Por. Camila Alejandra Neiza Mora // Periodismo digital
El pasado 7 de agosto, se conmemoraron los 200 años La Independencia de Colombia de la Monarquía española. En esta, no solo participaron hombres en la contienda, sino que hubo la presencia de heroínas que marcaron hitos en el proceso Independentista. Tal es el caso de Manuela Beltrán, Manuela Sáenz y Policarpa Salavarrieta.
Policarpa Salavarrieta
Debido a la falta de documentos oficiales, no existen datos exactos sobre la fecha y lugar de nacimiento de Policarpa Salavarrieta, más conocida como ‘La Pola’. Hija de José Joaquín Salavarrieta y Mariana Ríos, de ascendencia española. Fue una mujer inteligente, luchadora y revolucionaria.Fue auxiliar de Alejo Sabaraín y otros soldados insurgentes.
FOTO: Policarpa Salavarrieta en el Billete de diez mil.
Durante el régimen del terror, Policarpa sirvió como espía del Ejército Independentista, llevaba grandes cantidades de información y envío de elementos de guerra a las guerrillas republicanas. Así como también, intercambiaba mensajes y reclutaba jóvenes para sumarlos a la causa del Libertador Simón Bolívar.
La búsqueda de Policarpa se inició con el fusilamiento de Juancho Molano. Los miembros del ejército español empezaron a averiguar quiénes eran los principales agentes, hasta que dieron con La Pola. Al ser descubierta, fue apresada y el Consejo de Guerra la condenó al fusilamiento en la Plaza Mayor de Santafé, hoy Plaza de Bolívar, el 14 de noviembre de 1817 junto a sus ocho de sus cómplices, dentro de los cuales se encontraba Alejo Sabaraín.
El día de su muerte, marchó desde el Colegio del Rosario hasta la Plaza de Bolívar con dos sacerdotes a su lado. Con una camisa y ruana azul, les dijo a los españoles que mandaron asesinarla “gordos, tiranos y sanguinarios”. No suplicó por su vida. Al momento de morir exclamó “¡Pueblo indolente! ¡Cuán diversa sería vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad. Pero no es tarde. Ved que, aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más, y no olvidéis este ejemplo!”.
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Nació en Quito, Ecuador. De "familia honorable", fue una dama notable a la que le gustaba la lectura de los españoles. Leía a Tácito y Plutarco, de Solís y Garcilaso, gustaba de Cervantes, Olmedo, Cienfuegos y Quintana.
FOTO: Representación que ser conserva de Manuela Sáenz
Presenció los asesinatos de los próceres en Quito en 1809, por lo que ayudó a los asediados y se fue en contra la dominación española. Combatió como un jinete con valor y serenidad en medio de las batallas de espadas y balas. Nunca la intimidaron los asesinos. Junto a su arrolladora personalidad, se encontraba un espíritu alegre y una altivez avasalladora.
Los enemigos de Bolívar condenaron la conducta de Manuelita por abandonar a su primer esposo para irse con el libertador.
“La libertadora del libertador” fue el epíteto que recibió después de que le salvara la vida a Simón Bolívar la noche del 25 de septiembre de 1828. Fue la acompañante del libertador en las principales batallas como el encuentro de Bolívar y San Martín en Guayaquil, el conflicto entre Bolívar y Santander, y la disolución de la Gran Colombia.
Cuando se enteró de la muerte de Simón Bolívar, intentó suicidarse en Guaduas donde se hizo picar de una culebra. Sin embargo, fue salvada por personas que se encontraban cerca del lugar. Debido a calumnias en su contra, tuvo que abandonar el país y se fue a Puerto de Paita en Perú. Allí sobrevivió tejiendo y bordando. Pasó sus últimos días recibiendo múltiples visitas, hasta que una de ellos le pegó la difteria por la que murió de 60 años.
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Manuela Beltrán
A pesar de que no se conoce muchos sobre su vida, hay hitos que marcaron la historia del país. Se dice que venía de una familia ilustre de ascendencia española que manufacturaba tabaco. Debido a su formación, sabía leer por lo que conocía el texto del edicto. Es más, el hecho de que el Socorro fuera una de las zonas más afectadas por la prohibición del tabaco, hizo que esta mujer se revelara contra los españoles.
FOTO: Estampilla de Mauela Beltrán.
A sus 57 años, rompió el Edicto del Ayuntamiento en donde se fijaba el impuesto de Armada y Barlovento. Por esta razón, lideró un motín de cerca de dos mil manifestantes en contra de estas decisiones, lo que desembocó en la Revolución de Los Comuneros.
Después de este hecho, nadie supo más de ella. Algunos dicen que fue fusilada por los españoles. Por mucho tiempo no apareció en el radar de la historia, hasta que fue resucitada en la historiografía del siglo XX. Se consideró la primera heroína de la lucha emancipadora y de la independencia.
La actitud de rebeldía de Beltrán se extendió por la Nueva Granada llegando hasta Mérida, Venezuela y Pasto, Nariño. Lo que hizo que se creara conciencia en contra de la corona española. Algunos afirman que la Revolución Comunera fue un antecedente para la lucha por La Independencia.
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