unitarios en búsqueda de resaltar aspectos históricos, culturales, religiosos o lingüísticos con un monto de $700 millones para 8 producciones. Es decir, aproximadamente $87 millones de pesos por producción.

A lo largo de los años, se ha construido el sentido de lo que hemos vivido como colombianos por medio del reflejo de la pantalla pequeña. Desde la Independencia, pasando por la violencia del narcotráfico hasta la desigualdad socioeconómica actual. El papel de las producciones está más allá de entretener, es clave en la consolidación de los imaginarios colectivos, somos más colombianos que nunca cuando la televisión lo muestra.

 
 
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